Después de ese día dónde habían tirado sus pertenencias por los pasillos de la secundaria y lo arrastraban hacia un lugar más apartado para nuevamente intimidarlo -cómo si no cansaran de verlo humillado- los abusos habían disminuido un poco. Ya no lo molestaban a cada oportunidad que tenían y hasta parecían ignorarlo de vez en cuándo, esto obviamente le parecía sumamente extraño, pero su cabeza en realidad se mantenía ocupada pensando en otras cosas, en una persona.
En esa cabellera ceniza, ojos abrasadores cómo el fuego y presencia tan deslumbrante...No recuerda haberse sentido tan ansioso cómo lo estuvo esos días. Aunque su naturaleza se basaba en sobrepensar y crearse siempre los peores escenarios en su cabeza, esta vez estaba inquieto al límite.
La revelación que aún se mantenía fresca para él, tal y cómo una herida abierta, ciertamente había sido un golpe profundo a su corazón. Una mezcla de sorpresa, miedo y una extraña sensación de destino, cómo si esto no fuese más que la continuación de la ya complicada relación que había mantenido con Kacchan, era casi cómo si todo en su vida lo hubiera estado guiando hasta este momento ¿Sería acaso lo que estaba escrito para él? Si se trataba de eso ¿Por qué no tenía idea de cómo afrontarlo?. También se preguntaba si todo esto se trataba de una broma cruel del destino, la inmortal declaración y condena que demostraba que nunca podría escapar de la sombra del cenizo.
De la sombra de Kacchan, de la imagen de su espalda frente a él que avanzaba...qué lo había dejado atrás.
No habían intercambiado demasiado por chat en ese lapso de tiempo. No sabía cómo abordar el tema, y aunque intentaba actuar con la mayor normalidad que pudiese, le era difícil. Esa voz en su cabeza repitiendo cosas negativas no se callaba. Daba mil vueltas a la posibilidad de recibir el desprecio de Kacchan una vez este descubriese su identidad cada vez se sentía más real, tenía un profundo miedo de que todo lo que había construido con Kacchan, se derrumbe, él siempre había visto al oji rubí cómo un símbolo de fuerza, alguien que lo había hecho sentir insignificante. Pero ahora sabía que Kacchan lo había visto cómo un igual, que habían compartido una intimidad emocional, pero no podía engañarse a sí mismo, estaba seguro de que si el cenizo hubiese sabido que se trataba de él, jamás se hubiese mostrado de esa forma.
Ya no le quedaban uñas que pudiese morder y las marcas de rasguños en su brazo eran testigos de su ansiedad. Sentía que la situación y la posibilidad de estar junto a quién apreciaba se le escapaba cómo arena entre sus dedos. Se dio media vuelta sobre la cama mientras se aferraba con fuerza a una almohada y empapaba la tela de algodón con sus saladas lágrimas producto de la inquietud de su corazón.
¿Qué pasaría ahora? ¿Qué debía hacer?
Las mismas dudas atacaban la cabeza de un pelicenizo, que observaba con la mirada fija el techo de su cuarto. Inicialmente la revelación de que Mig era Deku lo había llenado de incredulidad. Katsuki siempre había considerado al peliverde cómo alguien inferior, alguien que jamás podría comprender lo que verdaderamente significa ser fuerte. Sin embargo, al darse cuenta de que la persona con quién había compartido sus pensamientos más íntimos, sus miedos y frustraciones, era Deku todo este tiempo, no puede evitar sentir una profunda traición. Se siente expuesto, cómo si todo el esfuerzo que había invertido durante años para construir su fachada de invulnerabilidad hubiese sido atravesada y finalmente, destrozada.
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◤Get online◢ | Bakudeku | [Finalizada]
Romantizm"La vulnerabilidad es de valientes". Había encontrado un refugio en lo que era el anonimato del internet. Después de todo, haber nacido cómo un quirkless en una sociedad que alababa a los héroes lo habían aislado socialmente. En línea se sentía segu...