Capítulo 12

20 0 0
                                    

Margot

-¿Vas a decirnos qué te pasa?

Lucia mira a Manuel cuando escucha su pregunta, con seriedad.

-No me pasa nada.

Rodo los ojos.

-¿Por nada nos respondías con monosílabos y estás de mal humor? -intervengo-

Lucia suspira y por fin nos cuenta.

-Eh, no. Solo...vi al chico con otra.

Conozco a mi amiga. Debió haber pasado algo más, porque no se pondría tan mal por eso si no eran pareja. Incluso traga saliva.

-¿Qué más pasó, Lu?

Se le ponen los ojos llorosos y Manuel nos presta toda su atención.

Por eso tomo su mano, debajo de la mesa.

Entonces recuerdo cuando hice eso con Amelia y oculto una sonrisa.

-Volvió a besarme y no quería.

Manuel y yo intercambiamos una mirada, más preocupados y continua:

-El estaba con...sus amigos, supongo. Y empezó a acercarse e insinuarme cosas frente a ellos. En un momento sucedió y...le seguí la corriente.

-¿Por presión? -deduzco-

Su silencio sirve como respuesta.

Observo la forma en que pestañea, como conteniendo una lagrima.

Manuel también se da cuenta de eso, dado que, extiende su brazo y le acaricia el hombro.

-Y en este momento, sumando a que lo vi con otra chica , no me siento bien con esa decisión.

-Te lo dije, Lucia, ese chico... no tiene ni idea de lo que hizo. Y de lo que se perdió. -Murmura Manuel-

-Si, pero siempre hay alguien mejor.

Apoyo y miro de reojo a mi amigo.

Pasamos así unos minutos, hasta que me levanto, para animar el ambiente y pedir algo para tomar en la barra de la cafetería.

Termino de hacer eso y siento unos pasos. Giro un poco y me encuentro con Amelia.

No me deja ni saludarla. Dice rápidamente:

-Te preparé un regalo.

Sonrío.

- ¿Qué regalo? -Miro sus ojos y me cruzo de brazos-

-Cierra los ojos y extiende tu muñeca.

Hago caso y siento como se desliza algo por mi brazo, además de nervios por su cercanía.

Al abrir mis párpados, contemplo el obsequio.

Es una pulsera.

Me hizo una pulsera.

Con colores que sabía que me gustarían.

Y un dige muy bonito.

-Yo la hice, para ti -repite mis palabras de cuando le di un señalador-

Eso causa que se me salga una risa y dirijo mi mirada nuevamente hacia ella.

-Gracias, me encanta.

En un acto de valentía, me acerco a ella, tomo su rostro con una mano y deposito un beso suave en la mejilla.

Cuando me alejo, ella está algo roja pero sonríe.

Y me pongo roja yo cuando toma mi muñeca, se inclina como en una reverencia y besa el dorsal de mi mano.

-Es un honor, su majestad. -Dice en broma, haciendo una voz grave-

Yo asiento firmemente, siguiéndole el juego y ella se incorpora lentamente, aún sosteniendo mi muñeca.

Sin embargo, la suelta cuando escuchamos llegar a alguien más.

Giramos nuestras cabezas y vemos a mi hermano.

Él intercala miradas entre nosotras y en la muñeca que sostenía Amelia, en donde está mi pulsera.

Luego aparta la mirada, como si nada.

- Disculpen si interrumpí, pero estaba con Melody y necesito dinero para comprar unos snack y compartirlos...por favor.

Vale, me está mirando a mi.

-Claro. -Respondo y saco unos billetes de mis bolsillos- Ten.

Inconscientemente, regresa su mirada a la muñeca y noto que guarda una sonrisa.

Felipe acepta el dinero y la empleada del bar trae mi orden.

Paso por su costado para retirarme y dice voz baja, de modo que solo yo pueda escuchar:

-Linda pulsera.

Sigo caminando, Amelia me ayuda a llevar los vasos a la mesa.

Tomo asiento, ella saluda a mis amigos y se sienta a mi lado.

Bueno, la mesa es pequeña y cada uno está sentado en un punta, pero estamos cerca y compartimos el vaso que había pedido para mí.

Bueno, la mesa es pequeña y cada uno está sentado en un punta, pero estamos cerca y compartimos el vaso que había pedido para mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te amaría por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora