Prólogo

18 0 0
                                    


Hace 3 años:

Lo que más recuerdo son los gritos y el olor a alcohol característico de el.

Sentía tanto miedo de acercarme, de siquiera respirar y llamar la atención de su enojo. Por otra parte necesitaba hacer algo para frenar la situación, sabía que si tiraba esa puerta la golpearía como lo hace siempre.

Pero presentía que había algo mas, que esto no era como siempre, esto era peor. Me di cuenta que mi presentimiento era acertado cuando grito:

-Abrís la puerta o te mato.

Se me helo la sangre, lo haría, la mataría, quise llorar. Pero estaba paralizada al verlo sacando un arma. Quería hacer algo pero no respondía mi cuerpo, mi pecho empezó a latir, mis manos a temblar.

Y cuando callo la puerta y vi el arma en su mano.

No se como explicar lo que paso, todavía es confuso para mí, hubiera querido usar la cabeza, pensar con claridad y intentar frenar la situación mediáticamente.

Pero la realidad es que cuando tocas fondo, uno solo piensa en proteger a quienes ama.
Así que sin pensar, actuó mi impulso de sobrevivir. Arrebate el cuchillo en mi cocina y sin darle tiempo a advertir mi presencia, lo hice.

Hice aquello que marcando el fin de una etapa, me marcó para siempre.

Al ver lo que había hecho y como me miraba con los ojos abiertos en su cara de horror llena de lágrimas. Sentí como me bajaba la tensión, pitaban mis oídos y me desvanecí.

¿Me odiara ahora?
Fue mi último pensamiento antes de que todo se oscureciera y solo escuchara a lo lejos la sirena de la policía.

La marea que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora