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.Luego de haber acompañado a NamJoon por el resto del turno y caminar juntos hasta la parada, convenciéndole de que no vagaría sola por las calles hasta tarde —cosa que fue una mentira—, me dispuse a ir en busca de Yoongi, encontrándome con una gran decepción al no recibir respuesta en todo el rato que estuve intentando llamar a su puerta. También marqué su teléfono e incluso pensé en forzar la cerradura y entrar. O al menos ese era mi plan hasta que escuché como alguien me gritaba a lo lejos y divisé al guardia del edificio, así que hice lo que cualquier persona con sentido común haría. Me eché a correr.
Cuando regresé a casa y llamé al abuelo, tampoco hubo respuesta, era como estar en un pueblo fantasma, solo encontré las botellas vacías de soju esparcidas por la mesa. Cada maldita noche bebía, y esa era una de las razones por las cuales peleábamos tan seguido. No dejaba de pensar en que todo se había ido al caño luego de que la abuela enfermase, y lo peor de la situación, era que no se veía ni una sola posibilidad de que despertase. Ella era lo que yo aún tenía y de algún modo, una parte se me había sido arrebatado, así como mi padre, y a causa de esa maldita mujer.
No había asistido a clase el día siguiente, simplemente no tenía ánimos de ir. Las mismas personas, las clases repetitivas de mierda, tareas exhaustivas que a veces ni siquiera tenían un propósito, parecía como si quisiesen rellenar espacios, estrés más estrés, a veces sentía que solo estaba perdiendo mi tiempo. Iba en mi último año y aún no tenia claro que estudiaría en la universidad, —si es que aplicaba—, solo lo hacía porque ese era el deseo de mis abuelos, —al menos hasta hace algunos años, cuando aún nos podíamos llamar familia— y cómo iba yo a decir que no después de que ellos me criasen en lugar de mi madre. Estaba cansada, esa era la verdad. Me sentía como una estúpida maquina que funcionaba y vivía automáticamente, no había emoción alguna, solo ten el trabajo hecho y es todo. Y como era de esperarse, obedecía, ¿pero qué era lo que yo deseaba realmente? Comenzaba a preocuparme, a tener miedo de que aquellas cosas que me mantenían en pie me abandonasen, de que aquella chispa se extinguiera así como mis ganas de seguir adelante. Pensaba que solo era cuestión de tiempo para que dijese "se acabó".
Observo mi reflejo de vez en cuando a medida que voy bailando, múltiples imágenes de mi misma se mueven simultáneamente siguiéndome el paso en perfecta sincronía, dibujándose en las paredes de la sala que apenas y estaba iluminada. Una extraña sensación de inquietud se aloja en mi cuando me sonrío y las demás figuras lo hacen de igual forma. Observándome. Hago un pliè, preparándome para dar una serie de giros hasta que la luz encandecedte me obliga a cerrar los ojos con fuerza, desconcentrándome y provocando que callera al suelo, escucho como mis audífonos salen volando y lo primero que pienso es que por favor no se hayan roto.
—Oh, lo siento, no sabía qu... ¿qué haces aquí?
Paso mi vista hacia la voz que venía de la puerta, manteniendo una expresión neutra al reconocer el rostro de Jungkook que aún tenía la mano sobre el apagador. ¿Por qué a mí? Suspiro con cansancio, ignorando el dolor del golpe que me había dado al caer de lado. Me levanto sacudiéndome la falda y tomo mis audífonos del suelo, verificando que aún estuviesen funcionando, o por lo menos en un estado decente.
—¿Estabas practicando para la obra?, ¿por eso has faltado a clases? —le dedicó una mirada furtiva cuando paso a su lado, ni siquiera me había molestado en quitarme las zapatillas.
Había decidido ignorarle en una medida desesperada para que me dejase en paz, por lo que solo podrían suceder dos cosas. Uno: se daría por vencido y dejaría de joderme. O dos: se encapricharía más hasta hacerme la vida imposible. Era arriesgado, pero valía la pena intentarlo.
—¿Solo vas a ignorarme sin más?
Avanzo por el pasillo, llegando a los cambiadores, y cuando pienso que después de cruzar la puerta no volvería a escuchar su voz, el pestillo de esta hace un "click". Me giro desconcertada, encontrándome a Jungkook recargado sobre la pared con los brazos cruzados, y, aunque intenté ignorar ese pequeño detalle, no pude evitar notar como los músculos de los brazos se le tensaban, marcando ligeramente las venas de sus manos y brazos. Él alza una ceja divertida al pillarme mirándole el pecho y aparto la mirada rápidamente, recordando la razón por la cual estaba a punto de gritarle. Concéntrate, Bjorg.
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♡ Vanilla Extract || J. Jungkook ♡
Fanfiction-Tarde o temprano, y de una u otra forma, dejarás este lugar, conseguirás eso que tanto aspiras. No volveremos a vernos, pero yo sabré todo. Incluso lo que jamás me contaste. Y te recordaré, aun si me olvidas.