Cruel Beauty +21

¿Amor?

Adah

Julio 29 2015, 2:15 pm

Charles poco a poco me dejaba salir de mi habitación, él me adora en todo sentido, las pocas veces que llego a hacerme daño fue porque le dolía que confiara en él, me traía mis comidas favoritas, me compro libros, aunque estaba sola la mayor parte del día, tenía en que entretenerme.

Seguía queriendo irme a casa, pero ya no tenía miedo y eso no me dejaba dormir, solo tenia a Charles ahora, además en las noticias nunca note algo sobre mi búsqueda, apenas iba cumplir un año desde que fue raptada y dejaron de buscarme tan pronto.

La semana pasada me entere que esperaba un bebe, lo cual me ha traído un terrible sentimiento, ¿Cómo tendré un hijo viviendo asi?

—Mañana temprano vendrá un doctor a revisarte.

—¿Un doctor?

¿alguien del exterior?

Senti un cosquilleo en las manos, me empezaban a sudar y el corazón latia de manera rápida.

—Tranquila, es alguien de confianza, mientras tu te portes bien, él no será un problema.

Tomo mi mentón y me beso, subiéndome a la barra de la cocina para besarme el cuello y bajar por mis senos, metió sus manos bajo la falda de mi vestido para tratar de estirar el elástico de mi ropa interior, pero escuche que algo vibro.

—Vuelve a tu habitación.

Solo me ayudo a bajar de la barra, encerrándome de nuevo en mi habitación, siempre que le llamaban se ponía tenso y después se iba. Estaba haciendo algo de calor por lo que pensé en darme una ducha, fue un enorme error. Me dio un maree y resbale en la ducha golpeándome en el vientre y la cabeza.

Caí desmayada y al recobrar la conciencia mi cabeza me dolía terrible, cuando toque la parte donde me golpee el color rojo lleno mis manos, empecé a temblar, mas viendo que entre mis piernas mas sangre escurría.

—Ay no, ay no, ¡CHARLES! ¡CHARLY!

Empecé a llorar y arrastrarte hacia la puerta de la habitación, golpee tan fuerte como pude, gritando su nombre una y otra vez, hasta que me ardió la garganta.

—Alguien, ayúdeme por favor, por favor.

Yo temí por mi vida cuando llegue aquí, perdí la razón y me acostumbre con el tiempo a que no me asustara mas el tacto de charles, con catorce años entendí muchas cosas que no debía y ahora, estaba mirando como era incapaz de hacer más que llorar.

Charles regreso y cuando abrió la puerta miro la escena de terror que había en mi habitación, toda la sangre desde el baño hasta la esquina donde yo estaba llorando.

—Erin, Erin —me tomo de los brazos mirando mi herida en la cabeza —¿Qué paso mi mariposa?

—Mi bebe —me sujete el vientre —mate a mi bebe.

 

Noviembre 25 2024, 5:15 pm

—Es curioso ¿sabe? —me limpie las lagrimas —mis padres no saben esta parte, no saben que yo estuve embarazada, nunca le dije a nadie que alguien además de mi secuestrador me vio dentro de esa casa.

—¿Querías tener a ese bebe?

—Quería dejar de sentir que era la única que estaba atrapada —me mordí los labios mientras acariciaba a Indy en mis piernas —pensé que si lo tenia, alguien mas compartiría lo que estaba pasando, que él me soltaría, él desearía criar a su hijo fuera de cuatro paredes.

—¿Saliste alguna vez? —negué —¿no te atendió después de tu aborto?

—¿Quiere saber cuando salí? —Indy se puso en alerta —solo salí el día que escape, porque el doctor que vería a mi bebe, fue hasta donde estaba para atenderme, pero como dijo era amigo suyo, le cuestiono mi edad, el embarazo, pero solo se limito a curarme, no dijo nada solo se fue, haciéndome sentir que si estaba sola —me levante —él no se inmutó con nada, ni con él aborto, ni por como me sentía, solo le importaba que siguiera ahí, como ¡Una puta muñeca!

Indy ladró varias veces hasta que se paro en mi costado, me empujo hasta sentarme para tratar de calmarme.

—En mi cumpleaños  quince, explote quemando mi habitación con las velas de cumpleaños, lo golpee trate de salir pero no pude, los vecinos llamaron a los bomberos, alcanzaron solo a sacarme a mi con vida y lo demás ya lo sabe.

Me dejo calmarme para irme poder irme a casa, revivir todo esto es cansado, he tratado de que no se note en mi trabajo, pero Jordan, la jefa y San están demasiado al pendiente, sobre todo San desde que comenzamos a salir.

Me ha tenido paciencia, no hemos pasado de besarnos, he intentado tener intimidad con él, pero no logro concentrarme, en mi mente solo siente como si no fuera él quien me tocara.

“Te veo en casa”

La alerta de mensaje llena mi pantalla y yo solo sonrió, ansiando que llegue la noche. Trato de no pensar en la terapia y me concentro en preparar la cena dejando en la barra de la cocina la correspondencia.

Mientras la pasta se termina de cocinar corro a mi celular que suena con una llamada.

—¿Diga?

—Eres tan formal para contestar —San —¿no me tienes agendado?

—Si, solo que corrí, estaba cocinando —mire la correspondencia y un sobre llamo mi atención.

—¿Qué cenaremos?

—Pasta —no tenía emisor, lo abrí mirando unas fotos donde estábamos San y yo cenando en su casa.

—¿Adah?

Las fotos se me cayeron en ellas se escribía.

¿Me olvidaste mi mariposa?

—¿Adah?

—Te llamo, te llamo.

Fue lo único que dije antes de colgar, recogí las fotos y una donde besaba a San tenía escrito algo por la parte de atrás.

¡NO PUEDES BESARLO!

ERIN, YO TE AMO.

El teléfono sonó de nuevo.

—San, solo ve  a casa, te necesito.

—No lo necesitas, solo me necesitas a mi Erin, eres mía, solo mía, mi mariposa.

Solté el teléfono alejándome de él, hasta llegar a la esquina de la cocina, San entro pero yo me desmaye…