Diez

24 3 5
                                    

"El eco de lo que fue"

— Feliz cumpleaños, mis gemelos favoritos — escuché a mamá despertarnos a Jean y a mi mientras entraba a la habitación. En sus manos sostenía dos bandejas con nuestro desayuno favorito, no pude evitar sonreír cuando la vi con eso.

Habíamos decidido el día anterior venir a casa de mamá para pasar este día, Jean estaba emocionado y no quería quitarle esa expectativa que tenía. Era muy temprano, teníamos clases a las ocho de la mañana ya que el profesor Erwin no podría asistir hoy por supuestos asuntos personales, al igual que el profesor Levi. Yo pienso más bien que se casaran por civil, a mi no me engañan, esos son más que amigos.

— Somos tus únicos gemelos, mamá — escuché a Jean hablar desde la litera de abajo, mientras yo bajaba por las escaleras para sentarme junto a él. Mi madre reía y nos pasó unos gorritos de cumpleaños, uno rosa y uno azul. En ellos veían escritos nuestros nombres con vinil dorado y un pompón sobresaliente en la punta.

— Muchas gracias, mami. — dije abrazándola, y dejando el desayuno en la mesita de noche a mi lado.

— Saben que siempre serán mis niños, no importa lo que pase.

Luego de decir eso ella salió, dejándonos solos a Jean y a mi mientras comíamos nuestro desayuno que contaba con fruta picada, un batido de fresa y varios panqueques con sirope de maple. Mi teléfono vibró. Un vacío en mi pecho se hizo presente, con el; unas cuantas lagrimas cayeron en el plato de mi comida. Era papá.

— Nick, ¿Que sucede? — cuestionó mi hermano preocupado — Oye, no llores. — añadió, dejando de lado su comida de lado para abrazarme.

— ¿Puedo decirte algo?

— Claro, eres mi hermano.

El suspiro y colocó su barbilla en la coronilla de mi cabeza mientras me apretaba más a su pecho. Esto realmente era lo que necesitaba, nunca fui de demostrarle constantemente cariño a mi gemelo, pero tampoco nos odiábamos. Aveces era lindo tener un hermano.

— Vas a sanar, Nick. Vas a sanar porque te ríes con el alma, porque eres de corazón noble, porque la vida tiene algo mejor para ti. — artículo, para luego hacer una pausa corta.— Hay tantas razones por la que una persona como tú, tiene que sanar. Pero para mi la más importante, es porque te lo mereces. — Finalizó. Dándome una sonrisa reconfortante, que hizo de mi pecho vacío y frío, uno cálido y lleno de esperanza. Tal vez este día no sería tan malo.


Los libros hoy se sentían tan pesados como las miradas de las personas en los pasillos de la secundaria. La razón por la cual me observaban de esa manera era desconocida para mi, pero luego del incidente con Eren y el escándalo que armó era algo de esperarse. Me sobresalte cuando una mano se posó en mi hombro mientras yo abría mi casillero.

— ¡Feliz cumpleaños a mi pelirroja favorita en el mundo mundial! — chilló la rubia a mi lado, en sus manos sostenía una caja pequeña que parecía ser de una pastelería.

— Si no decías que soy tu pelirroja favorita íbamos a tener problemas. — sonreí de lado, dejando libros dentro del casillero.

— ¡Traje esto para ti! Estoy segura que te encantará, se cuanto amas a Taylor Swift. — dicho esto, ella abrió la pequeña caja dejando ver un pequeño pastel con el título de mi canción favorita de la cantante. "You're on your own Kid".

— Te amo, te amo, te amo. — salte hacía a ella, no sin antes dejar el pastel con los libros para abrazarla. Aunque yo era más alta que ella, no me importo y me guinde abrazándola fuertemente. Historia, era esa persona que día a día se ganaba mi corazón.

𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐚𝐬𝐭 𝐬𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫 -Porco Galliard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora