Miradas

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Adah.

19 de septiembre del 2014, hora 12: 39 am

—Duele, duele mucho.

—Si, pero solo al principio, esto es porque eres virgen, debe doler un poco.

Todo su peso estaba sobre de mi, no es obeso, de hecho tiene un cuerpo atlético, pero soy muy pequeña comparada con él, por lo que me era imposible impedir esto, estoy tratando de hacer que mi mente este en otro lugar, pero no puedo, puedo oler su crema corporal, como esta caliente sobre de mi, el ardor que es lo único que siento, las lagrimas por mis mejillas mientras se secan.

No es brusco, pero el simple hecho de pensar que esto termino de esta manera es mas triste de lo que pensé, quiero estar en brazos de mi mamá mientras me lee uno de sus aburridos libros de ciencias, quiero que mi papá me lleve a comer helado a escondidas de mamá, quiero que mi hermano este a mi lado mientras contamos leyendas de terror.

Pero eso no pasara, ya no tendré la inocencia necesaria, ya no podre fingir que no tengo idea del tema, ha pasado casi un mes y no parece que nadie este buscándome, es imposible que nadie lo viera, nadie noto como es que me llevaban.

Sentí un cosquilleo, que me trajo de nuevo a esta habitación, los ojos de mi secuestrador estaban atrapando mi mirada, sintiéndolo mas profundo, mas intenso, mas salvaje...

8 de octubre del 2024, 5:25 pm

—¿Cómo era su rostro?

—Amable —la terapeuta me miro —no me mal entienda, fue el típico sujeto que decían "el jamás hubiera hecho algo asi", los vecinos hablaron maravillas en su funeral, dijeron que jamás lo vieron sospechoso de algo.

—¿Fuiste a su funeral?

—Tenia que hacerlo, tenia que asegurarme que no volvería por mi, que se quedaría ahí, que no me haría mas daño.

Indy se acerco para lamer mi mano.

—Creo que terminaremos por hoy, ¿estas durmiendo bien?

—Si, en realidad en eso no tengo problemas, Indy duerme a mi lado, por lo que estoy bien.

Sali del consultorio, decidí tomar de nuevo la terapia a raíz del incidente, quiero asegurarme que mi paz mental se conserva, no volveré a la chica quince años que no dejaba de gritar por las noches.

Me he mantenido ocupada en el trabajo, con la fusión de empresas que ha tenido mi jefa con su nuevo socio, mi atención esta en el trabajo explícitamente. Debería decir que nada mas en ello, pero la verdad es que San ha sido un gran apoyo emocional en todo esto, solo vino una vez a mi casa para cocinar una vez, pero nunca ha dado pie para hablar del tema del pastel, de las terapias, o porque tengo un perro de asistencia emocional.

Respeta mi espacio y en el trabajo es bastante serio, solo charlamos de tonterías cuando nos topamos en la azotea para fumar. Pero no ha pasado mas allá de una simple amistad, le dije a mi jefa que San me habia visitado en mi casa, solo me dio una advertencia de no mezclar el trabajo, no quiere verme ser una idiota por culpa de un hombre, pero se alegra que tenga un amigo mas allá de Jordan y ella.

Hoy me tocaba cocinar a mi, aun asi le dije que prefería que viniera a mi casa.

Terminaba de picar algunas cosas para la ensalada, cuando sonó el timbre, mire en la tableta al un repartidor, corrí para abrirle.

—Wow —dijo al verme mientras me entregaba mi pedido.

—¿Algún problema? —revise la bolsa con la pequeña caja que había pedido.

—No, ninguno, ¿le habían dicho alguna vez lo bonita que es? —hice una mueca mientras sacaba el dinero de mi cartera —pero que digo, seguro se lo dicen todo el tiempo, nunca había visto a alguien como usted.

Indy se me acerco no sin antes ladrar avisando de su presencia, me sentía cada vez mas incomoda y no encontraba uno de los billetes que había sacado para esto.

—¿Tiene novio? —miro el ticket del pedido —¿Adah?

—¿Todos los repartidores son asi de maleducados? —San llego saco su cartera y le dio un billete de cien dólares —supongo que es suficiente, ahora lárgate —miro el nombre en el ticket —Josh.

Cerro la puerta para girarse hacia mi.

—Perdón, hice algo de trampa yo pedi el postre.

Mi voz estaba algo quebrada, me miro tomando mi rostro entre sus manos para limpiar mis lagrimas con las yemas de sus dedos —No importa, la compañía es lo mas importante.

Quito la bolsa de mis manos, para pasar a la cocina, dejando el pequeño pay en la nevera, tome dos copas de mi alacena —El pollo le falta un poco, ¿quieres beber un poco mientras tanto?

Asintió y ambos nos sentamos en la barra de la cocina, nos serví un poco de vino blanco, me quede mirando el horno, San como siempre se mantuvo tranquilo.

—Nunca me haces preguntas y te mantienes tranquilo ante mis reacciones.

—Se me da bien el leer un poco a las personas, no hago preguntas porque trato de mantener tu privacidad, he visto que cuando alguien hace mención a tu aspecto se genera una incomodidad, no te gustan las fiestas de cumpleaños eso lo se claro, pero no solo las tuyas evitas todas en general, te gusta comer sola en ocasiones y en otras estas con Jordan.

—¿Qué tanto te ha dicho la Jefa?

—Solo que fue delicado, es todo.

Suspire tomando un gran trago de vino, mire un poco mi reflejo en la copa.

—Mi aspecto, fue algo que me trajo problemas, la persona que mas me hizo daño en este mundo me elogiaba todo el tiempo por lo "bonita" que era.

Dejo la copa aun lado y escucho todo lo que tenia que decir, esperaba esa mirada de compasión que todos tenían, la que mi madre me dedico cuando se entero donde estuve todo un año desaparecida, la mirada de terror de mi hermano al mirarme delgada sabiendo lo que pase, la de mi padre de impotencia por no encontrarme antes. La jefa y Jordan saben poco pero se asustan a penas toco el tema, en parte lo agradecía.

Pero su mirada no tenia compasión, no tenia terror, no era de asco, no era de shock, parecía como admiración. Me abrazo fuerte contra su pecho.

—Eres la chica mas valiente que he conocido en mi vida, lo has hecho tan bien todo este tiempo.

El sonido del temporizador nos separo a ambos, apague el horno y cuando lo volví a mirar ya venia hacia mi tomando mis labios de una manera lenta, sus labios eran algo tan extraño, eran cálidos y protectores, creo que por fin recibí mi primer beso.






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Cruel Beauty  +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora