𝟶𝟻

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- Por la diosa Luna, Tae

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- Por la diosa Luna, Tae. Estás hermoso.

- Demasiado hermoso, Tae, pero no nos has dicho quién es el afortunado.

- No es nadie, solo es una invitación amistosa para ir a comer.

Decir que Taehyung no estaba nervioso era una gran mentira, tal vez y solo tal vez se había precipitado al aceptarle la invitación a Jungkook sin siquiera conocerlo.

También se preguntaba la razón por la cuál Jungkook lo había invitado si tampoco lo conocía.

El alfa no lo conocía, ¿verdad?...

El omega tenía un lindo vestido corto color crema de mangas abultadas y estampado con pequeñas flores rosadas, unas zapatillas blancas y su bolso de mano.

Taehyung amaba ese bolso de mano, lo había conseguido en un lugar de segunda mano y se había enamorado de él.

Jimin lo ayudó con su cabello, pequeñas ondas lo adornaban y sobre su rostro un delicado maquillaje rosa, brillos en los párpados y un gloss.

Simple, pero hermoso.

Él no sabía por qué estaba tan nervioso, bueno, en realidad él no conocía a Jungkook, solo lo había visto en revistas, el periódico o en la televisión.

A lo mejor y la pasaba bien esta noche, no debía juzgar a las personas, quién sabe y terminaba teniendo una amistad agradable con Jungkook.

Jimin y Jin se iban a quedar en su departamento, cuando él llegara de su cita harían una pijamada.

— Son las 5:55, creo que ya debo bajar.

Me despedí rápidamente de los chicos y bajé, tuve que hacerlo por las escaleras.
El ascensor lleva meses dañado y no hay señales de que vuelvan a arreglarlo.

Ya afuera pude ver un auto demasiado lujoso, jamás imaginé subirme a uno así.

Jungkook bajó del auto y se acercó a mí, su aroma más el perfume varonil hacían una buena mezcla con el atuendo que llevaba.

Una camisa manga larga de botones negros remangada hasta los codos, llevaba los dos primeros desabrochados dejando ver parte de su escultural pecho.

Unos pantalones de vestir color crema, unos zapatos elegantes negros y una pequeña flor rosita enganchada en la camisa.

Tiene su cabello azabache perfectamente peinado hacia atrás, su vestimenta combina un poco con la mía, que casualidad; se ve tan guapo.

Un sonrojo inevitable coloreó las mejillas del omega.

— Estás hermoso, diosa Luna. — dijo Jungkook mirándolo fijamente. — Todo te queda hermoso.

— M-muchas gracias, Jungkook, tú también estás muy guapo.

El alfa lo guió hasta el auto con sutileza, abrió la puerta para él y el omega quedó maravillado con el auto.

Jungkook arrancó y pudo notar los ojitos maravillados de Taehyung y con voz ronca le hablo. — Es un Maserati MC20.

— Oh, ha de ser demasiado caro.

— No es nada en realidad, lo ví en un viaje a Italia y me gustó.

— ¿Solo lo compraste porque te gustó?

Jungkook lo miró con ojos amorosos y cariñosos. — Si algo te gusta no dejes pasar la oportunidad de que otro lo tenga primero.

Taehyung pareció meditarlo un poco, el alfa tenía razón.

— Supongo que es así para los que tienen dinero. — dijo en un susurro que Jungkook pudo escuchar.

Él sabía absolutamente todo de Taehyung, su pasado, su presente y sabía que no había sido nada fácil, siempre estuvo solo y sabía también que nunca pudo gozar de privilegios y que lo que ganaba era para sobrevivir. Pero se encargaría de su futuro, estaba seguro.

Llegaron en un abrir y cerrar de ojos al restaurante, Taehyung se sintió avergonzado.

Su vestimenta era más o menos adecuada para el lugar, pero al vez a aquellos alfas y omegas de la alta sociedad vestidos con ropa que seguramente solo iban a usar una vez se sintió mal consigo mismo.

— ¿Qué sucede? — preguntó Jungkook bajando su mirada y posando una mano sobre la cintura del omega. — ¿Deseas ir a otro lugar?

Taehyung se sobresaltó evitando el contacto visual con el alfa. — N-no, aquí está bien. Tranquilo.

Jungkook comenzó a caminar mientras guiaba al menor con su mano posada en su espalda baja y cuando todos notaron su presencia, el lugar se quedó en silencio. Taehyung lo notó y le pareció un poco raro, ¿Lo estaban mirando a él por su apariencia?

Se sentaron a una mesa y el mesero llegó rápidamente con nerviosismo a atenderlos pero cuando notó a Taehyung todo cambió. Dejó salir sus feromonas en una nube espesa haciendo sentir incómodo al menor.

— ¿Qué deseas ordenar, hermosura?

Oh no, no había dicho eso, Jungkook no había oído eso. Estaba malditamente enojado.

Su sangre comenzó a hervir y sus ojos se oscurecieron.

— Hmm ¿Podrías ordenar por mí, Jungkook? — dijo Taehyung jugando nervioso con sus manos. — En realidad no sé qué pedir.

— ¿Te apetece pasta? — el menor asintió tímido. — Dos pastas carbonara y una botella de vinotinto Chardonnay.

El mesero asintió y tomando el menú Jungkook pudo notar el roce intencional de este hacia la mano del omega.

Taehyung pudo notar el enfado de Jungkook pero no dijo nada, tal vez para él era mal visto y poco ético tal comportamiento hacia un omega, normal. ¿Cierto?

Taehyung tomó valentía y preguntó con suavidad. — Háblame de ti, quisiera saber.

Jungkook esbozó una sonrisa. — Oh, eres muy chismosito.

— Chismosito no, en realidad... — dijo el omega mordiendo su labio inferior. — curioso.

Jungkook sintió una punzada en su entrepierna. Maldita sea, estaba a punto de tomar a Taehyung del brazo y llevarlo al auto para llevarlo a su casa y hacerle el amor fuertemente.

Estuvo a punto si no hubiese sido por la pequeña impertinencia de un mesero atrevido e imprudente.

Él y su lobo estaban completamente jodidos de la ira, iban a asesinar a alguien esta noche. — ¡Lo voy a matar, maldición!

 — ¡Lo voy a matar, maldición!

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most ardentlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora