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Dos días después, Izuku se encontraba revisando algunos datos del caso en su oficina. En ese momento recibió un mensaje de texto.

"Buenos días. Espero no interrumpir tu trabajo. Me preguntaba si te gustaría almorzar hoy, conversar un rato más sobre el avance del caso". Era Todoroki nuevamente.

Izuku sintió sus mejillas sonrojar levemente ante la inesperada invitación. No podía negar que la compañía del héroe resultaba agradable, pero debía mantener la objetividad en su análisis.

Le respondió con calma amabilidad: "Por supuesto, estaré libre al mediodía. Conversemos en la cafetería del primer piso, allí podremos hablar con discreción".

El resto de la mañana se dedicó a enfocarse con energía en las pistas del caso. Para cuando la hora del almuerzo llegó, consiguió sistematizar buena parte de la información recolectada. Esperaba que la charla con Todoroki pudiera ayudarlo a clarificar algunos puntos. Por ahora, continuaría observando su trato con prudencia y comprehensión, como le aconsejara su astuta psicologa.

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Llegada la hora acordada, Izuku dirigió sus pasos hacia la cafetería de la oficina. Al ingresar, divisó a Todoroki aguardándolo en una mesa junto a la ventana.

-Buenos días -saludó el detective con cordialidad-. Lamento si la espera fue larga.

-Descuida, acabo de llegar -replicó el héroe con calma-. Vamos a ordenar, muero de hambre.

Tras elegir sus alimentos, ocuparon sus asientos para charlar. El bicolor parecía querer abordar los últimos avances sobre el caso, lo cual alivió a Izuku respecto a mantener el enfoque laboral.

Comieron conversando sobre pistas y sospechosos en forma amena y fluida. Ambos poseían agudas percepciones que al intercambiarlas, solían encajar piezas del rompecabezas.

-Admiro tu forma meticulosa de analizar la evidencia -comentó Todoroki en cierto momento-. Posees talento natural para esto.

Izuku sonrió discretamente. -Agradezco el cumplido. Tu experiencia también ha sido invaluable para este caso.

A medida que avanzaba la conversación durante el almuerzo, Izuku pudo notar sutiles cambios en la actitud de Todoroki.

Sus palabras ya no se enfocaban estrictamente en el caso, sino que dejaban traslucir una sincera admiración hacia él. La mirada del héroe también parecía dilucidar nuevos matices al posarse sobre Izuku, que no pasaron desapercibidos para su aguda percepción.

En cierto momento, Shoto hizo un comentario que tomó al detective por sorpresa:

-Disculpa si soy atrevido, Midoriya, pero no puedo evitar encontrar tu compañía muy grata fuera del ámbito laboral también.

Izuku sintió que los latidos de su corazón se aceleraban ante tal declaración. Sin embargo, gracias a las enseñanzas de su psicóloga, supo mantener la calma para responder con prudencia:

-Aprecio tu honestidad, Todoroki-san. Sin duda nuestra dinámica profesional ha mejorado con el tiempo -admitió con tacto-. Sin embargo, debemos ser conscientes de las implicancias que podría tener llevar esto a un plano más...personal. Mi prioridad es el caso.

La mirada de Shoto denotó comprensión ante sus palabras. Luego asintió con su característica calma.

-Tienes razón, disculpa si te causé incomodidad. Mi enfoque también debe ser el trabajo -aceptó con madurez-. Aunque debo admitir que tus cualidades despiertan mi interés más allá de lo profesional.

※Tantei※Donde viven las historias. Descúbrelo ahora