Prólogo

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En la bulliciosa preparatoria de London High, los pasillos resonaban con el eco de risas, susurros y el inconfundible murmullo de las vidas adolescentes entrelazadas. En esta comunidad estudiantil, los viernes por la noche tenían un significado especial, cuando el campo de fútbol soccer se iluminaba y la escuela se transformaba en un hervidero de emoción y esperanza.

Eran los reyes aún no coronados de London High. Él, Louis Tomlinson, el Alfa carismático y atlético capitán del equipo de fútbol soccer, era la personificación de la popularidad. Con su sonrisa deslumbrante y esos ojos azules que podrían atrapar a cualquiera sin importar la casta. Su capacidad de juego era asombrosa, a pesar de ser de primer año, su récord en el campo era difícil de superar, no había partido que el equipo no ganase sin ayuda del alfa.

Es por eso que a nadie sorprendió cuando Jake, le cedió el título de Capitán cuando se graduó el hace unos meses.

Tomlinson tenía a todos bajo su hechizo. Los alfas querían ser como él, y toda la casta omega estudiantil... bueno, los omegas soñaban con él.

Mientras, Harry Styles, que tan pronto había llegado a finales del ciclo anterior había sido nombrado nuevo capitán del equipo de porristas, era la contraparte perfecta de aquel alfa de ojos azules. El omega contaba con una gracia natural y un espíritu inquebrantable, Harry lideraba a sus compañeras con entusiasmo y dedicación. Sus encantadores hoyuelos y su cabello rizado lo hacían destacar, pero era su pasión y determinación lo que realmente lo definía.

Realmente Louis contaba con una personalidad que enganchaba a cualquiera, incluso a Harry Styles el capitán del equipo de porristas, se podría decir que fue un flechazo a primera vista.

El destino, caprichoso como siempre, tenía planes para ellos. Después de la primera victoria del equipo de fútbol, en la que Louis debutaba como capitán, una fiesta de celebración se organizó en una de las casas más grandes del vecindario. La música resonaba, las risas llenaban el aire y la emoción del triunfo lo envolvía todo.

La buena vibra fue la principal compañía de aquel gran número de estudiantes, mientras Harry charlaba con sus compañeros y compañeras de equipo, están planeando la manera de acercarse a aquel atractivo alfa.

Y un juego como el de la botella sería el indicado...

Aunque claro, los planes de Harry se vieron frustrados por una pelinegra que se interpuso en su camino, sentándose en el lugar perfecto para que la botella los uniera en alguna ronda.

Sin ánimos, se dejó caer a lado de una de sus compañeras y el portero del equipo. Tras unas cinco rondas la suerte benefició a la pelinegra, que casi brincó de alegría cuando le informaron que era el turno de un reto.

"Te reto a que me des un beso" expresó la omega con una sonrisa reprimida mientras mordía sus labios. Las bullas de los alfas del equipo que se encontraban ahí no se hicieron esperar.

El rizado exhaló con frustración y sus ojos reflejaban su irritación. "Este juego es muy estúpido", dijo mientras se levantaba molesto de su sitio, abandonando el círculo donde todos estaban sentados.

Tan absorto estaba en su frustración que no se dio cuenta de que un par de ojos azules lo observaban, siguiendo cada uno de sus movimientos ágiles y gráciles.

Se dirigió escaleras arriba para alejarse del bullicio, tratando de evitar a las parejas que tenían sexo a la vista de todos, algo en cierta forma desagradable por los aromas entremezclados que le producían náuseas.

Sin pensarlo dos veces, salió del lugar para despejar su mente. Se dirigió hacia una de las habitaciones vacías, buscando un espacio para pensar y aclarar sus ideas. Y es que, por Dios, tenía que calmarse. ¿Era acaso celos lo que sentía?

X si volvemos - L.S, omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora