Genshin: El sistema de la serenidad (PAUSADA)

Capítulo 70: La calidez del Café [1/3]

"¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe?", mirando a Furina afuera de la entrada del café, Isaac cuestionó.

"No es necesario", Furina negó con la cabeza y se negó. Luego colocó las manos en la cintura y continuó. "Además, ya es hora de que abra el café, ¿no?"

"Es cierto...pero aún así...", Isaac quiso insistir, pero antes de que pudiera hacerlo, una mano de repente bloqueó su boca.

Furina, quien se apoyó levantando el pie para alcanzar la altura de Isaac, colocó sus manos sobre su boca.

"Mmfh...?", sorprendido por las repentinas acciones de Furina, Isaac estaba a punto de cuestionar qué estaba haciendo cuando se encontró con una sorpresa.

*Beso*

Un pequeño beso en la mejilla.

"Ahí...", intentando ocultar su expresión nerviosa, Furina retiró la mano mientras se alejaba de Isaac. "¿Eso funcionaría...?"

"...", Isaac, por otro lado, la miró fijamente sin comprender por unos momentos antes de sonreír burlonamente. "Qué atrevida eres".

Luego se rió levemente y asintió con la cabeza. "Está bien, que tengas un buen viaje de regreso al Palacio, Furina".

"Je vais", respondió Furina asintiendo levemente. Y, dicho esto, se dio la vuelta y se fue.

Sin embargo, antes de desaparecer, se dio la vuelta una vez más y saludó a Isaac, quien también le devolvió el saludo con la mano.

Al verla desaparecer lentamente, Isaac suspiró y cerró la puerta del café.

"...Qué extraño giro de los acontecimientos", se dijo a sí mismo con incredulidad. "Todavía no puedo creerlo..."

En aquel tranquilo café sólo resonaba su voz. Mientras la luz del sol matutino brillaba a través de las ventanas, Isaac se quedó mirando fijamente las sombras de las sillas por un momento, con los ojos llenos de melancolía.

En ese momento, sus profundos ojos color ámbar, que siempre parecían sin vida y carentes de emociones, comenzaron a llenarse de pensamientos.

Luego apoyó la espalda en la pared antes de deslizarse lentamente hasta el suelo.

Colocando sus manos sobre su rostro que llegaban hasta su cabello, un profundo, audible y pesado suspiro escapó de su boca. "Jaja..."

"He sobrepasado mis límites..."

Sus acciones impulsivas habían cruzado la línea. Ahora estaba en un punto sin retorno. Ya no podía deshacer sus acciones.

Con esto, ahora había consolidado su interferencia directa en el destino.

Él, una anomalía que no debería estar aquí.

"Isaac...idiota", se echó el pelo hacia atrás con los dedos y murmuró entre dientes. "¿Qué pasa si el papel de Furina se rompe por tus acciones...?"

Él sabe muy bien cómo su trabajo podría haber afectado seriamente el papel tácito de Furina, ya que ella debe actuar como la Diosa de la Justicia, y estar con un simple mortal podría subvertir ese papel.

"Sus quinientos años de duro trabajo podrían haberse ido al traste por culpa de una persona que no debería haber intervenido", se mordió el labio ante ese pensamiento.

Recordar su sacrificio. 'Su voluntad y tenacidad para soportar siglos de sufrimiento', hizo que Isaac apretara los dientes. '...Todos sus esfuerzos podrían haber sido en vano por mi culpa...'