Historia hecha por: guyNumber23
El amor es algo muy complicado. Cambia la forma en que vemos el mundo que nos rodea y nos empuja más allá de nuestros límites. Pero hay una delgada línea entre el amor ardiente y la obsesión loca, y Uraraka Ochako pu...
¡Hola de nuevo queridos lectores! Espero que no hayan esperado demasiado. Bueno, pues otro día, otro capítulo. ¡Sigamos con la historia!
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Las pruebas de una rana
3am.
Para esa hora, todos en los dormitorios de UA Heights Alliance estaban durmiendo pacíficamente, descansando para otro día en la famosa escuela conocida por poseer el mejor curso de héroe que había.
Todos excepto cierta chica con un Quirk de rana.
Asui Tsuyu tenía los ojos bien abiertos y marcas ligeramente oscuras debajo de ellos, una clara señal de que no había estado durmiendo demasiado en un tiempo.
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La razón de ello, puedes adivinar, era un compañero de clase en particular, Midoriya Izuku.
Desde la noche en que su amiga Uraraka la dejó inconsciente a ella y a sus otras amigas y las ató, usando su Quirk para que nadie intentara escapar y se arriesgara a flotar como un globo, le costaba mucho dormir.
No fue por el 'secuestro', sino por lo que sucedió después. Asui vio como Uraraka, una de sus mejores amigas, se puso en modo yandere y, a falta de una mejor palabra, abusó de sus amigas y de ella.
No solo eso, tuvo que observar cómo Uraraka se transformaba en otra persona y le hacía lo que descubrió que era una mamada a nada menos que Midoriya.
Y lo peor es que no podía apartar la mirada de ello.
La hacía sentir enferma, y eso también podía ser porque estaba boca abajo y con efecto de gravedad cero en su cuerpo.
De todos modos, la imagen nunca abandonó su mente, ya sea durante las clases, en el entrenamiento de héroe, en su tiempo libre y lo peor de todo, en sus sueños.
Plagaba su mente y no la dejaba descansar ni un poco, hasta el punto de que estaba afectando directamente su vida en su conjunto.
Uraraka era un recordatorio constante de esos recuerdos, por lo que cada vez que su amiga entraba en la misma habitación que ella, sentía un escalofrío recorrer su columna vertebral, y Asui sentía como si dejara escapar un sonido extraño si alguna vez se atreviera a abrir la boca.
