Genshin: El sistema de la serenidad (PAUSADA)

Capítulo 87: ¡Qué lascivo!

"..."

Isaac y Furina se miraron en un silencio momentáneo. Uno estaba en el suelo mientras que el otro lo miraba desde arriba.

"..."

En ese momento, fue como si el mundo se hubiera detenido para los dos. En esa fracción de segundo, fue como si se hubieran mirado el uno al otro durante una eternidad. Mientras yacía en el suelo, Isaac miró a su Dios que tenía una expresión complicada no muy lejos de él.

En ese breve silencio, la mente de Isaac se puso a trabajar a toda velocidad, intentando encontrar una forma de apaciguar a Furina. Después de todo, acababa de huir de ella.

Pero antes de que pudiera hacerlo, la persona que estaba a su lado se movió y se acercó inmediatamente a su lado.

"¡Señor Isaac! Usted...¿qué le pasó?", la capitana de seguridad especial, Chevreuse, le preguntó mientras lo ayudaba a levantarse. Luego añadió. "¿Te tiraron por esa ventana?"

Apoyándose en Chevreuse, Isaac soltó una risa seca, como si él tampoco supiera lo que pasó.

"No, en realidad no. Solo estaba...haciendo una gran salida, sí", con su ayuda, Isaac logró levantarse bastante rápido. "Estaba haciendo un truco de magia para un amigo...¡y para mi último truco, desaparecí!"

A través de una ventana, claro.

Afortunadamente, su caída no fue tan fuerte, aunque sí sufrió hematomas. Aparte de eso, resistió bastante bien la caída desde el segundo piso.

¿Fue una estupidez? Muy estúpida.

Pero ante lo que Arlecchino planeaba hacerle hacer, tenía muy pocas opciones y tuvo que hacer uso de lo que tenía a su disposición. Podría haberse teletransportado de regreso a su cafetería, sí, pero eso solo generaría más preguntas sobre sus habilidades. Por el momento, quería limitar lo que Arlecchino sabía sobre él.

Mientras tanto, Furina observó como Isaac se levantaba nuevamente antes de hablar con una voz algo sarcástica.

"Un truco de magia, ¿eh? Entonces, ¿cómo estuvo? ¿te gustó el sabor del piso de mármol duro, querido Isaac? ¿o quizás necesitabas probarlo más para comprender el perfil de sabor más profundo?", ella intentaba burlarse de su tontería, pero en su voz se percibía un sutil tono de irritación. Era evidente que no estaba nada contenta.

Se estremeció al oírla decir eso. Desvió la mirada hacia ella y sonrió con ironía, como si se disculpara.

"Es...uhh...de hecho, me gustó. Aunque prefiero mucho más las baldosas lacadas lisas que esta piedra sin pulir".

Ella sonrió. "¡Qué coincidencia! Resulta que el Palais Mermonia tenía exactamente ese mismo tipo de azulejos en las capas más profundas".

Al oír esto, Chevreuse arqueó una ceja y la miró, como si intentara confirmar algo.

"Señora Furina...¿no es ahí donde la Maison Gardiennage suele tortu—"

Sin embargo, de repente la interrumpieron.

"Calle, mi querido capitán. Sólo lo estaba recomendando. Bueno, si nuestro querido Isaac quiere, estaré más que feliz de guiarlo hasta allí".

Isaac, que los había estado escuchando todo este tiempo, se estremeció. Al mirar a Furina, sin duda ella seguía luciendo igual. Segura de sí misma, extravagante y con una personalidad amable.

Sin embargo, bajo esa fachada se escondía una bestia amenazante que le respiraba en la nuca. Una criatura monstruosa a la que, por desgracia, había enfadado.