Ptm, la fiebre empeoró y me dejó durmiendo. En fin, voy rápido porque mi transporte para el trabajo sale a las 5:40, y ya son las 5:25.
Así es, voy a trabajar aún llevándome la verga. Nací por mi madre, moriré por la chamba.
Si nunca nos hubiéramos conocido y te viera hoy por primera vez, me enamoraría de ti.
Otra vez, a pesar de todo.
- Riveria Ljos Alf.
X X X
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Poco después de visitar el restaurante en ruinas de Natalia-dono, Aizu-dono me sugirió regresar a mi posada y comenzar con los encargos asignados a mi regimiento.
Sin importar cuántas veces pregunté, ella no me dijo más sobre la muerte de Natalia-dono, de quien se sospechaba fue de extrema cercanía con Bell-dono. Solo recalcó una y otra vez que fue asesinada por Bell-dono antes de desaparecer.
Tuve que hacerle caso e ir a descansar a mi habitación. Afortunadamente, no fui atacada y amanecí con vida al día siguiente.
Retuve un respiro y caminé hacia el Gremio por la calle desolada de los aventureros. Una que otra vez veía de reojo a indigentes; niños y ancianos, recostando sus cuerpos cansados y desnutridos sobre las paredes desgastadas de las casas.
La situación era más crítica de lo que pensé en un inicio. Esta calle, antes famosa y transitada por innumerables personas, ahora aparentaba ser una versión empeorada de la calle dédalo.
"¿Todo esto pasó por Bell-dono? Me cuesta creerlo, no quiero creerlo".
No podía fiarme de estas personas. Incluso si salvaron mi vida, tal como dijeron, la ciudad en su totalidad me usaría como carnada.
¿A caso estaban tratando de atraer pasivamente a Bell-dono usándome como cebo en fermentación? ¿Querían ponerme en su contra para traicionarlo? Todas las posibilidades eran plausibles.
"Deben estar locos si creen que me pondré en contra de Bell-dono".
Respiré profundamente, sacando las ideas conspiranoicas de mi cabeza. Estaba bien desconfiar, pero tampoco podía sacar conclusiones precipitadas. Cualquiera que fueran sus intenciones, el hecho de salvar mi vida no cambia.
Como guerrera, debía pagar el favor al precio correcto.
Detuve mi caminar y miré al frente. Allí estaba la entrada principal del Gremio, la organización que monopolizaba todo lo relacionado al calabozo.
No sabía de quién pertenecía a la administración, tampoco conocía a ningún otro aventurero aparte de aquella mujer inmoral y Aizu-dono.
También estaba la recepcionista que me brindó información sobre el calabozo y lo que era Orario ahora, Eina-dono.
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Danmachi: Un fantasma en el calabozo.
FanfictionHay un fantasma en el calabozo. No vayas de noche, no vayas solo, porque una vez en sus manos, no hay vuelta atrás. No lo mires a los ojos, no escuches su voz. Cuando el calabozo grita, es seguro, cuando el calabozo está callado, corre sin mirar a...