Chef Díaz y su chef Ríos

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cumpleaños número 20 de mariana
Venezuela

estaba viendo por la ventana, eran las tres de la tarde y Richard aún no había aparecido ni con un "hola amor, feliz cumple pásala excelente". Que haya tenido que venir de emergencia a Venezuela porque mi abuela estaba grave de salud no significaba que el muy gonorrea se tenia que olvidar que tenía novia, me habían felicitado todos pero TODOS, hasta unos vecinos que ni recordaba y el malparido no había aparecido

- Es el quinto mango que te comes- me dijo Gerardo, un primo lejano

- Y? Mejor preocúpate por los manes que se come tú mujer y no por los mangos que me como yo- él simplemente me miró mal y siguió llenando una sopa de letras, mi abuela estaba en su habitación y la hacienda estaba llena con toda la familia, los mosquitos, el calor y el ambiente me tenían de mal humor y la Cherry del pastel es que Richard no me haya llamado o algo

Richard

Mero monte donde vive está gente, me pasó de todo en este perro viaje, no pude sacar un boleto de avión y tuve que venir en avión hasta Cúcuta y luego carro y bus, tenía la raya del culo borrada de tantas horas de viaje, perdí el celular y el calor me estaba desintegrando casi, finalmente llegue a la finca y me recibió la prima de Mariana

- Verga mano y a ti que camión te paso por encima? - me reí saludandola

- También me alegro de verte Marina- ella me guío adentro

- Tu novia tiene un humorsito hoy, no me ahogo en el tanque de agua porque le caigo bien pero o si no, Good Bye Marina- me rei - Si quieres te dejo para que te bañes porque tienes un violín que se toca solo, rexona te abandono

- Eso que es?- Mariana me había dicho algo de eso hace tiempo pero no recordaba que era

- En las axilas, te apestan- ah era eso, me dió pena pero que le puedo hacer, me guío a la habitación de Mariana y se fue, yo me bañé rápido y me puse una camiseta de tirantes y un short y bastante desodorante, baje rápidamente y escuché su voz estaba peleando con alguien

- Pues no hable conmigo, si no quiere hablar conmigo no hable, hable con Marina - me recosté en el marco de la puerta viendo como se chupaba un mango enojada, estaba hablando como Pablo Escobar, eso pasa cuándo la dejo sola mucho rato, se veia series completas de Narcos y las volvía a ver si le gustaban mucho

- Pues yo no es que me muera por hablar contigo maricota, por favor, yo puedo hablar solo, gran vaina hablar contigo- Mariana le lanzó una pepa de mango qué él esquivó - Anda a que el marido tuyo te de huevo a ver si se te quita el mal humor

- Tú anda a darle a la tuya a ver si así haces algo por tu vida- Marina solo me miraba haciéndome señas - A demás yo no necesito.. Richard como le va RICHARD- Me reí cuando me miró y me saludó normal y luego se dió cuenta, corrió hasta mi rápidamente y yo la alcé llenandola de besos - Por qué putas no habías aparecido gran guevon

- Mami me quedé sin celular, pero ya estoy acá, feliz cumpleaños muñeca, se que no es momento para celebrar por eso nada más te traje un regalo- sus ojos brillaron, Marina empezó a grabar y yo la guíe a dónde había dejado mi maleta, Mariana era muy cuidadosa con su cabello y queria una Revlon para cuidarselo , yo como buen servidor se lo había comprado, saque primero el peluche de Remy, de Ratatouille

- NO PUEDE SER- estaba pegando brincos, me había dicho que quería un peluche de Mike wazowski pero el de Remy a penas lo ví me acordé de ella y dije se lo tengo que comprar si o si

- le regalo un chefsito a mi chefsita- ella se rió abrazándome

- Gracias mi vida- yo solo la abrace y Marina estaba impacientandose

CORONÉ | RICHARD RÍOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora