Capítulo 21: La reina del cartel y la princesa de papá

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Advertencia capítulo alto en daddy issues(na mentira)

Narra Lara

Vivos se los llevaron, vivos los quieren, y el sentimiento de lucha por encontrar a sus desaparecidos es lo que motiva a estas madres, ojalá todos levantaran aún más la voz, y los políticos se interesen más por su pueblo, unirse a los narcos es pactar con el diablo fácil de entrar y difícil de salir al igual que vivir.

Miro a Paty subir a la camioneta con otros miembros del colectivo, un tirón en el estómago me revuelve porque me siento traidora, Jhon es un narco, un maldito narco y yo una de las activistas.

Mientras él lucha una guerra con carteles enemigos, trasporta drogas que acaban con la vida de las personas lenta mente, y matan aquellos que se atreven a traicionarlo mismas personas que quizás no tuvieron otra opción y que con el tiempo logran formar una familia, así como Jhon y yo. Una familia que los espera en casa, hijos que hacen dibujos de sus padres o madres que al final terminan desmembrados y en una bolsa, la cual tiran en cualquier lado encalado, incluso hasta en crematorios o pozoleados, dejando a sus familias sin rastro de ellos.

En la vida a veces no importa si tomas la decisión correcta, o mala, al final siempre vivimos en una Guerra Fría, ya sea en feminicidios, o desaparecidos.

Comienzo a caminar para tomar el transporte y dirigirme a la pequeña ciudad para ir a la universidad y preguntar acerca de mi título lo cual ya debería estar, una vez ya resuelto eso voy a la escuela por Hori, pues es un poco de alivio, ya que es casi tiempo completo, entrando desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde y por último vamos a realizar unas compras desde que regresamos no hemos ido a hacer la despensa.

Le hago la parada al trasporte una vez llego y subo a él. Viajo por una hora hasta llegará a la universidad y preguntar por mi título, mi tutor de carrera me informa que hasta dentro de un año me lo entregarán, aún no puedo creer que lo pude lograr.

Escuchar a mi hija decir que su madre es una de las escritoras más conocida y ahora ingeniera me hace demasiado feliz. Vuelvo a transbordar hasta llegará su escuela justo a la hora de salida.

—Buenas tardes, vengo por Hori. —Saludo a la maestra.

―claro que sí, en un momento viene, le quería comentar hoy paso...

― ¡mami! ―solloza activando todas mis alarmas, paso ignorando a todos hasta llegará a ella, la abrazo y cargo, ella se aferra a mí, comenzando a llorar más fuerte. No puedo controlar el hecho de verla mal, así que miro a las profesoras.

― ¡¿Qué chingados le hicieron a mi princesa?!— escucho detrás de mí, mierda.

Narra Jhon

Hojeo el folder en mis manos leyendo el nombre corregido y los datos, antes de llegar al rancho.

―Morrow, aguarda estos papeles, y no dejes que nadie los descubra. ―ordeno mientras él para la camioneta y toma los papeles.

―lo que órdenes. ―obedece, y bajo caminando a mi hermano, quien está encabronado por lo que veo.

― ¡Qué pendejo no tienes el pinche, teléfono en cedido!, ¡¿o qué chingada madre? ―ruge.

―primero le bajas tres rayitas a tu pendejo tono, y segundo que te importa lo que haga o deje de ser, porque hasta donde sé nuestra madrecita ya está en una caja tapizada de diamantes a tres putos metros bajo tierra, y nuestro padre en mi galería. ―evado.

—¿Con qué así son he?, ta bueno, pues —frunce y tuerce en disgusto la boca.

Y aunque no me guste hablarle así a mi hermano, no me puedo dar el gusto que sospeché algo.

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