Capítulo 3 Una buena exhibición

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La sesión matutina inicial de entrenamiento para la próxima prueba de combate en la arena pareció alargarse para Naruto, aunque lo contrario le ocurrió a su compañero competidor del Distrito Doce. Para Katniss, la sesión había terminado en un instante.

La experiencia de Naruto había sido quedarse quieto al principio, mirando el techo de su habitación. Había esperado dormir lo suficiente para prepararse para el entrenamiento y las evaluaciones, pero por desgracia había estado demasiado inquieto como para dormir más de un par de horas aquí y allá. No obstante, cuando llegó la mañana, se sentía razonablemente descansado. Es decir, hasta que fue sometido a la experiencia habitual de Effie Trinket y Haymitch Abernathy. Ambos individuos pusieron a prueba su paciencia de diversas maneras.

Puede que la falta de sueño y la propia capital fueran la causa, pero sintió que su paciencia se agotaba a medida que avanzaba la mañana. Puede que la visión de los Avox le recordara a una mujer del Distrito Doce que había sido condenada al mismo castigo un par de años antes. Su creciente agitación era evidente, aunque nadie cambiaba su forma de actuar a su alrededor, lo que indicaba que controlaba sus emociones mejor de lo que había pensado.

La realidad era que, al igual que Naruto y Katniss, todos estaban preocupados por sus propios pensamientos y, por lo tanto, no prestaron mucha atención a las acciones y al lenguaje corporal de los demás aquella mañana.

Una vez se hubieron puesto los uniformes y se dirigieron a la sala de entrenamiento, Naruto hizo un esfuerzo consciente por observar el entorno, a pesar de sus reservas sobre la ciudad.

Decidió que la ciudad era una combinación de estilos brutales y elegantes. Algunos edificios se parecían a la Sala de Justicia del Distrito Doce, pero estaban más ornamentados. Sin embargo, la mayoría parecían estructuras de los cuentos que sus padres le leían de niño. Supuso que éstas podrían haber sido la inspiración.

Un aspecto de la situación que le resultaba desagradable era la presencia de multitudes adoradoras que se reunían para mirarles y vitorearles mientras viajaban. Las expresiones de felicidad y simpatía real que dirigían hacia él y Katniss sólo servían para reforzar la opinión de Naruto de que aquellos individuos eran ajenos a la realidad de la situación.

Las expresiones de afecto y apoyo le parecieron un tanto desconcertantes. Era evidente que aquellos individuos carecían de los conocimientos necesarios sobre Naruto y Katniss. Además, estaban directamente implicados en el programa que provocaría la muerte de al menos uno de ellos, junto con otros veintidós que participarían en el mismo combate a muerte dentro de unos días. La contradicción entre el amor que le profesaban y su deseo de verlo muerto era exasperante, y no lograba comprenderla. Su único recurso, mientras sentía que se le subía el temperamento, era centrarse en otra cosa.

Por desgracia para ella, Katniss acabó siendo ese algo más. Parecía incómoda, sólo que donde la reacción de Naruto era enfadarse y enfurecerse, la de ella era más bien una completa confusión ante las acciones de aquellas personas de aspecto inusual. Sin embargo, Naruto podía ver el resentimiento oculto que ella les guardaba tras sus ojos, y eso resonó en él. Así que, sin mediar palabra, simplemente le puso una mano en el hombro y compartió una mirada con ella.

A pesar de la ausencia de comunicación verbal, los dos tributos parecían entenderse. Se dirigieron al centro de entrenamiento con expresión neutra.

Al llegar, procedieron a esperar a los concursantes restantes. Naruto aprovechó el intervalo para inspeccionar la sala y evaluar los retos a los que podrían enfrentarse. Parecía que se había designado una estación para casi todos los posibles escenarios que podrían encontrar en la arena.

Identificó algunas zonas que evitaría hasta la fase de evaluación. No se sentía inclinado a demostrar sus habilidades de lanzamiento de cuchillos o de combate cuerpo a cuerpo en presencia de otros concursantes. Además, había numerosas secciones que no eran de combate, como una zona de trampas, una demostración de preparación de alimentos y limpieza, y un ejercicio de identificación de venenos. El abanico de opciones era un tanto abrumador, y dudaba que, incluso con casi dos semanas para explorarlas, pudiera utilizar por completo todas las diferentes estaciones. Esto significaba que Katniss y él tendrían que seleccionar las más beneficiosas para aumentar sus posibilidades de supervivencia.

Naruto - Los Juegos del Hambre: La Chispa de la RevoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora