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Tener a Engfa entre mis brazos es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, probar sus labios es maravilloso y desde ahora puedo afirmar que se han vuelto mi adicción.

-¿Quieres desayunar? -pregunto separando nuestros labios, pero dejando pegadas nuestras frentes.

-Me encantaría... pero tenemos que hablar. -en cuanto termine de decir eso se escondió en mi cuello. -Eng...

-Char... -me interrumpió. -Quiero intentarlo contigo. Quiero que funcione.

-Tenía preparado todo para pedirte que fueras mi novia, pero...

-Lo eche a perder todo por no controlar...

-No fue tu culpa, tu reacción fue normal al intentar protegerte. De cierta manera te entiendo. -dije sincera acariciando su cintura. - Diana sonó convincente en todo lo que dijo.

-Me dolió creer que estabas jugando conmigo. -soltó acariciando mi mejilla.

-Nunca te haría algo así. Ni a ti ni a Kanya... podría sonar loco, pero ustedes son lo más importante que tengo.

-Hablando de ella ha estado muy triste y cada que la dejo en el colegio y no estabas para recibirla comenzaba con un berrinche para que no la dejará.

-Hoy lo vi y me duele lo que mi estupidez ocasionó. -dije bajando la mirada.

-No fue una estupidez, yo fui la que te lo pidió, la que te dijo que no te quería en nuestras vidas... yo te pedí que te fueras.

-Eso rompió mi corazón... pero dejando eso de lado no quiero hacerte sentir mal. -no era así como tenía planeado pedirle esto, pero las cosas no salieron como yo quería. -No quiero más malentendidos, quiero que te sientas segura conmigo, quiero estar contigo como en estos momentos, pero sobre todo quiero estar en tu vida y en la de Kanya. ¿Quieres ser mi novia? -tenerla sentada a horcajadas sobre mí me pone sumamente nerviosa y mi discurso fue algo pobre.

-Estoy segura de que lo que tenías preparado era hermoso y yo también quiero eso contigo. ¡Claro que sí quiero ser tu novia! -terminó y nos fundimos en un beso que trasmitía lo que no decimos con palabras, un beso que representaba cariño, confianza, seguridad y amor. Un amor que comienza su historia de la cual espero que sea larga y duradera.

Durante el desayuno hablamos de su trabajo, de que aún conservo el mío y también lo feliz que se pondrá Ella al verme de vuelta. Pero también hablamos de un tema muy importante.

-Eng... -inicié, pero me vi interrumpida por su hermosa voz.

-Me encanta como has decidido llamarme. -dijo sacándome una sonrisa.

-Sé que tal vez esto no te va a gustar, pero me temo que deberá ser necesario por al menos un tiempo.

-¿De qué hablas? -preguntó con curiosidad.

-Sobre nuestra relación, eres la madre de una de mis alumnas. -vi su cara al entender que lo teníamos que esconder. -No quiero ocultar lo que tenemos y si me preguntan no lo voy a negar... -lo que le iba a pedir ni tenía caso. -Al diablo...

-¿Que dices? -me arrodillé a lado de su silla.

-No me importa nada. Ni siquiera perder mi trabajo y si tengo que dejar el colegio prefiero mil veces hacer eso... dejarlo que esconderte. -le dije mientras paseaba mis manos desde sus piernas hasta su cintura. -Te quiero y jamás te pediría algo así.

-También te quiero... te quiero y gracias, gracias por no querer esconderme porque yo tampoco quiero hacerlo, no quiero esconderte de nadie ni siquiera de mi hija y quiero que ella sea parte de esto. -no estoy segura si lo que me dice lo estoy entendiendo bien. -Si sé que dije que al principio solo seriamos tú y yo, pero no quiero que Kanya se prive de la felicidad que yo vivo a tu lado, quiero que ambas compartamos nuestro tiempo contigo.

La mamá de mi alumna(Adaptación Englot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora