Capítulo 2 Bienvenidos, Tributos

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La pareja de tributos se acercó a la capital de forma algo diferente, sentados uno al lado del otro. Katniss parecía estar en estado de shock, y su silencio indicaba una falta de comprensión de la situación. Sin embargo, Naruto pudo discernir una respuesta emocional similar en sus ojos, que reflejaba sus propios sentimientos. Toda la experiencia del tren le había parecido desagradable. En contraste con la conducta impasible de Katniss, adoptó una mirada severa y la mandíbula apretada mientras escuchaba el monólogo de su acompañante sobre diversos temas.

"El vehículo puede alcanzar una velocidad de trescientos kilómetros por hora, y los pasajeros apenas notarán la aceleración". Su escolta, una mujer llamada Effie Trinket, declaró con un deje de orgullo en la voz.

"Creo que éste es uno de los principales beneficios de esta oportunidad. Aunque tu tiempo aquí sea limitado, tienes la oportunidad de disfrutar de todo esto".

Katniss se limitó a mirar fijamente a la mujer, aparentemente poco convencida. Naruto, por su parte, identificó la fuente de su frustración. La mujer pareció darse cuenta por fin del incómodo ambiente que había entre ellos, pues Katniss seguía mirándola con expresión distante y la mirada de Naruto pasó de las comodidades del vagón de tren a su rostro.

"Voy a localizar a Haymitch. Seguro que está en el vagón bar", dijo Effie mientras se ponía en pie y se dirigía hacia el vagón de atrás.

Los dos adolescentes del Distrito Doce permanecieron sentados en silencio durante el resto del viaje. Era algo que Naruto normalmente habría preferido, pero en aquel momento consideró necesario informar a Katniss de la situación.

"Su ayuda será de poco valor", afirmó Naruto.

"¿Qué? preguntó Katniss, volviéndose para mirarle.

"No será de mucha ayuda. Es un borracho y nos echará a los lobos por aburrimiento. Confía en ti misma. Ya lo haces, lo mismo que yo".
Entonces Naruto se volvió para apartar la mirada de ella, pero pudo sentir que Katniss le miraba fijamente.

Ambos se volvieron para mirar cuando la puerta de la cabecera del vagón se abrió y un hombre desaliñado salió dando tumbos. Naruto le reconoció fácilmente y no dudó en expresar su desdén al verle. Deteniéndose al oír la burla, el hombre rubio soltó un fuerte suspiro y miró a los dos adolescentes que tenía delante a través de su desordenado flequillo.

"Me gustaría darles la enhorabuena -dijo, asintiendo y sonriendo.

Luego pasó junto a ellos, cogió un vaso y buscó bebidas alcohólicas en la habitación. Se dirigió a las botellas situadas bajo la ventana y las examinó detenidamente durante un rato antes de elegir una y servirse una cantidad generosa. Demostró un alto nivel de movilidad mientras estaba bajo los efectos del alcohol y mostró habilidad para manejar las botellas, lo que indicaba un historial de dependencia del alcohol. Los dos observadores se vieron obligados a limitarse a observar mientras él procedía a llenar su vaso y seguía rebuscando entre los recipientes, abriendo uno ruidosamente y refunfuñando antes de examinar la habitación.

"¿Seríais tan amables de informarme de dónde está el hielo?" preguntó Haymitch a los adolescentes. Le miraron con una mezcla de fastidio y confusión.

"¿Y bien?", volvió a preguntar. Las respuestas que recibió siguieron siendo las mismas, aunque la mirada de Naruto se intensificó ligeramente. Exhaló profundamente y, con un movimiento decisivo, cerró la tapa del cuenco de hielo con un sonoro golpe, haciendo que las botellas que había dentro sonaran unas contra otras. Luego se dirigió al asiento que había frente a Naruto e hizo un gesto hacia él.

"¿Puedo sentarme?", preguntó, antes de tomar asiento sin esperar respuesta.

El trío se sentó en silencio, Katniss seguía mirando fijamente a Haymitch mientras Naruto ponía los ojos en blanco y miraba por la ventanilla cercana, observando el bosque que pasaba zumbando junto al tren.

Naruto - Los Juegos del Hambre: La Chispa de la RevoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora