Capítulo 3

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- Me estás ignorando? – preguntó Kokonoi a su supuesto mejor amigo, quien estaba metiendo sus útiles escolares dentro de su mochila sin mucho cuidado

- No – respondió directamente, cosa que hizo enojar al de cabello azabache

- No?! Inupi, hace meses que no salimos juntos!

- Eso no es verdad

- La última vez que hicimos algo divertido fue en Halloween y estamos en Junio! – alegó con el ceño fruncido

- Koko, nos reunimos una vez a la semana para hacer tareas y charlar, no me vengas con que no hacemos nada juntos

- Pero no es lo mismo! Te la pasas saliendo con ese idiota que conociste en la iglesia! Incluso fuiste a verlo a cantar en Navidad!

- Primero, era algo importante para él y no podía defraudarlo. Segundo, te invité y no quisiste acompañarme

- Para qué iba a ir?! Ni siquiera lo conozco y no soy religioso. Además, esas fechas son para pasarlas en pareja y hubiera sido incómodo salir contigo esa noche... – finalmente Seishu le dirigió la mirada, una que dejaba en evidencia su enojo y el creciente rencor que tenía con él desde hacía un tiempo

- Claro, pero si te hubiera invitado Akane, hubieras aceptado sin pensar!

- Obvio que sí! Ella me gusta! – el rubio suspiró cansado poniéndose la mochila a la espalda, pasando a su lado sin ganas de seguir hablando – Hey, a dónde vas?!

- A casa. Mis papás no están y quiero aprovechar para jugar al Animal Crossing o mi hermana volverá a quitármelo... Creo que se está obsesionando muy fuerte con él – afirmó dejando el salón, sorprendiéndose de que el de ojos rasgados lo siguiera – Qué?

- Puedo ir contigo?

- Es un juego de un solo jugador y va de hablar con tus vecinos. Dudo que te divierta

- Me da igual, sólo quiero pasar el rato contigo – por mucho que siguiera enfadado, Seishu no podía negar que esas palabras lo hacían feliz

Salieron de la escuela y se fueron caminando en dirección a la casa de la familia Inui, pero como siempre, el más bajo sólo sabía hablar sobre cosas académicas y sus planes para el futuro, cosa que el rubio repudiaba enormemente, no sólo porque fuera aburrido, sino porque él no tenía ni idea de qué iba a hacer con su vida, consolándose en el hecho de que al menos le quedaban muchos años para tener que elegir una carrera y empezar a trabajar

- Hajime! Hajime!! – llamó una voz familiar al de cabello azabache; los dos se dieron la vuelta y vieron a Akane acercándose a ellos rápidamente – Hace tiempo que no te veía con Seishu. Vas a tu casa?

- Ah, no, yo-

- Quieres ir conmigo a la biblioteca? Hay un libro que me gustaría que leyeras – preguntó ella y conociendo ya la respuesta, el menor de los Inui aceleró el paso, dejando a ambos atrás. Los oía hablar a sus espaldas, pero como no le interesaba nada de lo que salía de sus bocas, siguió caminando ignorándolos lo más que podía, deseando llegar pronto a casa para hartarse de frituras mientras jugaba a algo, lo que fuera

- Seishu, podrías aprender algo de él – le habló directamente su hermana y el rubio hizo un gesto de desagrado

- No, gracias – respondió de forma escueta poco antes de llegar a la bifurcación del camino – Me voy a casa – dijo tomando el camino a la derecha, alejándose de ellos

- Hasta mañana – se despidió Koko con tono alegre, cosa que le molestó

- Adiós – contestó lo más seco que pudo, empezando a correr para poder aislarse del mundo en la casa vacía que llamaba hogar

Gracias por... (Tainui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora