Raíz

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Naruto caminaba por la base de Raíz mientras observaba a su alrededor y escuchaba las indicaciones del shinobi que lo guiaba.

- Esta es tu habitación, vas a compartirla con Sai. Mañana tienes una reunión con Danzo sama para tus misiones y entrenamientos.

El hombre se fue y Naruto entro a la habitación. No era muy pintoresca y carecía de verdadera personalidad pero eso no podía importarle menos a Naruto.

Se acostó en la cama vacía y miró al techo pensando en su pequeño hermano Menma.

Noto la presencia de su compañero en una esquina de la habitación, no se veía tan diferente a el. Tenía el pelo negro al igual que sus ojos y en sus manos sostenía un pincel junto a un pergamino y estaba muy ocupado dibujando o escribiendo algo.

No parecía dispuesto a romper el silencio y Naruto tampoco así que la habitación permaneció igual.

O por lo menos hasta que unos minutos después entro un pequeño niño de cabello celeste.

- ¡Sai nii! ¡Sai nii!

El pelinegro dejo lo que estaba haciendo y le volteó a ver, para luego decir con una voz calmada.

- ¿Si, Shin?

El pequeño saltaba alegremente y le dijo.

- Ya puedo empezar con mis estudios ninjas, ¡ya tengo 7 años!

Sai puso una mirada de sorpresa falsa y dijo.

- ¿Enserio? ¿No es la siguiente semana?

El pequeño inflo sus cachetes con molestia y dijo.

- ¡Sai nii! ¡Es hoy!

El contrario soltó una pequeña risa y le revolvió el cabello.

- Ya, ya, si lo sé. Conseguí permiso de Danzo sama para llevarte a un lugar especial mañana, antes de salir de misión.

La mirada del niño se iluminó y dió otro salto antes de sacar algo de su bolsillo y observar tímidamente a Sai.

- Toma.

Le tendió una pequeña hoja y ahí si, el mayor se sorprendió de verdad.

- Se supone que debes recibir regalos, no darlos.

Dijo suavemente, pero acepto la pequeña hoja y la desdobló con cuidado mientras el pequeño hablaba, está vez en tono muy bajo.

- Pero tú no tienes cumpleaños y no podía esperar para dártelo. Me esforcé mucho en el, no se compara a los tuyos, pero espero que te guste.

Sus mejillas se colorearon de un rosado muy fuerte mientras miraba hacia otro lado, luego de decir eso.

Sai aún observaba la hoja en sus manos y después de un momento la cerro. Puso otra vez la mano en la cabeza de Shin y dijo suavemente.

- Dibujas horrible.

Naruto y el  pequeño se sorprendieron por lo dicho y a Shin ya se le salían las lágrimas. Pero en eso la suave mano de Sai limpio sus mejillas y siguió hablando.

- Pero está muy hermoso.

Shin se sorprendió y limpio sus mejillas, observo a otro lado avergonzado y solo ahí cayó en cuenta de la otra persona en su habitación.

- ¿Ya tienes compañero, Sai nii?

Cunado el pelinegro iba a responder, el niño ya se había acercado hacia Naruto.

- Yo soy Shin, un gusto.

Le dijo y Naruto le regreso a ver, su sonrisa era inmensa y le recordaba mucho a Menma.

- *Naruto nii, vamos a Ichiraku. ¡Por favor!... Naruto nii, mira, ¡Sasuke me enseñó esto!... Naruto nii... Naruto nii*

Alargó su mano hacia el cabello del niño y le dió una leve sacudida.

- Soy Naruto.

Se dió media vuelta en la cama sin notar la mirada desconcertada del infante.

- Shin.

- ¿Si?

- Anda a tu habitación, ya mismo se hace de noche y te van a volver a castigar si te encuentran deambulando tan tarde.

El pequeño asintió con la cabeza y dió un.

- Buenas noches, Sai nii, señor Naruto.

Y se fue.

La habitación volvió al mismo silencio del antes y Naruto se levantó para dirigirse al baño.

No sé cambió de ropa y simplemente se lavo el rostro antes de volver a acostar.

- No es mi hermano.

Fue lo que dijo Sai y Naruto le regreso a ver. Seguía enfrascado en su pintura y no le dirigía la mirada, pero sus labios seguían reproduciendo palabras.

- Shin, fue abandonado y yo lo encontré hace algunos años. Lo traje a Raíz y conseguí el permiso para mantenerlo aquí, no se convertirá en un ambu aquí. Mañana tengo que ir y dejarlo en la academia con un jutsu que suprime sus recuerdos.

La voz se le quebró un poco al final de la oración y Naruto podría jurar que iba a llorar.

- Creo que tienes experiencia en eso, ¿no?

Sai por primera vez le dirigió la mirada y Naruto no respondió, se dió media vuelta y cerro sus ojos.

- Buenas noches.

Oyó como el otro también se dirigía a su cama y la luz se apagó. Cerro sus ojos y fue hacia su subconsciente, no entendía que había de familiar con ese chico, pero se sentía raro alado de el.

*   *   *

- Ya para, gaki. Aunque estes por poco y desesperado no puedes ir a ver a Menma, así que será mejor que te calmes.

Dijo Kurama quien observaba con diversión a su jinchuriki caminar de lado a lado sin dejar de pensar en su hermanito.

- Ya se, Kurama. Pero es difícil, quiero ir a verlo.

Naruto suspiro y se sentó en el suelo, observo su mano y volteo a ver a Kurama.

- Aún no tenemos ni una pista de por qué me veo así aquí.

Había pasado años intentando que su apariencia en su subconsciente cambiara pero no podía y esa bola de energía seguía allí en el centro. Atrayendo a Naruto que no podía tocarla ya que salía disparado hacia atrás.

- Gaki, tienes muchas cosas en la cabeza. Mejor déjalas para despues, de nada servirá preocuparte.

- Siempre me lo dices.

- Por qué es la verdad, mira no hay respuesta para eso ahorita. Mejor concéntrate en que mañana nos toca ir con ese mal nacido que seguro nos pondrá algún sello y yo lo voy a remover.

Kurama se estiró un poco y dijo.

- Vas a tener misiones y no volverás a ver a tu hermano en un futuro próximo, asi que mejor ya olvídate por ahora y concéntrate en el problema actual.

Naruto frunció el ceño.

- Lo dices como si fuera fácil, nunca has pasado por esto.

Pero en ese momento Naruto se dió cuenta de que había escogido mal sus palabras al ver la mirada enfadada del zorro.

- Kurama yo...

- Sabes que, ya olvídalo, has lo que quieras. Te intenté ayudar, por qué me sentí igual cuando me separaron de mis hermanos y a ellos no los he vuelto a ver en siglos. Pero como siempre, tu tienes la razón así que mejor duérmete y sal de aquí.

Kurama le dió la espalda y se acomodo en sus patas ignorando todas las siguientes palabras de Naruto.

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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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El hijo de Bills y WissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora