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Un par de días habían pasado después de la última reunión de la ToMan y desde entonces Katsumi nunca estaba sola. Siempre era su hermano, alguno de los capitanes o hasta el mismísimo Mikey quienes estaban con ella para evitar que le pasara algo malo. Ese día era el turno de Mitsuya.
Ambos se encontraban en la casa de este, él preparaba la comida y ella jugaba con las hermanas menores del capitán de la segunda división. Tenía una gran conexión con las pequeñas ya que en muchas ocasiones Katsumi ayudaba a Mitsuya a cuidarlas cuando alguna de las dos estaba enferma.
—Quedate con nosotras para siempre —pidió Luna mientras Katsumi le hacía dos coletas.
—Me gustaría pero no creo que podamos vivir todos juntos. ¿Dónde dormiré? —le siguió el juego la pelinegra mientras Mana la abrazaba por detrás.
—Puedes dormir con mi hermano.
Al escuchar eso, tanto Katsumi como Mitsuya quedaron atónitos y algo avergonzados. Sabían que era una niña que no sabía lo que decía pero no pudieron evitar imaginarse cómo sería tal situación.
—Ella tiene su propia casa, Luna —explicó su hermano mayor con una sonrisa nerviosa tratando de desviar el tema —Su madre la extrañaría si se quedara con nosotros.
—También mi hermano. Ese cara de popó no puede vivir sin mí pero no te preocupes, intentaré venir más para jugar con ustedes —añadió Katsumi terminando de peinar a la menor la cual sonrío victoriosa al escuchar las palabras de la amiga de su hermano.
Aunque ambas niñas se fueron a la sala la incomodidad entre Mitsuya y Katsumi no desapareció. En algún momento de su vida, Takashi Mitsuya se había sentido atraído por la pelinegra ya que era amable e innegablemente hermosa pero sus sentimientos desaparecieron al darse cuenta que ella estaba enamorada de Mikey así que solo pudo verla como una amiga. Ahora incluso podía considerarla su mejor amiga.
La incomodidad se esfumó cuando unos fuertes golpes en la puerta los interrumpieron. Mitsuya le pidió que retrocediera haciendo un ademán con su mano mientras que Mana y Luna abrazaban a Katsumi con temor. Al abrir la puerta esperando lo peor, Mitsuya se encontró con Mikey y Draken cargando a un inconsciente Takemichi.
—¿Pero qué pasó? —cuestionó al verlos tan agitados.
—Moebius nos atacó durante nuestra reunión —explicó Peyan entrando a la casa.
—Katsumi, que bueno que estás aquí. ¿Puedes atender a Takemichi? —pidió Draken dejando al mencionado en el suelo con sumo cuidado.
—Por supuesto. Luna, cariño, ¿Podrías traerme el botiquín que tienen en el baño? —la pequeña asintió, tomó a su hermana de la mano y ambas fueron por lo que les pidió Katsumi.
Mientras tanto, la pelinegra inspeccionaba a Takemichi. Rápidamente pudo darse cuenta que tenía varios raspones y sangre en el rostro.
—¿Lo golpearon en la cabeza? —preguntó mientras revisaba que las vías respiratorias estuvieran despejadas.
