[ 009 ]

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Las nubes opacas se agolpan cubriendo el cielo con un manto parchoso, dejando a la deriva la duda de si en algún momento llovería o no; es entonces que me lamento por no haber traído un paraguas conmigo.
En mi mente no dejaba de repetirse aquel día como la escena de una película grabada desde la perspectiva en primera persona. No sabía cómo sentirme al respecto de nada y no recordaba gran parte de los hechos, tampoco sabía como había llegado a casa y por alguna razón, cada que le preguntaba a los chicos que había pasado, nadie decía gran cosa, solo que Jungkook detuvo la pelea. Sin embargo, sabía que había algo que nadie quería contarme y eso me molestaba. De igual modo, hacían días desde esa noche que no veía al pelinegro, era como si la tierra se lo hubiese tragado, ni siquiera había ido al estudio a tocar la clase pasada y la instructora estaba furiosa, casi se podría decir que se desquitó con toda la clase gracias a él. Ya me las pagaría.

—Joder, ¡¿pero qué coño te ha pasado en la cara?! —exclama una vez retiro mi vista de la ventana, a lo que le sonrío débilmente. YoonGi acelera el paso con apuro, tomándome del mentón con delicadeza, girándome este y dejando mi rostro expuesto. Desearía no haber visto esa expresión de horror en su semblante—. Te hice una pregunta —demanda con firmeza, utilizando un tono de voz que solamente le había conocido en situaciones en las que realmente se cabreaba.

Elevo levemente las cejas con sorpresa al escucharle; él jamás me había hablado de esa manera, y la mirada de preocupación que llevaba en el rostro me hacía saber que lo mejor sería responder con la verdad.

—Yo... me he peleado con unos tipos —digo con cierta pena. El peliblanco aprieta la mandíbula al escucharme, a lo que yo me aparto su agarre al no poder mantenerle la mirada que me estaba dando. No estaba segura de si se había molestado conmigo.
—¡¿Estás loca?!, ¡¿cómo se te ocurre?! —este eleva un poco la voz con notoria desconformidad, a tal grado que incluso se le había olvidado disimular su dialecto de Daegu, sonando aún más agresivo—. ¿Qué pasó?

Paseo la vista por el local, viendo como las personas nos dedicaban miradas furtivas. Es entonces cuando YoonGi vuelve en sí, recordando que estábamos en público, a lo que se limita a tomar asiento frente a mí de mala gana sin dejar de observarme. Me encojo en mi lugar volviendo el rostro a la ventana, por alguna razón sentía vergüenza, tristeza y sobre todo ganas de llorar.
Ver a YoonGi perder los estribos no era muy común, de hecho eso no pasaba, así que verle en ese estado gracias a mi me sentaba fatal. Sobre todo porque le apreciaba mucho.

—Me han pegado porque defendí a una chica, ¿vale? —le encaré con los ojos llorosos.
—¿Y tú qué eres? ¿Un chico? —brama cruzándose de brazos.
—No.
—No puedes pelearte con un hombre, Bjorg, pudiste haber terminado mucho peor.
—¿Querías que me quedase viendo como casi la manoseaban en público? —sus respuestas comenzaban a sacarme de quicio.
—Pudiste pedirle ayuda a alguien —bufé.
—Sí, claro. La puta gente solo pasaba y miraba, no iban a ayudar una mierda.
—Ahora entiendes por qué. Has terminado mal y ¿quién te ha defendido a ti?

El mesero interrumpe nuestra pequeña conversación al llegar con los pedidos, dejando sobre la mesa dos cafés y un pedazo de tarta, yéndose en seguida luego de preguntar tímidamente si necesitábamos algo más. La tensión se podía sentir hasta diez kilómetros a la redonda.

—Jungkook... —digo muy apenas, tomando el café de la mesa para escudarme de alguna forma con la bebida.
—¿Jungkook? —cuestiona completamente confundido—. ¿Estabas con él y ha dejado que te pegasen?
—¡No, claro que no! —salto en mi lugar una vez le escucho decir eso, negándolo por completo—. Terminamos en MyeonDong con otros compañeros de clase, entonces nos separamos y luego... sucedió el resto. No recuerdo mucho.

♡ Vanilla Extract || J. Jungkook ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora