Ansiedad

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Estacione el auto frente a la ubicación que me había mandado Dost, Jessica se había quedado dormida en el viaje, intenté despertarla pero no respondió así que me bajé del auto.
Camine en dirección a una casa de un piso que parecía bastante acogedora, las paredes por fuera eran blancas, tenía un pequeño pasillo que llevaba a la puerta principal. en el patio predominaba pasto junto a varios pinos y un árbol de manzana. Me acerque a la puerta y toque el timbre sutilmente, lentamente dost abrió la puerta y con un gesto con su brazo me indico a pasar. Por dentro, deja bastante que desear, la pintura de las paredes cayéndose, algunos muebles rotos junto a algunas puertas. Ni bien entras hay una gran sala pequeñita con una mesa  de madera y un florero arriba, además de una televisión. Siguiendo por ese pasillo estaba la cocina, bien estructurada una mesa grande, una heladera, un horno y muchos utensilios de cocina. Más adelante estaban los dos dormitorios y un baño. Pero seguimos caminando, bajamos unas pequeñas escaleras y nos detuvimos frente a una puerta morada con el picaporte amarillo. Dost abrió la puerta, detrás de esa puerta había una sala de investigación, donde hay una mesa gigante con muchas fotocopias y útiles escolares, pasando esa mesa hay tres escritorios con tres computadoras y en la pared del lado derecho hay una pizarra medianamente grande, junto a dos televisiones y en la pared del lado izquierdo, se encontraban cuatro armarios que estaban cerrados con candados y a su lado había otra puerta morada que estaba cerrada también.  
—Te gusta lo que ves. exclamó dost dejándose caer a un sillón grande que está al lado de esta puerta.
—Mi preferencia sexual son las mujeres.
—Te preguntaba por el búnker subnormal.
—¡Ah!, si  dost esta increíble. Ambos nos reímos a carcajadas. Dost se incorporó y caminó hacia una de las computadoras.
—Tengo algo de información. exclamó dost.
—Si miras la casa por fuera está increíble, pero por dentro es horrible. Dost y yo volteamos al escuchar una voz femenina, Jessica lanzó su mochila hacia el sillón y se acercó lentamente hacia nosotros.
—Dost, ella es Jessica, Jessica él es Dost. Ella saludó a él con su mano mientras sonreía.
—No me habías dicho que era tan guapa. Dijo dost mirándome.
—Si te sirve de algo, tú también eres guapo. Exclamó Jessica entre risas.
—Si, tienes razón en eso. Dijo Dost asintiendo.
—¿Esta es tu casa?
Pregunto Ella mientras camina hacia la mesa.
—Se podría decir que si. Respondió él, apoyando su mano en su mandíbula pensativo.
—¿Tienes mas casa?
—No.
—¿Entonces qué piensas?
Pregunte frunciendo el ceño.
—Este gesto me hace ver más atractivo. No pude aguantar la risa y comencé a reírme junto a dost. Jessica nos lanzó una mirada fulminante que nos hizo quedar en silencio.
—Joder Dost, concentrate en el trabajo de nuevo. Dije apoyando mi mano es su hombro. El  volvió a voltearse hacia la computadora, Jessica se puso de pie a mi lado observando lo que dost hacia.
—Escucha te voy a decir la verdad, lo único que hice fue hackear las cámaras del hotel, que están en aquella computadora, junto a la grabación activa de tu celular. El señalo a la nuestra izquierda, yo me acerque hacia la computadora en donde estaba todas las cámaras de hotel junto el celular que deje en la cabaña mostrando imagen en tiempo real.
—¿Solo hiciste esto?
—Si, luego que me llamaste, tuve que gustar todas tus cosas y venir caminando hacia aquí. Yo asentí abriendo mis ojos de sorpresa.
—¿Por qué dejaste el celular grabando en mi cabaña?
Preguntó Jessica.
—Por si alguien rastrea el celular.
—¿Pero no tiene batería infinita?
—Lo sé, pero igual tenemos suerte y alguien va antes de que se apague.
—¿Qué hacemos ahora?
Pregunto Dost mientras se cruza de brazos.
—Haré un mapa conceptual en esta pizarra y luego pensaremos en algo. Dije mientras me acerque a dicha pizarra. Dibuje la silueta de tres personas y anote los nombres, Antonio Tomasset, Erika Nort y Henry Bradford. Luego escribí a la organización que pertenece cada uno, líder de una mafia, participante de la CIA, líder de los naranjas y jefe de la CIA.
—Como pueden ver en la pizarra, estas tres personas son nuestros objetivos— me volteé y vi a jessica cruzada de brazos mirando la pizarra y a Dost miraba la computadora con las cámaras— Yo creo que debemos buscar información y chantajear a Erika. Ella asintió.
—Miren. Dost nos hizo un gesto para que nos acercáramos y así fue.
—¿Qué viste?
Pregunte acercándome a él.
—Un auto frenó fuera de la cabaña. De incline hacia la computadora, el auto era negro con los vidrios oscuros. Dos personas se bajaron del auto que no tenía matrícula, una de ellas era una mujer por su figura física y el otro era un chico pero llevaban máscara. Aunque un detalle llamó mi atención, ambas personas llevaban una bandana roja atada a su cabeza. Luego de un rato las personas desaparecieron del radio de la cámara, lo más probable es que han entrado a la casa.
—Observen cada detalle. Dije sin quitar los ojos de la pantalla. Volvieron a aparecer en cámara, pero esta vez empezaron a hacer un perímetro por fuera de la cabaña. De pronto el celular cayó al suelo, el chico desconocido tomó dicho celular al notar que estaba grabando lo tiró al suelo y le disparó dos veces rompiendolo.
—Quiero que vigiles las cámaras de la ciudad e intentes ver a dónde van ¿Entendido Dost?
—Lo intentaré Jeremy.
—Jessica sígueme. Ella asintió. Camine a uno de los tres armarios, saque dos pistolas y le di una a ella, además de un celular que lo guarde en mi bolsillo.
—¿Qué van a hacer?
Pregunto Dost. mientras caminábamos hacia la puerta de salida.
—Vamos a vigilar una casa, en el caso de que precisemos tu ayuda te llamaré. Corrí hacia el auto y ella siguió mi paso.

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