"Entre palabras y sussuros siempre hay una explicación"
- Es la hora, ¿lo tienes todo? - dice mi madre mirando las maletas
-si mamá... - le digo cansándome de la pregunta
- Tienes ropa de sobra por si hace frío, calor o... ¡Y si se pone a llover! Falta... ¡¡el chubasquero!!
-Mamá... ya tengo de sobra, no hace falta un chubasquero - le digo mirando las tres maletas.
- Bueno... vale. ¿Viene Richard o tenemos que ir nosotras? - me pregunta mi madre.
Llevan dos años con el divorcio y ahora en vez de decir papá dice Richard, y también como nunca hablan por teléfono, me tiene que preguntar de todo, así que le respondo:
- Viene él, solo que tardará un poco porque hay tráfico - le digo mirando el móvil donde me ha contestado hace dos minutos. Ella asiente y se va al comedor a sentarse en el sofá, dejándome en el pasillo con las tres maletas.
Me giro a verlas y les digo:
- Espero que el viaje se haga corto o si no no resistiremos a la tempesta entre mamá y papá - les digo a las maletas. Claramente no me responden porque son maletas, pero bueno, se lo he contado. Miro otra vez el móvil y veo que ha pasado un minuto, así que me siento donde está mamá a esperar a ver si llega papá...
Una hora más tarde...
-¿Crees que llegará? - le pregunto a mi madre, que está mirando el canal de cocina.
-Seguro que llega, tranquila - me dice sin quitar ojo del guiso que están haciendo en la tele.
-Pero... ya van a ser las 12:00. ¿Y si le ha pasado algo? - le pregunto, mirando otra vez el móvil.
-Pero te ha dicho que había tráfico - me responde otra vez tranquila
-Pero...
-¡Silvia! Ponle algo o me vas a dejar como una magdalena - me espeta.
-Vale... - le digo, sorprendida por su cambio de humor, pero de repente suena el timbre y se me llena la cara con una sonrisa.
-Pues no hacía falta, ¿ves...? - dice apagando la televisión y yendo hacia la puerta. De repente dice:
-Hola, Richard... - lo dice lo más apagada posible y él dice:
-Hola, Valeria... - dice entrando al pasillo. Lo primero que veo es su pelo rubio y sus ojos azules, que he heredado de él, aunque me hubiese gustado tener el pelo rubio y no moreno. Salto del sofá y corro a abrazarle.
-¡Hola, pequeña! - me dice sonriendo y le abrazo mientras le digo:
-Tengo dieciséis años, no cinco, papá... - le digo mirándolo a sus ojos azules y a mi madre riéndose atrás.
-Vale... ¿mi pequeña grande? - dice y me pongo a reír.
-Vale - le digo riendo. Cojo las maletas y él me mira de arriba abajo.
-¿Te vas de viaje de lujo? - dice ahora él riéndose.
-Ja, ja, ja, no mamá, que piensa que tengo que llevarme la casa entera - bufo mirándola y ella sonríe y dice
-Que te lo pases bien, cariño - dice abrazándome y me susurra - No te vuelvas loca con Richard. - Yo pienso: "Otra vez el nombre de Richard, no puedes decir papá'." Y le susurro:
-No, mamá... y tú no te hartes de magdalenas cuando no esté - le susurro.
-Ja, ja - y me suelta. Papá y yo salimos de casa y oigo que dice:
-¡Que os lo paséis bien! - grita, y la ignoro porque todo el barrio nos mira. Mi padre coge las maletas y las pone en el coche. Yo subo y miro por la ventana; mi madre ya estaba dentro y pienso: "Seguro que está mirando cómo se hace el guiso."
Cuarenta y cinco minutos después...
-¿Estás bien? Llevas todo el rato sin hablar - dice mirando la carretera a mi lado.
-Sí, bueno, cuéntame de tu novia, ¿cómo se llama? - le digo, cambiando de tema.
-Se llama Melinda, es muy buena mujer, así que compórtate cuando estemos en la casa de verano - me dice aparcando en una tienda.
-¿Por qué aparcas? - le pregunto mirando la tienda.
-La casa de verano está a dos calles y Melinda tiene... eeeh - intenta decir.
-Papá, ¿qué pasa? - le pregunto ansiosa.
-Que tiene dos hijos... y uno de ellos es Daniel, el mayor. Bueno... Dan trabaja aquí para conseguir dinero para un coche que se quiere comprar y vengo a recogerlo - dice el
Yo me quedo paralizada y pienso: "DOS HIJOS". Pestañeo dos veces cuando veo que el chico entra al coche. A la parte de atrás tiene el pelo negro y rizado, con unos ojos verde botella. Parpadeo tres veces y me giro a mirar la ventana porque estoy roja como una fresa, pero creo que ahora soy roja como un tomate. Y de repente papá dice:
-Dan, ella es Silvia, Silvia, él es Dan - dice mirándonos a los dos. Y él secamente dice:
-Hola.
Yo me giro y le digo:
-Hola, encantada. Tenía ganas de conocerte a ti y a tu hermano - le digo y me vuelvo a girar. De repente pienso: "Pero, ¿qué digo? Si solo llevo un segundo sabiendo su existencia." Y susurro:
-Cállate, conciencia, cállate.
Y mi padre se da cuenta y dice:
-¿Qué dices?
Yo me pongo aún más roja como un pimiento rojo y le digo
-Que tengo ganas de ver la casa de verano - le pongo una excusa y él empieza a decir:
-Hemos cambiado un montón de cosas, las paredes, las decoraciones, los baños... los hemos cambiado un montón... - y de repente desconecto de todas las cosas que me está contando y solo pienso: "¿Y si mi padre y la chica se casan? Ellos serán mis hermanos.
"Conciencia, cállate que exploto"
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El verano de las decisiones [1#]
Fiksi RemajaLos padres de Silvia están divorciados y ambos tienen la custodia de ella. Por eso, cuando es verano, tiene que ir a la casa de verano de su padre Richard, donde está su novia Melinda y sus dos hijos, Dan y Alex.