Abril es una chica con muchos problemas, con una infancia dificil y una vida bastante inestable.
Samantha es un chica callada, amante de los libros, dotada... Pero a veces pensar de mas no es bueno... ¿Verdad?
Ok, ok... Aun estaba asimilando lo que Val dijo. Yo no quería darle una oportunidad a Abril, simplemente quería que se fuera, que no existiera para mi. Pero teniendo en cuenta lo que hablo sobre ella... No suena tan mala persona.
Solamente es poder mirarla a los ojos. Conocer su mirada, poder mirar más allá de ella. Yo tenia ese don, el conocer a las personas por sus ojos, son algo que dice mucho de ellos, y algunos son especiales, como los míos. Mis ojos verdes dicen mucho de mi... Dicen que soy una persona sencilla, sensible, comprensiva, muy llevada a mi idea y por sobre todas las cosas tenía un lado cariño, el cual solo Val había sacado de mi, podía abrazarla, verla a los ojos por más de 10 segundos y no me afectaba en lo absoluto.
Coloque un auricular en mi oreja izquierda y puse mi playlist para leer, ahora mi imaginación actuaría por mi y se dejaría llevar por la lectura.
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Narra Abril
—Disfrute su lectura— Le sonreí
—En serio no quieres mi número, podrías escribirme en la noche y sali— Lo interrumpi.
—No gracias Sr. James, disfrute su lectura— Dije insistente.
—Ok, como quieras.
El se fue y yo suspire aliviada, este trabajo de lidiar con la gente intensa me está hartando, yo solamente quiero hacer mi trabajo, no ligar con cada hombre que entra aquí, excepto Max, el si es respetuoso y no quiere nada conmigo, solamente es un conocido de aquí y ya.
Mire mi Apple Watch y ya marcaba las 4, hora de ir a revisar la biblioteca. Coloque el cartel y salí de mi puesto a vigilar la biblioteca.
Revise toda la biblioteca en silencio hasta que llegue al último sitio. Si, el apartado de la chica a la cual le estropee los libros.
Toque la puerta suavemente. Ella contesto un "Pase" en un tono de voz ronco y bajo.
—Permiso. ¿Todo en orden?
—Si, lo está. Yo- Tome una respiración honda —Si te perdono por lo de los libros.— hundí mi cabeza en las páginas.
—Eso es genial, gracias, pero hay algo que me genera dudas... ¿Cual es tu nombre? Por que siempre te estoy llamando Chica a la cuál le estropee los libros. Y no me gustaría seguir llamándote así, comprendes— Dije sentándome en el sofá invidual que había al lado del que se encontraba la chica rubia.
—Samantha- Sa- Samantha Rivera— Respondió con nerviosismo. Ella apretó el agarre a su libro.
—Lindo nombre.
—Gra- gracias— tartamudeaba un poco al hablar, eso era extraño pero no me molestaba.
