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Algunos días pasaron tras aquel suceso. Y aunque no habían visto más al azabache, Sonic no dejaba de comentar lo fascinante que fué cuando Shadow desapareció en el aire. Lo repetía tanto, que los demás comenzaban a preocuparse por el estado y comportamiento tan raro del cobalto.

—¡Fué increíble! Hizo "puf" y desapareció —comentaba sentado en el sofá con una gran y amplia sonrisa, recalcó el gesto de "puf" alzando los brazos.

—Ajá, increíble... —contestó el zorrito que lo estaba escuchando atentamente mientras fregaba algunos trastes en la cocina.

Estaban en la casa que compartían entre ellos dos, ya que solían vivir juntos en una misma cabaña

—¿Que pasa, Tails? Estás muy serio —mencionó el azulado alzando una ceja después de escuchar las respuestas secas de su hermanito peludo.

—No me pasa nada, no te preocupes. —respondió mientras terminaba de fregar algunos platos.—Creo saber la respuesta de lo que te voy a preguntar, pero... —tomó una pequeña pausa para pensar si debería preguntárselo o no, ya que no quería que se molestara. Sonic elevó la oreja con curiosidad y miró en su dirección.

—¿Pero? —repitió demandante, curioso por la pregunta.

—¿De verdad que estás bien? Estás actuando muy extraño, amigo. No me hablas de nada más que no sea Shadow por aquí, o Shadow por allá... —le terminó de preguntar mientras fruncía su ceño preocupado. Sonic quedó desconcertado por unos momentos hasta que sonrió y se rió un poco.

Tails no entendió la repentina reacción de Sonic y alzó una ceja para dirigirle una mirada.

—Oh, Tails. ¿Acaso estás celoso?~ —se burló un poco.—Tranquilo, no intercambiaría a mí mejor amigo por nadie. —sonrió, pensando que las preocupaciones del zorro se debían a eso.

Tails negó un par de veces antes de rodar los ojos y seguir fregando.

—No me refiero a eso, Sonic. —reprochó, negando la teoría del azulado.—Shadow y tú os lleváis u os llevabais fatal. No entiendo ésta obsesión tan repentina por él —Sonic alzó una ceja—Sospecho que tiene que ver con el rayo, ya que te empezaste a comportar así cuando te dió. ¿Puedo hacerte un chequeo?

Sonic negó inmediatamente. Al azulado le daban miedo los médicos, por eso los registros de su estado y salud los llevaba Tails. Pero aún así, le seguía dando pánico de solo pensar en los instrumentos que tenía que utilizar para saber su estado. Por eso evitaba los chequeos lo máximo que podía.

—N-no hace falta. —negó su ofrecimiento con algo de nerviosismo.

—¿Seguro?

—Totalmente.

La cabaña se quedó en silencio durante unos segundos, ambos con las miradas fijas en el otro. Hasta que Sonic decidió romper ese incómodo silencio.

—¿Que te parece si jugamos al juego de los hipopótamos? —sugirió el azulado agarrando el mando de la play. Tails suspiró rendido al saber que no conseguiría nada insistiendo y sonrió para luego asentir.

—Está bien, Sonic. Juguemos a los hipopótamos.

 Juguemos a los hipopótamos

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Sweet MistakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora