Advertencia ⚠️ Capitulo largo
Harry apretaba con fuerza el volante de su coche, la piel de sus manos tensándose con cada segundo que pasaba sin moverse. Estaba estacionado frente al hotel, las luces brillantes y el flujo constante de personas entrando y saliendo parecían burlarse de su indecisión. Podía ver la entrada desde su lugar, la puerta giratoria que llevaba a un mundo que alguna vez había sido suyo, pero que ahora sentía ajeno y distante.
Louis lo había citado allí, en ese hotel que había sido testigo de tantos de sus momentos felices, para una última despedida antes de que el divorcio se hiciera oficial. Habían compartido tantas cosas en ese lugar, desde risas hasta susurros íntimos en la oscuridad de la noche. Y ahora, estaban a punto de cerrar ese capítulo de su vida, uno que Harry no estaba seguro de querer dejar atrás en estos momentos.
Un nudo se formó en su garganta mientras sus pensamientos se arremolinaban. ¿Era esto realmente lo que quería? ¿De verdad quería entrar allí, ver a Louis, sentir su aroma que siempre le había envuelto de manera tan cálida, solo para decir adiós? Parte de él deseaba que el alfa lo mirara con esos ojos que siempre lo habían hecho sentir amado, que le pidiera que no se fuera, que lo convenciera de que aún podían salvar lo que tenían. Pero otra parte de él, más racional y consciente, sabía que no podían seguir así, que el dolor que se habían infligido mutuamente ya no podía ser reparado con palabras o caricias.
El peso de la decisión lo aplastaba. Podía simplemente dar marcha atrás, alejarse de allí y no mirar atrás, evitarse el sufrimiento de enfrentarse a lo inevitable. Pero algo en su interior le decía que necesitaba cerrar ese capítulo de una vez por todas, que tenía que enfrentarse a Louis, aunque solo fuera para asegurarse de que estaba tomando la decisión correcta.
Con un suspiro tembloroso, Harry soltó el volante y pasó las manos por su cabello, intentando calmar los nervios que se agitaban en su estómago. Sabía que no podía quedarse allí eternamente, sabía que su aún esposo estaría esperando, y que cada minuto que pasaba, la tensión entre ellos crecía.
Finalmente, con un último suspiro de resignación, el omega abrió la puerta del coche y salió, sintiendo el aire frío de la noche golpear su piel. Sus pasos eran lentos, como si cada uno le costara una eternidad, mientras se dirigía hacia la entrada del hotel.
En la recepción lo recibió una beta con una sonrisa al reconocerlo, pues el matrimonio Tomlinson se había convertido en cliente frecuente, ya que en el restaurante de este hotel fue donde Louis lo trajo a su primera cita, donde hicieron el amor cuando Harry aceptó ser novio, su noche después del baile de graduación donde fueron reyes; también era el lugar donde venían a celebrar su aniversario desde que eran novios y posteriormente cuando contrajeron nupcias.
"Buenas tardes, Señor Tomlinson" saludo cordialmente Rita, sin notar los nervios del omega. "Su esposo lo está esperando, ¿celebrando algo especial?"
«Si, en realidad, nuestra despedida de matrimonio, aunque no sé si eso exista» pensó el omega.
"Algo así, ¿misma habitación?" la beta asintió y Harry musitó un agradecimiento en cuanto recibió la llave electrónica.
Con su estómago hecho nudo y sus manos sudando presionó los botones del elevador, observando como el número cambiaba, acercándolo a su destino.
Las puertas se abrieron y el conocido pasillo fue recorrido por el omega, asimilando que sería. la última vez, pues nunca pensaría en volver aquí, ni siquiera si encontraba a alguien más. Avanzó hasta la última puerta marcada con el 28, el rizado negó con diversión, Louis siempre había elegido esta habitación en honor a la fecha en la que se besaron por primera vez en aquella fiesta, ese número era muy importante para su relación que hasta el castaño lo tenía tatuado en su mano izquierda como recordatorio de su fecha de aniversario.
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X si volvemos - L.S, omegaverse
Fanfiction"Harry y Louis, la pareja cliché y perfecta al ojo público. Sus años de novios y un pedazo de papel del ayuntamiento no bastaron para que ocurriera lo inevitablemente: el divorcio. Ahora, después de tanta pasión y desencuentros, han decidido llegar...