Historia hecha por: guyNumber23
El amor es algo muy complicado. Cambia la forma en que vemos el mundo que nos rodea y nos empuja más allá de nuestros límites. Pero hay una delgada línea entre el amor ardiente y la obsesión loca, y Uraraka Ochako pu...
*La puerta se abre, usando un mono de All Might* ¡ESTOY AQUÍ! Hola queridos lectores. ¿Pensaron que me olvidé de actualizar? Bueno, un poco, honestamente.
Este capítulo me tomó más tiempo del que pensé que lo haría, pero aquí está, por fin. Pero para compensar la demora, es prácticamente el doble de largo.
Chico, la cantidad de trabajo que tuve... Un dato curioso, la última parte del capítulo la escribí mientras escuchaba 『Freek'n You』 (Jojo's Vento Aureo ED), así que dale una oportunidad si quieres. En fin, ¡a la historia!
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Prueba de verde
"Entonces, ¿cómo te fue?"
En el momento en que Izuku entró al balcón después de saltar de pared en pared para llegar a su habitación, muchas manos lo arrastraron adentro y casi lo arrojaron a la cama.
Las chicas de su harén que vivían bajo el mismo techo que él lo miraban con ojos inquisitivos y ansiosos, lideradas por nadie menos que Ochako.
Aunque no tenía nada parecido a una "chica principal", la morena siempre era la primera en actuar, quejarse y, a veces, estallar de ira cuando algo le sucedía.
Dicho esto, Izuku sintió un poco de miedo de cuál sería su reacción una vez que les soltara la noticia. Respirando profundamente, el chico esmeralda se preparó para ser castigado o algo así.
"No se lo dirá a nadie. Y, sobre lo que preguntó... sí, es lo que estás pensando"
El aura oscura se encendió.
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"Voy a matar a esa perra". No estaba seguro de qué era lo más espeluznante: la forma normal en que Ochako lo decía, la amplia sonrisa que tenía o la forma en que la luz de la luna solo iluminaba un lado de su rostro. Sí, todo el conjunto era realmente aterrador.
—Ochako, calmémonos un momento y pensemos, ¿de acuerdo...? —Le tomó la mano mientras la morena ya se dirigía a la puerta.
—Está bien Deku-kun. Nadie buscará cuerpos en el espacio. —Una vez más, su tono casi alegre hizo que un escalofrío recorriera su columna vertebral.
