Lo volteo lentamente para comenzar a besar su cuello y por Dios que Harry odiaba que su Omega fuera tan fácil con ese alfa, solo bastaba que lo besara para que el quisiera abrirsele de piernas.
Dios sabe que ha intentado resistir sus impulsos carnales desde el momento en que la discusión escaló al siguiente nivel, pero esa parte que deseosa por tener al alfa dentro de él lo dominó, tal vez por eso, inconscientemente se dirigió a la alcoba de ambos.
Sin embargo, cuando ese alfa ponía sus manos sobre él, todo su ser, tanto su cuerpo como su omega, se unían en una sola entidad. En esos momentos, la pasión desenfrenada tomaba el control, superando cualquier rastro de razón o lógica. Cada caricia, cada beso, encendía un fuego dentro de Harry que consumía cualquier pensamiento coherente, dejándolo completamente entregado a las sensaciones que solo Louis podía provocar.
El mundo exterior desaparecía, y todo lo que importaba era la conexión ardiente y visceral que compartían, una conexión que trascendía lo físico y se adentraba en lo más profundo de su esencia. En esos instantes, eran más que un alfa y un omega; eran dos almas entrelazadas en una danza de deseo y necesidad, donde la pasión siempre prevalecía sobre cualquier otra consideración.
Las manos del alfa recorrieron lentamente aquella camisa de seda que cubría el cuerpo de su Omega y así comenzar a desabrocharla y retirandola del cuerpo del rizado mientras seguía repartiendo besos en el cuello los cuales subieron lentamente para ahora unir sus labios en un beso.
“Dime, aún me quieres lejos” preguntó el alfa separándose bruscamente, tomando con fuerza el mentón del menor “después de todo, estás harto de mí, Harold”
“Cállate y comienza a desvestirte, alfa”
Los orbes azules del castaño centellaron con lasciva, eso es lo que siempre le había llamado la atención del omega, su exceso de carácter, incluso en la cama.
Y es que Harry no era un Omega cualquiera, además de ser hermoso era tan atractivamente demandante, su palabra era ley y Louis estaba listo para hacerla cumplir.
El castaño sonrió antes de agarrar al omega por el brazo y empujarlo con fuerza a la cama, sus movimientos lentos y decididos. Harry cayó sobre el colchón con un jadeo, su corazón acelerándose mientras observaba a Louis con anticipación y deseo.
Las manos del alfa se dirigieron a quitar su corbata, lanzandola a un lado del omega, sus dedos comenzando a desabrochar su camisa blanca, botón por botón, deshaciéndose al mismo tiempo del pantalón y sus boxers dejando a la vista ese abdomen que aún conservaba gracias a los entrenamientos del soccer y su ya despierta hombría.
No sabía en qué momento se habían dessecho de sus zapatos ya que era increíble todo lo que podía lograr aquel alfa solo con tan poco, sus bragas ya comenzaban a sentirse húmedas, debido al lubricante que comenzaba a salir lentamente, mientras que su Omega estaba completamente enloquecido, pues sabía lo que se avecinaba y le encantaba.
La anticipación era un dulce tormento que recorría su cuerpo, haciéndolo temblar de deseo. Su respiración se aceleró, sus labios entreabiertos dejaban escapar pequeños gemidos que sólo incrementaban la tensión en el aire.
Cada movimiento del alfa parecía calculado para llevarla al borde, para mantenerlo en un estado de constante expectativa.
Cuando al fin el alfa se acercó, su presencia lo envolvió por completo. Sentía su aliento caliente en el cuello, provocando un escalofrío que recorrió su columna vertebral. Las manos del alfa recorrían su cuerpo semidesnudo, sin preverlo el alfa tomó su corbata y con una mirada le ordenó al omega que levantara sus manos por encima de la cabeza.
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X si volvemos - L.S, omegaverse
Fanfic"Harry y Louis, la pareja cliché y perfecta al ojo público. Sus años de novios y un pedazo de papel del ayuntamiento no bastaron para que ocurriera lo inevitablemente: el divorcio. Ahora, después de tanta pasión y desencuentros, han decidido llegar...