Capitulo 8

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Un llanto inundó el departamento. Kara gimió y tapó su cara con una almohada. El llanto continuó, así que no tuvo más opción que levantarse.

—¿Qué tienes, pequeño? No lloras en toda la tarde, pero sí en la noche —se quejó mientras se acercaba a la cuna en la que dormía Cam. Acababa de ser comprada hace unas horas y, por lo que parecía, al niño no le gustaba. Cam dejó de llorar en cuanto vio a Kara, pero ella no lo notó al estar más dormida que despierta. Miró al bebé y este extendió las manos hacia ella.

—No, oye, te acabo de comprar esa cuna. No me digas que será dinero desperdiciado —murmuró Kara mientras el bebé fruncía las cejas y su labio empezaba a temblar, clara señal de que empezaría a llorar en cualquier momento. —No, no, no, vale, te llevo a mi cama, pero no llores —suplicó, cargándolo y llevándolo con ella a su cama. Una hora después, madre e hijo cayeron dormidos.

(***)

Kara apagó la alarma antes de que pudiera despertar a Cam y se levantó. Se vistió y fue a preparar un desayuno para ella y un biberón por si Cameron despertaba. Ahora debía esperar a Alex y a la "niñera" que iba a traer. Como Cameron era mitad kryptoniano, no podían ponerle una niñera humana arriesgándose a que él hiciera algo raro, así que habían optado por alguien experimentado en esta área.

Después de unos minutos, tocaron la puerta y Kara fue a abrir. Se encontró con Alex y una mujer de cabello negro y moreno.

Ambas pasaron y Alex sonrió.

—Bien, Kara, ella es la oficial Maggie Sawyer, la "niñera" de Cameron —presentó, y Kara le tendió la mano. Maggie la estrechó.

—¿Oficial? —preguntó Kara, y Maggie asintió.

—Sí, en teoría soy de una sección del FBI que está conectada con la DEO, así que me han encargado este pequeño asunto —explicó, y Kara la miró con comprensión.

—Oh, vale, entonces estarías aquí...?

—Tendría que estar aquí de 9 a.m. a 10 p.m. por si acaso tienes alguna emergencia y debes dejar al niño solo —explicó Maggie, y Kara asintió comprendiendo.

—Ok, supongo que funciona —dijo, y Maggie y Alex asintieron.

—Bueno, debes ir a trabajar. Nos vemos luego, oficial Sawyer, Kara —se despidió Alex, y Kara la siguió, pero se detuvo y volteó a ver a la oficial.

—Cameron está en la habitación, sus cosas están en la alacena y los pañales en la habitación, solo para que estés informada —dijo, y Maggie asintió.

—Gracias, míni Danvers. Ahora me guiaré mejor —agradeció, y Kara sonrió antes de salir y detenerse confundida.

"¿Me llamó míni Danvers?"

(***)

—Al fin llegas, empezaba a preocuparme —gimió internamente Kara al ver a James acercarse.

—Pues ya estoy aquí. ¿Me necesitan para algo? —preguntó, y James sonrió acercándose.

—Bueno, estaba pensando que tal vez tú...

—Señor Olsen, necesito que consiga fotografías de un par de noticias, se las he dejado en su escritorio; y señorita Danvers, también le he dejado algo de trabajo en su escritorio —interrumpió Lena, y Kara no pudo estar más agradecida. James, en cambio, hizo una mueca.

—Nos vemos luego, Kara —se despidió y trató de darle un beso en la mejilla, pero ella se alejó.

—Lo siento... debo trabajar. No quisiera enojar a Lena —dijo, y James asintió con seriedad.

—Cierto, no debes enojar a una Luthor. Nos vemos —se fue, y Kara frunció el ceño. James seguía con esa idea, al igual que su primo. Suspiró y fue a su escritorio para realizar el trabajo que le habían encargado.

Por suerte, el día había avanzado sin demasiados problemas, y solo un par de alienígenas que el DEO eliminó o capturó sin mayores problemas. Estuvo tentada más de una vez a llamar a casa para ver cómo estaba Cameron, pero se detenía y se decía a sí misma que era una tontería. No llevaba más de tres horas que había llegado al trabajo; obviamente, Cam estaba bien. Además, era un niño. ¿Qué daño podía hacer?

(***)

—Wow.

—Sí, wow.

—Parece que hubo un tornado por aquí —dijo Mon-El, y Kara no pudo evitar estar de acuerdo. Acababa de llegar de una larga jornada de trabajo y se encontraba con su apartamento medio destruido.

—¿Me estás diciendo que Cam hizo todo esto? —preguntó Kara, y Alex hizo una mueca divertida.

—Bueno, la oficial Sawyer colaboró un poco, pero estoy viendo que la mayor parte fue culpa de mi sobrino. —Kara hizo una mueca al notar cómo lo había llamado Alex, y realizó un pequeño recorrido visual hacia los daños de su departamento.

Los muebles tenían marcas negras y claros signos de que se habían incendiado. El techo también tenía un par de líneas negras, y la barra y una de las paredes estaban destruidas. ¿En serio esa pequeña cosa llamada Cameron podía hacer eso?

—Algunos agentes se encargarán de arreglar esto. Mientras tanto, tendrás que quedarte en el DEO —comentó Alex, y Kara asintió.

—Amm, ¿la oficial Sawyer está bien? —preguntó, y Alex asintió.

—Sí, de hecho, las marcas en el techo son culpa de ella. Cameron lanzaba rayos láser y ella usaba un espejo para desviarlos hacia arriba. Como es un niño, el calor no era demasiado para causar daño peligroso —explicó, y Kara sonrió. Al menos la oficial estaba bien. Miró y notó que Cam estaba a su lado, así que decidió ir por él y de paso disculparse.

—Iré por Cam —avisó, y Alex asintió. Ella y Mon-El empezaron a hablar de un par de cosas. Kara los ignoró y fue por su hijo.

Maggie estaba rodeada de un par de oficiales, pero no hablaban. Supuso que era más bien para que Cam no hiciera nada. Bufó, lo que llamó la atención de la oficial.

—Oficial Sawyer, venía a disculparme por los problemas que ocasionó Cam —dijo, y Maggie rió.

—No hay problema. Supongo que ahora puedo decir que un niño voló sobre mí y me disparó con su rayo láser —bromeó con un fingido asentimiento, y Kara no pudo evitar reír. —Además, fue divertido. Una vez que aprendes los patrones, solo queda esquivar o evitar —sonrió, y Kara suspiró.

—De igual forma, me disculpo, oficial —sonrió, y Maggie hizo un ademán con la mano.

—Insisto, no importa. Por cierto, mejor llámame Maggie, tanto formalismo me estresa —dijo, y Kara rió.

—Bien, entonces puedes llamarme Kara —Maggie negó divertida.

—El apodo de míni Danvers me gusta más —Kara no pudo evitar pensar que Maggie Sawyer le iba a caer muy bien.

Hola Super Papá, digo mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora