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Le quite la camiseta dejando expuestos sus lindos pechos que desde ese momento tenían mi completa atención, me senté sobre la cama para que ella también pudiera sacarme la camiseta que me presto.

-Eres hermosa. -dije separándome de sus labios. -Mi hermosa Eng...

Los besos siguieron su rumbo por su cuello hasta llegar a su seno izquierdo donde lo atendí con mi boca mientras el otro era atendido por mi mano. Nos di la vuelta quedando debajo de mí, antes de descender por su cuerpo volví a sus labios que son mi adicción.

-Te quiero. -susurre contra sus labios. Volví a tomar camino por su cuello, pero esta vez sin detenerme a atender su pecho, llegué al inicio del elástico de su pequeño short.

-¡Mamá! -un grito de Kanya ocasionó que nos levantáramos de golpe. Le di su camiseta y me coloqué la mía. Cuando terminé, ya no estaba en la habitación.

No sabía si quedarme aquí o ir con ella. En parte le dije a Kanya que mañana estaría aquí, pero otra parte no sabía si era correcto o si ella entendería por qué a esta hora de la noche estoy en su casa y, peor aún, en la cama con su madre. Salí de la habitación y la suerte estaba de mi lado, Eng cerró la puerta de la habitación de Kanya después de entrar. Logré llegar a la sala sin ningún inconveniente. Varios minutos después, escuché de nuevo la puerta de la habitación de Kanya, y unos pasos se aproximaban. Eng bajó las escaleras y me dio una mirada de confusión.

-Creí que la llevarías a tu cama y no quería que me encontrara ahí -dije cuando estaba a mi lado-. No quiero que se confunda.

-No tiene que confundirse, estoy segura de que ella estará feliz cuando le digamos que somos pareja -dejó un beso en mi mejilla-. Preguntó por ti; le dije que aún estabas aquí y quiere verte -eso me sorprendió; esa pequeña ya es muy importante en mi vida-. ¿Quieres venir? -asentí de inmediato, tomó mi mano entrelazando nuestros dedos y me llevó con Kanya.

Ver los ojos asustados de Kanya me rompió el corazón, y haré todo lo que esté en mis manos y más para que ella no sufra, al menos no con nosotras a su lado. Me recosté con ella, la apapaché durante unos minutos, y después se quedó dormida.

Varios minutos después, salimos dejando una lámpara que iluminaba el techo con estrellas y la luna como protagonista. Regresamos a la habitación ya sin intentar nada; el momento había pasado y solo recostó su cabeza en mi pecho mientras paseaba su mano por mi abdomen. Le di suaves caricias en su cabello y se quedó profundamente dormida.

Ha pasado una semana desde esa noche que dormí con ellas, en esa casa. Una semana en la que, en varios sentidos, nuestra relación se ha fortalecido. Engfa confía en mí, aunque en un par de ocasiones se ha puesto celosa debido a que dos madres del colegio se me han acercado más de lo normal o me han tomado de la mano. Fuera de eso, todo marcha bien. En cuanto a Kanya, ella aún no sabe de la relación que tenemos Eng y yo, pero todas las tardes las paso con ella mientras Eng está en el trabajo. Jugamos con sus muñecas, vemos películas e inclusive hemos ido al parque a jugar al fútbol; ella es realmente buena en eso y estoy segura de que, si es persistente, disciplinada y lo hace por amor, podría ser una gran futbolista.

Hoy es el último día de clases de esta semana. Kanya y yo estuvimos preparando una cena especial para Engfa. Es 7 de octubre y es su cumpleaños, el primer cumpleaños que voy a pasar a su lado y al de Kanya. Por tal motivo, quiero que sea especial, que tenga un bonito recuerdo de esto; hacerla feliz es mi objetivo.

-¡Kanya, vamos! Tenemos que ir a buscar a mamá al trabajo -dije saliendo de la cocina y llamando la atención de mi pequeña que estaba viendo una película.

-¡Vamos! -gritó emocionada. Le arreglé el moño que tenía en su coleta, que combinaba con su lindo vestido color amarillo de flores. Durante mis compras en estos días para esta cena, lo vi en un aparador y no dudé ni un segundo en entrar a la tienda y comprarlo. En el momento en que lo vi, mi mente viajó a Kanya y que se vería perfecta y hermosa con él.

La mamá de mi alumna(Adaptación Englot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora