Solos

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Cuándo Carol salió por la puerta de su hogar pretendiendo defender a Alexandria, solo quedaron él junto al silencio adentro y los gritos ante las masacres afuera.

Se preocupó mentalmente por su grupo, aún que su cerebro solo proyectaba a su novio luchando, con miedo, apuñalado o...

Sacudió su cabeza esperando que esos pensamientos intrusivos escapen de allí, Tomando el arma posicionándose atras de un muro.

Escuchó la madera que separaba el afuera, mientras se llenaba de valor y salía de su escondite con el arma en la frente de quién haya entrado.

Enid.

Se dieron un abrazo ante la preocupación del vivir y sólo justo cuándo el miedo entró a su cabeza por ser descuidado, se escondieron en la estructura que los separaba de la entrada del hogar.

Charlaron un poco, puesto a que desde que tuvo ese inconveniente no pudieron charlar adecuadamente de las cosas que le espantaban, del afuera más que nada.

tuvo que hacerle entender a enid que seguian protegidos, que eran fuertes para luchar incluso con gente débil, o eso quería imaginar con el fin de protegerse de los malos ratos que su mente le hacía pasar.

No lo pudo explicar bien, el sentimiento sólo surgió, se acercó a Enid frunciendo el ceño, mientras dirigía señas a las ventanas, se asomaron con temor, con valentía.

🧟‍♀️🧟‍♀️🧟‍♀️

Ron suspiraba pesadamente sobre un arbol, no sabe en que momento invadieron Alexandria, sólo supo que Sebastian corrió por su lado contrario, Perdiendolo en el camino.
Claro, él se encontraba agitado al ser perseguido por el mismo psicópata hace unos quince minutos. Agarró aire y con las esperanzas nulas al ver la casa de su novio tan silenciosa, el temor corrió por su sangre, no tenía expresión.

No pudo pensar más, sólo el mismo tipo siguiéndolo una y otra vez, sus piernas se sentían gelatinas, cansadas.
Agarró fuerzas empezando una especie de carrera de vida con el asesino que se encontraba muy cerca.

Pensó en pette, en su madre, en Sam, en mikey, en enid, Pensó en Carl.

Sus piernas se movieron solas ante el último pensamiento, solo reza, por que su novio se encuentre bien, que era lo más probable.

Se acerco tanto a la casa, tanto cómo el hombre a él, cuándo sus piernas empezaron a fallar sólo pudo ver a su novio con un arma en sus brazos, disparando en la pierna al hombre que ahora sufría desconsolado en el suelo.

—¡no me mates, por favor, no me mates!

Y ron se sintió pésimo porque la mirada de su novio se dirigió a él, ahora debía de terminar con la vida de alguien, tenía la decisión en sus manos.

Estuvo a punto de responder, pero el invasor sólo trato de atacar a su novio, quien forcejeo hasta que el hombre estuvo tirado en el suelo.

Ron lo hizo.

Mató a un hombre, su cuchillo se enterró en la cabeza del desconocido rápidamente, fue cómo un flash que sucedió tan rápido, entró en un estado raro. Se sentía culpable, pero al mismo tiempo estaba ahí, vivo, mirando a Carl que luchó por él.

Carl se abalanzó sobre el iniciando un beso desordenado, que no duró mucho gracias a que el Castaño se separó de manera rápida.

—Entren, nos debemos proteger—. Dijo esa voz conocida, entonces miró por adentro de la casa encontrando a una Enid preocupada, solo eso.

—No.

Respondió dándose la vuelta, actuando de manera imprudente.

El oji-azul tomó de sus muñecas haciéndolo voltear.

—Vuelve, entremos.

—Mamá, Sam, no puedo dejarlos a su suerte.

Carl lo miró angustiado, tenía razón por una parte, pero ¿como le explicaba que se podía poner en riesgo tan solo mientras se dirigía a su casa? No podía permitir eso.

—No te lo quiero impedir, sólo, quédate, déjame protegerte.

Bastó ver esos hermosos ojos para entrar rápido a la casa del menor mientras cerraban todas las formar de apertura.

Desde el momento en que entró sintió el ambiente raro, tenía miedo por enid y carl. Sacudió esos pensamientos ilógicos que entraban en su cabeza.
Luego, recordó que esa misma tarde Carl lo encontró abrazando a Sebastian.
Era sin duda, una situación que se podía malinterpretar de cualquier manera, seguro era por eso.

Trataría de hablarlo, solo quiere expresarle a su novio que Sebastian se encontraba contándole su historia, fue un momento Casual, en un lugar casual, Pero sabe por sucesos pasados que Carl sobrepiensa de manera constante los sucesos que pueden llegar a herirle. Sólo lo soltó, para evitar problemas.

—Carl, lo de hoy, lo que pas-

fue cortado.

—No es momento, no ahora Ron, ¿si?— Tomó una mejilla y la ahueco en sus manos mientras depositaba un breve pico en los labios del castaño.

Se quedaron encerrados cuidando a Judith hasta que el silencio invadió Alexandria.
No más gritos de tortura, solo silencio.

Todo habían acabado, sin embargo, no sabía si Jessie estaba bien, si Sam estaba bien.

Carl logró identificar la preocupación que expresó en su rostro, actuando de por medio.

—Dejaré a Jud con Enid y entonces podemos ir a comprobar que todo esté bien.

Solo asintió, se sentía tan perdido.
Estuvo a punto de morir.
Mató a una persona, que trató de matar a Carl. Y no Quería sonar como un maldito psicópata pero la sensación cambio al verlo de esa manera, no sentía culpa, sintió alivió al saber que Carl seguía ahí, Ahora solo quería saber como estaba su familia.

Salieron con cuidado, su novio iba con el arma cargada en el brazo acechando con la mirada los puntos ciegos de dónde podía llegar a salir un loco.
Se veía guapo. No era el momento.

Cuándo llegaron al porche de su casa avisó antes de entrar, pero en respuesta recibió un:

"Quedate afuera Ron"

Carl le hizo unas señas notorias que contradecían a su madre pero aún así siguió al oji-azul hasta la cocina, Observando a su mamá.
matando a una mujer.

Suspiró con miedo, con seguridad, con confianza.

Ayudaron a Jessie a pararse e despejar su mente ya que seguramente era la primera persona que mataba.
Como él.

—¿Dónde esta Sam?

—Escondido.

Asintió esperando una respuesta, un comentario, algo de su madre que nunca llegó.

—Creo que es hora de que me vaya, ya que están todos seguros—. Ron lo miro de reojo.

—te acompaño hasta la puerta.

El recorrido fue nulo, casi inexistente, Pero los dos sabían porque estaban ahí, tenían un asunto pendiente que charlar, y así lo harían, como adolecentes responsables.

—Estaba abrazando a Sebastian porque me contó, que todo su grupo murió antes de llegar aquí. Tenía un hermano menor y a sus padres, lo perdió todo. Solamente quise consolarlo y entiendo si te molestó en algún momento, prometo, no volver a hacerlo.

—No fue el abrazo Ron, simplemente creo...— Cortó avergonzado por lo que iba a decir, sonaba tan tan celoso—Que él lo hizo con otras intenciones.

—Oh... no, no me había dado cuenta.

—No.

El silencio soltó la seriedad de los jovenes haciéndolos estallar entre risas sin sentido, sin razones.

—Yo— Volvió a hablar— Con Enid no pasa nada, digo, somos amigos y sé lo que piensas de ella pero ahora es distinta, solo confiemos, ¿si?

—Si, Amor.

Notó balbucear a el menor mientras sus mejillas se tornaban de un carmesí tímido.
—Solo, si quieres, puedes dormir estos días en mi casa, solo, es que estoy solo entonces, me da desconfianza.

—No tienes que inventar excusas, estaré allí en la noche.

Infinity • RarlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora