Capítulo 1

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Otro día más en el infierno. Nada fuera de lo común dentro de aquella empresa llamada "I.M.P.". Aquel alma pecadora que ahora lucía como un demonio ornitorrinco... sólo era un cliente más.

Parecía que aquel científico tenía una pequeña discusión con aquel imp albino, Moxxie. Pero Blitzø realmente no lograba escuchar con claridad, ya que se encontraba hablando con Stolas dentro de la oficina.

—¿Realmente era necesario que vinieras hasta mi oficina? —Mencionó casi en un murmullo mientras se llevaba una mano al rostro. Después de soltar un suave suspiro de frustración, retiró la mano para mirar nuevamente al búho.— Estoy trabajando, maldita sea

—Oh, vamos, Blitzy... Un descanso ocasional no hace daño —Al contrario del más bajo, el príncipe hablaba con aquel usual tono de voz tan relajado y... pícaro a la vez.

El imp estaba por volver a hablar, pero se quedó a medias al escuchar que el teléfono que yacía en su escritorio comenzó a sonar. Sin dudar más segundos, rápidamente lo tomó y habló en voz algo alta debido a lo agradecido que se encontraba con dicha interrupción.

—¡¿Sí?!

—Señor... —Moxxie parecía algo nervioso.

. . . . .

Aquel cliente miraba al empleado con algo de molestia dibujada en su rostro. Además de que mantenía cruzados los brazos.

—E-el cliente se irá si no le atendemos rápido...

El teléfono del otro lado había colgado. Starline rodó los ojos para después darse media vuelta con intención de irse del lugar. Al saber que su empleo podría correr riesgo, Moxxie corrió para quedar escasos pasos frente a él.

—¡S-si tan sólo aguarda un poco má...!

—¿"Un poco más"? —Interrumpió al más bajo.— ¿Cuánto es que suelen hacer esperar a sus clientes? Si es que realmente han tenido alguno

El científico estaba por volver a caminar, pero cambió de idea en cuanto escuchó una puerta abrirse.

—No creas que olvidaré este pequeño trato, Blitzy~

El príncipe caminaba de reversa al salir de la oficina, razón por la que terminó chocando espalda contra espalda con aquel demonio ornitorrinco. Ambos dieron media vuelta, mirándose escasos segundos. El búho le dio unas palmaditas en el hombro para después caminar hacia la salida del lugar, no sin antes decir algo, mirando hacia la oficina.

—Ten por seguro que no te arrepentirás...

Y sin más, el príncipe salió del lugar. El de gafas lo observó irse, levantando una ceja con confusión y curiosidad. El jefe del lugar salió de su oficina con una mano en la cabeza.

—Ya me arrepentí, de hecho... —Murmuró. Pronto su mirada se dirigió hacia el de gafas, entonces una amplia sonrisa se le dibujó.— ¡Maldita sea, hágame el favor de pasar a mi oficina para empezar con los negocios!

Soltando un suspiro, el albino siguió al imp al verlo regresar hacia su oficina.

. . . . .

—Entonces... ¿Esperas que trabajemos para ti... GRATIS?

—Eso no es lo que...

—Claramente has dicho que no tienes presupuesto —Interrumpió, moviendo el pulgar al filo de los demás dedos, como si estuviera contando dinero.

—Por eso es que...

—Lo siento, pero este lugar necesita dinero, cosa que tú no tienes, así que... —Encogió los hombros después de volver a interrumpir al contrario.— Será mejor que vuelvas cuando...

El "cliente" se puso de pie, apoyando ambas manos en el escritorio, acercándose un poco al imp. Parecía... No. Estaba molesto.

—¿Cómo aseguran efectividad?

El imp parecía ofendido con aquello, no porque ahora haya sido él quien fuera interrumpido, sino porque aquel demonio se había metido con su negocio. Blitzø soltó un suspiro, poniéndose de pie para imitar la acción del contrario, posó las manos en la mesa mientras se acercaba un poco al albino.

—¿Te atreves a cuestionar la efectividad cuando no tienes el dinero para poder comprobarlo?

—¿Pagar por algo de dudosa efectividad? —Soltó una falsa risita.— Ahora veo por qué no hay nadie más esperando para contratar sus servicios

—Largo de mi oficina si no quieres que...

Esta vez alguien más interrumpió al llamar a la puerta. Blitzø sonrió con confianza.

—Vaya, parece que hay un cliente esperando —Ambos miraron hacia la puerta.— ¡Adelante!

La sonrisa del imp se borró al ver quién abría la puerta. Nuevamente en su rostro se reflejó algo de molestia al ver entrar al sonriente búho una vez más. Aunque estaba más molesto con aquel pecador en aquel momento.

—Creí que se te hacía tarde

—Sólo vine por mi sombrero, cariño... Es mi fin de semana con Via, así que debo darme prisa

El demonio ornitorrinco cruzó los brazos. Ahora que el imp lo estaba ignorando, no tenía nada más qué hacer ahí, así que dio media vuelta. Aunque...

—¿No podrías usar uno de tus portales mágicos para irte de inmediato?

El albino se detuvo, levantando una ceja al escuchar aquello. ¿A qué se refería el diablillo con aquello? ¿A caso aquel demonio búho también era alguien que experimentaba con la ciencia, o había encontrado algún objeto mágico que lo ayudara en ello?...

Al ver que ambos continuaban charlando entre sí, el pecador rodó los ojos para después darse media vuelta y salir del lugar.

Hellish ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora