Historia hecha por: guyNumber23
El amor es algo muy complicado. Cambia la forma en que vemos el mundo que nos rodea y nos empuja más allá de nuestros límites. Pero hay una delgada línea entre el amor ardiente y la obsesión loca, y Uraraka Ochako pu...
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Uraraka corrió por las aceras como un corredor en las Olimpiadas. De todas las posibles razones para descubrir dónde estaban los dormitorios 1-H, esta era la peor con diferencia.
Sus ojos ardían de intensa ira, pero al mismo tiempo su rostro reflejaba miedo, casi desesperación, de hecho.
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No se atrevía a imaginar qué podría estar pasando con su Deku mientras desaparecía. Habían pasado dos peligrosas horas desde su última respuesta a Yaoyorozu, y al menos media hora desde que Ashido lo vio y luego lo miró con una mirada loca.
¿Qué podría pasar mientras tanto? ¿Qué podría hacer URARAKA con él en ese momento? Se apresuró, si era posible ir aún más rápido, y tras ella la siguió el resto del harén, tan preocupado y enojado como la morena.
Una vez que los ojos marrones se encontraron con el cartel que decía 1-H, Uraraka hizo un giro brusco, dirigiéndose hacia la puerta del edificio.
Entró, respirando agitadamente y mirando a su alrededor frenéticamente. A diferencia de sus dormitorios, no había ni una sola alma viviente en la sala común y el silencio era tan absoluto que se podía escuchar una pluma cayendo al suelo.
Bueno, había UNA alma viviente, que también era la fuente de algo de ruido.
La figura de un pequeño adolescente con cabello corto de color amarillo claro, ojos redondos con marcas debajo de ellos que avergonzarían a Aizawa, se asomó de su asiento en el sofá una vez que escuchó a alguien atravesar la puerta.
Sus ojos escanearon el área y encontraron la intensa mirada de Uraraka, luego, inmediatamente, algunos engranajes cambiaron en su cabeza.
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