Felix es un periodista conocido por destapar los secretos más oscuros del mundo del espectáculo y Hyunjin, el enigmático guitarrista de la banda más famosa del momento, es su nuevo objetivo.
Pero, ¿Qué ocurre cuando el cazador se enamora de su pres...
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Felix pasó la mano por su cabello castaño, sintiendo el peso de los últimos días acumularse en sus hombros.
Apenas había tenido tiempo para respirar desde que su jefe le había asignado ese nuevo trabajo.
La presión de descubrir la verdad detrás de Back to Tomorrow lo había mantenido con inquietud, pero aún no había logrado concentrarse del todo en la tarea.
Las otras investigaciones que tenía entre manos no le habían dado tregua, y la falta de sueño comenzaba a afectarlo.
Al menos, pensó mientras empujaba la puerta de cristal del pequeño restaurante, la tarde prometía ser un respiro.
Sus amigos mas cercanos, Jisung y Chaeryeong habían insistido en que se reunieran, casi arrastrándolo fuera de su oficina para que despejara su mente.
No podía culparlos; llevaba días sin ver a nadie fuera del trabajo.
El aroma a comida recién hecha y el murmullo de conversaciones lo envolvieron tan pronto como entró.
Localizó a sus amigos en una mesa cerca de la ventana, sus rostros iluminados por la luz dorada del medio dia.
Jisung, con su habitual sonrisa brillante, agitó la mano para llamarle la atención.
"¡Lixxie! ¡Por fin llegas!" exclamó Jisung, poniéndose de pie para darle un abrazo rápido. El castaño claro de su cabello reflejaba los rayos del sol, y su energía era tan contagiosa como siempre.
Felix sonrió, sintiendo que una parte del estrés se disipaba al estar rodeado de amigos.
"Lo sé, lo sé, he estado enterrado en trabajo, gracias por arrastrarme fuera de mi cueva."
Chaeryeong se inclinó hacia él desde su asiento, su cabello negro y ligeramente ondulado cayendo sobre sus hombros.
"Sabíamos que lo necesitabas y además, Jisung no dejó de insistir hasta que aceptaste, así que no tenias opción." la chica sonrió.
Se sentó, dejando que la familiaridad del entorno lo relajara.
Aun así, no podía evitar que una pequeña parte de su mente siguiera dando vueltas a su nuevo encargo.
Ninguno de sus amigos sabía lo que estaba realmente pasando, y él no podía contarles.
Las políticas de su trabajo eran claras: todo debía mantenerse en las sombras, especialmente cuando tu nombre en el mundo del periodismo era conocido como "Yongbok".
Era jodidamente famoso y temido por muchas compañías, pues había desmantelado muchos casos tanto en la industria del entretenimiento como en otros temas, políticos, deportivos, etc.
Al menos agradecía que su verdadera identidad mantenía oculta.
"Entonces, ¿Cómo van las cosas contigo Sungie?" preguntó Felix, queriendo distraerse.
