La muerte de Viserys, representó una gran tragedia; no solo para la familia Targaryen, o para el reino en general. Sino que fue el detonante, para que Rhaelyn empezará a vivir un infierno.
Durante varias lunas, su matrimonio con Daemon fue de maravilla. Si bien ella tenía claro que no era perfecto, él jamás mostró ningún rasgo de esa tóxica personalidad, con ella. Si, Rhaelyn tenía claro que Daemon muchas veces desaparecía para irse a burdeles y más, pero no le prestaba mayor atención.
Pero, todo esto cambio después de la muerte de su hermano.Tal vez, una parte de Daemon aún anhelaba quedarse con el trono, y por ello, estuvo junto a su hermano durante su lecho de muerte. Pero cuando Aegon ascendió al trono, las cosas se volvieron muy oscuras en Daemon.
Todo ese rechazo que sentía por su sobrino, se convirtió en inmenso odio y resentimiento. Etapa en la cual, pudo notar la cercana relación que había entre Rhaelyn y él.
Entonces, tomó una decisión, irse de la fortaleza roja junto a su esposa y su hijo.Para Rhaelyn fue un reto abrumador, ya que toda su vida la vivió ahí, toda su familia estaba ahí, Aegon estaba ahí. Pero supuso que era lo mejor, empezar su vida en otro lugar, junto a su esposo y su hijo. Pensando que sería mucho mejor, beneficioso para su relación. Y la verdad… no podía estar más equivocada.
Daemon había cambiado su trato hacia ella, se había vuelto más frío y distante. Igualmente esa faceta amorosa que presentó para con Daerion desde su nacimiento, se fue diluyendo. A veces, simplemente ignoraba al niño, como si no existiera. Pasaba muchísimo más tiempo fuera de casa; y cuando regresaba, con el nivel etílico en su sangre alto, era Rhaelyn quién recibía los malos tratos, los insultos e incluso algunos jalones y empujones, sin contar las incesantes sesiones íntimas.
Cada día, salía más de sus casillas empujando a Rhaelyn a un espiral de desesperación, debido a su actitud, sumado a las responsabilidades que tenía para con Daerion.
Una noche; sin saber que marcaría un antes y un después, Rhaelyn decidió relajarse en la biblioteca luego de haber dejado durmiendo al pequeño Daerion. Al momento de regresar a sus aposentos, encontró a Daemon bastante irritado por no encontrarla ahí.
Rhaelyn tiró mano de lo que alguna vez fue, esa mujer independiente y que no se dejaba pisotear por ningún hombre, sin importar su parentesco o relación. Así que le enfrentó directamente, cuestionándole sobre su actitud, sobre su trato a ella y la pequeño príncipe.
Pero esto, solo enardeció a Daemon quién no podía aceptar que una mujer, su mujer, le hablara de ese modo.
Jalones, empujones y un par de bofetadas en dónde Rhaelyn cayó el suelo, fueron solo el inicio de esa noche terrorífica.
Cegado por la ira, ofendido, y manejado por el alcohol en su sistema, arremetió contra Rhaelyn, rasgando violentamente su camisón y sometiéndola a su dominio.
Era posesivo y agresivo, no le importaba cuanto ella implorara, cuanto lloraba, él no cedía.El punto de la desesperación en Rhaelyn llegó, cuando escuchó a Daerion llorar desesperadamente, era un llanto desgarrador, como si pudiese sentir la agonía de su madre.
Rhaelyn imploró misericordia a Daemon para poder ir con el bebé, pero este ni se inmutaba. No fue hasta que prometió total sumisión, que Daemon la dejó ir con niño, bajo su vigilancia.
Y luego la obligó a cumplir ese voto se sumisión una y otra, y otra vez.
Poco antes del amanecer, después de que Daemon cayera rendido ante el cansancio, Rhaelyn tomó la decisión más arriesgada de toda su vida; escapar junto a su hijo.No sabía a dónde iría y como lo haría. Ese era uno de los pocos momentos en los que se lamentaba no tener un dragón como todos sus hermanos o sobrinos. Estaba por su cuenta, y con el medio de que Daemon pudiese encontrarla.
Una intensa caminata por el bosque la llevó hacia una cabaña abandonada en la que podría pasar parte del día con Daerion, ya que sabía que Daemon la buscaba, podía ver a Carraxe sobrevolar a lo lejos.
Se encontraba perdida, solo con las fuerzas para intentar poner a salvo a su bebé. Fueron un par de días dando vueltas por aquel bosque, muerta de miedo por lo que sea que pudiese pasar, con no muchos más recursos que algunas mantas para el bebé, y un poco de agua que ya se iba agotando.Al amanecer del tercer día, la presencia de un viejo campesino que en su juventud fue cazador, y que también reconoció a Rhaelyn como la princesa, fue su salvación. El hombre no solo fue su guía para regresar a Kings Landing, fue su escolta y protector. Le consiguio agua, comida y un lugar a donde pasar esa última noche antes de emprender el día de camino más largo.
La final de ese día, ya estaban entrando en Kings Landing; ella completamente abatida, con laceraciones y algunos golpes causados por el escape y todo el camino. Pero dejó orden para que el hombre fuera recompensado.
Algunas doncellas se hicieron cargo del pequeño príncipe, mientras ella fue llevada a sus aposentos para que pudiese asearse y descansar.
Y fue ahí cuando sucedió el encuentro con Aegon, quién mostraba más que preocupación en su mirada, sin poder imaginar el infierno por el que ella había pasado. Verla así, era como una puñalada para su corazón. Se reprochaba a si mismo el haber dejado que ella saliera en primer lugar, de la fortaleza roja, o yendo más allá, el no haber objetado su matrimonio con Daemon.Él mismo, dejando a un lado sus labores reales, fue quien se hizo cargo de ella, incluso, fue quien se encargó de limpiar sus heridas, de vestirla y darle de comer para que luego descansara.
Aegon le había hecho una promesa; cuidaría de ella, tal y como ella lo hizo tantas veces cuando él la necesitaba. No dejaría que nada ni nadie le hiciera daño, ni a ella, ni a Daerion, menos cuando existía la posibilidad que ese pequeño fuera su hijo.
Él la amaba, y haría todo lo que estuviese a su alcance, y quizás más, para mantenerla a salvo, protegerla y hacerla su reina.
ESTÁS LEYENDO
El Susurro del Dragón
Fanfiction"Lo que se forja en el fuego, a veces se quema en la traición." En el corazón de Westeros, donde el fuego y la sangre moldean el destino de la realeza, la princesa Rhaelyn Targaryen se enfrenta a la lucha de ser un espíritu libre en un mundo de rígi...