Capítulo 26.1: El lagarto rompió la contención (Parte 1)

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Holaaa, queridos lectores! Ha pasado un tiempo... Reconozco que últimamente he estado descuidando las historias pero también se me quedó atascada una idea, y me llevó más tiempo escribirla de lo que pensaba. En fin, menos excusas, más historia. ¡Seguimos con el capítulo!

El lagarto rompió la contención

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El lagarto rompió la contención

Llegó una nueva mañana, el sol se alzó majestuoso en el horizonte, bañando esta tierra con su luz dorada, atravesando la rendija de las cortinas y golpeando sus ojos con precisión láser. 

Midoriya se apartó de los molestos rayos de luz, solo para escuchar su alarma y apagarla automáticamente. 

No tuvo mucho sueño de calidad anoche debido a que cierta chica de cabello naranja vagaba por sus pensamientos. 

No es que fuera su culpa, él se metió en todo este lío. ¿Cómo explicarle a su ya grande harén que acaban de conseguir una nueva chica?

"Ugh... ¿debería escuchar más a Ochako y dejar de interactuar con otras mujeres...? ~bostezo~ Tal vez sea demasiado pronto para pensar en ello"

Se levantó todavía medio dormido y se puso perezosamente su ropa de entrenamiento. No tenía ganas de seguir su rutina matutina pero un pequeño paseo después del desayuno le vendría bien para despejarse. 

Así que fue a la cocina y se preparó un café, saliendo al exterior, donde el aire frío le rozó la cara. A medida que se acercaba el invierno, los días se volvían más fríos. 

Sin embargo, hoy el cielo estaba despejado, sin una sola nube a la vista. El adolescente verde caminaba sin rumbo por el campus, sin prestar atención a nada en particular cuando sonó su teléfono. 

Lo cogió y vio un mensaje.

Anoche se sintió como un sueño~

Buenos días cariño

No pudo evitar sonreír ante el mensaje de texto de Kendo. Podría ser muy pronto, pero ella le agradaba. Además, sentía un poquito de orgullo por haberle dejado una "primera impresión" así.

" Está bien, puede que tenga talento o algo así. Pero no debería presumir demasiado, Nemuri seguramente haría algo para 'ponerme en mi lugar'. Oh, bueno, así ha resultado mi vida".

En algún lugar, una bella dama de cabello oscuro estornudó. La joven rubia que la acompañaba se preguntó si se habría resfriado.

El día transcurrió con normalidad. Todos se despertaron y desayunaron, se dirigieron al edificio principal y comenzaron las clases. 

Midoriya había estado en esta situación muchas veces antes, con algo yendo y viniendo por su mente mientras Aizawa daba la lección, pero esta vez no estaba tan ansioso. En realidad se sentía relajado. 

"Dulce y linda obsesión verde"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora