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Narra Abril

Genial! Estoy contratada la Sra. Smith me dijo que podría empezar mañana día Martes. Estoy emocionada y ansiosa a la vez, ya quiero que sea mañana.

La mañana se teñía de un color naranja, el sol salía, en mis ojos se reflejaba ese bello amanecer

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La mañana se teñía de un color naranja, el sol salía, en mis ojos se reflejaba ese bello amanecer. La luz me molestaba así que me volteé y sonó mi alarma.

Ohh Genial, hora de empezar la mañana.

Siempre me costaba hacerlo, pero lo que me motivaba era el primer día de trabajo, una biblioteca, uno de mis sueños absurdos de niña se está haciendo realidad. No era el gran trabajo, pero era algo que disfrutaba hacer, ayudar a los demás y leer libros. Si, definitivamente dos cosas que me gustan unidas en una sola.

Tome un baño y me cambie. Me puse una camisa blanca ajustada y una falda también ajustada de color negro con tacones a juego. Me ate el cabello y me hice un rodete, cayeron mis mechones del fleco, los acomode un poco y me puse las gafas.

Me mire en el espejo.

"Meh, me veo bien, estoy presentable" fue lo que salio de mi boca. Agarre mi bolsa y salí de casa.

Samantha pov

Me levante y como de costumbre hago mi cama apenas despertar.

Lave mis dientes, enjuague mi rostro y luego me bañe, es una rutina de todos los días que siempre sigo por que es importante para mi.

Me cambie y nisiquiera me mire al espejo, baje a la sala a por mi desayuno.

Como esperaba estaba ahí. Mi madre estaba allí tomándose su taza de café, todo normal, como siempre.

Me agradaba que todo sea igual todos los días, es algo que me da tranquilidad y paz. Ver todo como ayer, ordenar cada cosa minuciosamente y que quede perfecta es algo que me tranquiliza.

Tome mi desayuno en silencio...

Me levante y lave la loza que ensucié.

—Samy quisieras acompañarme a hacer las compras— Preguntó con esperanza alguna de que yo romiera mi rutina pero eso no iba a pasar.

Salí de la cocina y negué con la cabeza.

—Iras tus horas diarias a la biblioteca verdad.

—Mjm, justo— Le di la razón

—Bueno, con cuidado. Yo iré a hacer las compras, y luego iré a almorzar a casa de los abuelos— Me informó

—Pero madre yo iré a la biblioteca más tarde. ¿Quien me cocinará?— Cuestioné

—Hija yo no estaré por eso te preguntaba si ibas.

—Yo necesito ir a la biblioteca— Dije

—Lo se, pero yo no estaré para cocinarte.

—Ahg sabes que, mejor vete— Solté enojada.

Subí a mi habitación y me encerré sin querer escuchar razón alguna.

Ahí me mantuve el resto de la mañana, esperando que se hiciera la hora de ir a la biblioteca.

03:24 pm

Genial era hora de ir.

Moría de hambre, pero decidi que no comer nada era la mejor opcion.

Tome mi mochila y la llené con libros que había retirado la semana pasada. Puse uno de mis audífonos en mi oído para escuchar música. Una vez hecho eso cargue mi mochila al hombro y me fui camino a la biblioteca.

Estaba emocionada por ver a la Sra. Valeria, la bibliotecaria del lugar. Esa mujer existía simplemente, era tan callada pero sabía conversar conmigo. A pesar de tener dificultades para hablar, ella siempre encontraba las palabras y mis respuestas eran cortas pero respondía a sus preguntas... Rara vez se daba eso conmigo. Ademas sus recomendaciones de libros son geniales. Cada libro que ella me recomendaba, yo lo tomaba y lo llevaba a casa, no me arrepentía de esa lectura, eran geniales.

Y con relación a mi. No me gusta tener hábitos distintos, no me gusta socializar, odio conocer gente nueva, es algo que simplemente no va conmigo, estar en silencio es algo que me agrada, leer me gusta, escuchar música es algo que amo.
Estudio en casa por que a mi madre no le gusta que conviva con demás gente, por que ella sabe que lo odio, no me siento cómoda estando acompañada.

Simplemente mi doctora, mi maestra, y mi psicólogo son los únicos que pueden entrar en mi entorno sin yo estar por completo incomoda o molesta. Y por supuesto mi madre, sobre mi padre... El es un hombre ausente, muy ocupado en el trabajo. Pero siempre que tiene tiempo tenemos tiempo en familia y eso es algo que me gusta. Es como mi mejor amigo, a pesar de que tenga que trabajar tanto.

Algo que me caracteriza es mi enfermedad. Yo tengo autismo, es una condición que no puede sanarse, pero tampoco es algo que me molesta, solo me tomo muy literal todo, sobretodo las bromas, me cuesta hacer contacto visual con los demás mientras converso, o aún que no lo haga, por eso tambien soy muy estricta con el orden y mis rutinas, también es una ventaja por que se me hace más fácil el aprendizaje, es muy sencillo, mi cerebro encuentra soluciones en un segundo, pero al enfadarme es un talento que pierdo. Me encierro en mi cuarto y no hay forma, ni persona que me saque de la cabeza mi idea o lo que me hizo enojar.
Mi madre se ha preocupado muchas veces cuando me he enojado por que me encierro días y días en mi habitación.

La convivencia con mi familia no me gusta, suelo encerrarme en mi propia burbuja cuando voy a casa de mis abuelos, eso solo pasa en navidad. En año nuevo me quedo en casa. Pero como es una rutina ya lo acepte.

Y otra cosa que odio es el contacto físico. Es algo que me incomoda de sobremanera, el que estén cerca mío y hablen cerca mío, me disgusta, simplemente lo odio.

Un bocinazo repentino me saco de mis pensamientos.

—Maldita sea, fíjate por donde caminas— Me grito un hombre de gafas y cabello castaño desde un auto negro.

El pasó a toda velocidad. Yo me quedé algo perturbada por su accionar, pero le reste importancia al ver que me faltaba cruzar una calle para llegar a la biblioteca.

La cruze y llegue a la gran biblioteca.

Entre con la cabeza gacha y tímida, aun que sabía que me encontraria con la Señora Valeria y me recomendaría libros, los cuales con gusto leeré.

Camine por el largo pasillo hasta llegar al mostrador...

Cuando levante la mirada. Mierda, esa no era Valeria...


𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐚𝐫𝐢𝐚𝐧 | 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora