Capítulo 2

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Finalmente, después de una hora, llegamos a la universidad. Gente corriendo para llegar a su clase, desesperados por llegar a tiempo entre los pasillos, mientras mis mejores amigas me esperaban en la entrada del gran "Colegio Innovación".

Me puse la mochila al hombro y bajé del auto. Indi me recibió con un abrazo cálido mientras Blair, absorta con su teléfono, me ignoró.

- ¿Y tú no me extrañaste en estas vacaciones, Cero Drama? -le decía a Blair mientras saludaba a Indi; ese era su apodo, el que yo le había otorgado .

- No, para nada. No te extrañé en lo absoluto -respondió mientras se iba con su teléfono y entraba a la universidad. Indi y yo nos miramos y sacudimos los hombros.

Al pasar un rato, me llegó un mensaje de Blair:

- Sí te extrañé, cansadora de Bombas.

Sonreí al leer sus palabras. Ahí estaba la verdad oculta: Blair podría parecer una roca, pero en su interior guardaba un corazón suave. Escondí mi teléfono para que ningún profesor lo viera y entré a clase, donde me esperaba mi novio, Luke.

Me saludó con un beso en los labios que robó mis pensamientos.

- Hola, señorita cascarrabias.

- Ahora por lo que veo tengo apodos por todos lados, wow, qué sorpresa -digo mientras tomaba asiento

- Estás de coña, ¿verdad Daphne? ¿Estás enojada porque simplemente no te llamé en todas las vacaciones? -dice con el ceño fruncido.

- ¿Y qué crees tú? - respondí mirándolo directamente a los ojos.

- Qué mirada más desafiante, cariño -dice Luke, con una sonrisa coqueta.

- No creas que te voy a disculpar así tan fácil - repliqué desafiando su encanto.

En ese instante, la profesora entró al salón y él tuvo que tomar asiento. Nos dio una charla de bienvenida y, poco después, nos dirigimos al comedor. Tomé la bandeja mientras Blair e Indi caminaban hacia nuestra mesa habitual

Mientras avanzaba por el bullicioso comedor, un chico apareció de la nada, corriendo a toda velocidad. En un instante, se tropezó y, como si el tiempo se detuviera, vi cómo mi bandeja volaba por los aires. La comida se esparció en un despliegue caótico: pasta, ensalada y jugo se mezclaron en el suelo, creando un desastre colorido y desagradable.

El murmullo del público se intensificó; risas y murmullos llenaron el aire. Algunos compañeros se asomaron, divertidos por la escena, mientras otros simplemente se dieron la vuelta, ignorando mi vergüenza. Mi rostro ardía, y el sabor amargo de la humillación se mezclaba con la frustración. Intenté recoger lo que quedaba de mi dignidad y, con un movimiento rápido, me agaché para limpiar el desastre.

- ¡Mira por dónde vas, capullo! -digo limpiando un poco mi uniforme manchado.

- ¿Hablas conmigo? -dice él muy sinvergüenza.

La risa de algunos compañeros resonó aún más fuerte. Sentí que el mundo se cerraba a mi alrededor mientras trataba de contener mi ira. ¿Cómo podía alguien ser tan insensible?

- ¡¿Ves algún otro idiota frente a mí?! -digo, torciendo los ojos con desdén

- ¡Basta! No grites, grasa -dice mascando chicle , como si todo fuera un juego

- No me digas así, soy una dama -replica sintiendo como la ira burbujeaba dentro de mí.

Él se puso a buscar algo alrededor de mí como si hubiera dejado caer un tesoro perdido.

- ¡¿Qué buscas?! -digo cruzada de brazos y con la paciencia agotada.

- A esa dama que dices ser. - Él se echa a reír y va hacia un grupo de amigos que le esperaba.

"Inevitablemente Enamorados"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora