¡SO BITTER! ─ Kinilani

Chapter ─ III

Eran aproximadamente las 10:38 A.M cuando finalmente una chica albina se levanto aunque lo último que recordaba era haber tenido una pelea con el ex de su amiga y creía que luego de eso se fue a su propia casa, pero cuando vió a su alrededor notó que definitivamente no estaba en su cuarto y menos en su hogar, en primer lugar ya que había dormido del lado de una ventana enorme podría ver que estaba en un piso demasiado alto y al voltear vió un cuarto decorado únicamente con un setup gamer de colores oscuros al igual que el resto del cuarto, pero le dio curiosidad ver como se veía la cama donde estaba sentada desde que se levantó y lo primero de lo que se dio cuenta fue de un chico peli-negro y algunas mechas verdes y amarillas que estaba acostado justo al lado de ella pero dándole la espalda... En serio quería morirse justo en ese momento cuando se percató de que no tenía camisa y como estaba arropado de la cintura hacia abajo rezaba porque tuviera sus pantalones puestos y también aprovechó el momento para asegurarse de tener su propia ropa, y grande fue su sorpresa al notar que no la llevaba, más bien tenía un pijama que a su parecer se veía más como lencería que otra cosa.

Bueno, como era de esperar la chica se levantó rápidamente de la cama para buscar su ropa que no fue muy difícil de identificar ya que era llamativa en ese cuarto que lo más llamativo que tenía era la luz del sol que entraba desde la única ventana que había, pero de igual forma se dirigió rápidamente a la puerta del cuarto rezando para que estuviera abierta y que suerte que lo hizo porque estaba abierta, aunque ahora que recuerda primero tiene que ponerse ropa, definitivamente no iria con un "pijama" que hace que se le vean hasta los pecados, aunque por lo que veía luego del cuarto había una sala así que mejor para ella cambiarse ahí en vez de quedarse ahí con el riesgo de que su probable violador la vea como Dios la trajo al mundo aunque si resultaba ser cierta su hipótesis ya lo habría hecho en la noche. Y sobre su hipótesis, no la culpen, es Latinoamérica, tal vez en su lugar de nacimiento podría ser una persona que amablemente le ofreció dormir en su hogar aunque fuera compartiendo cama pero en ese lugar podría ser más fácilmente un violador.

── ¡Ahhh! ── Grito de frustración luego de haberse cambiado y que resultara que la puerta de salida estaba cerrada y no habían indicios de que la llave estuviera cerca ── ¿¡Donde está!? ──

── ¿Buscas esto? ── De repente escuchó una voz que definitivamente no volvería a olvidar luego de todo lo pasado la última noche ── Te lo daré si hacemos un trato ──

── ¿Tu como estas aquí y tienes eso en primer lugar? ── Dijo aún sin voltear la albina.

── ¿De quien crees que es el apartamento y quien te trajo? ── Pregunto en tono de burla y esbozo una pequeña sonrisa cuando vió como se estremeció la chica ── ¿Y? ¿Hacemos el trato? ──

── ¿De que clase de trato hablamos? ── Pregunto muy desconfiada ya que tenía el presentimiento de que no le hiba a gustar.

── Bueno, solo necesito que te hagas pasar por mi nueva novia hasta dentro de los próximos 10 meses ── Esa despreocupación con la que lo decía asustó a la albina mientras finalmente volteado a verlo.

── ¿Que pasa si me niego? ──

── Lanzo la llave por la ventana y nos quedamos aquí juntos hasta que la muerte nos separe por la falta de suministros ──

── No te atreverías ── Aún así vio que en menos de 5 segundos ya estaba el peli-negro junto a la ventana sosteniendo las llaves en la punta de sus dedo ── ¡NO! ¡ESPERA! ¡LO HARÉ PERO NO LANCES LA LLAVE! ── Grito muy asustada ya que lo último que quería sería pasar sus últimos días de vida junto al chico, aunque luego de de unos segundos se arrepintió rotundamente de aceptar en vez de tratar de alcanzar la llave.