Capítulo 5

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Dos días después de que Starline distrajera a Stolas por primera vez, el diablillo volvió a llamarlo. El ornitorrinco aún se encontraba ligeramente nervioso, pues sólo sería la tercera vez que trataba con aquel búho. No era que le causara timidez aquel búho, era más bien que no sabía cómo tratar de persuadirlo al no conocerlo... Sí, era eso.

. . . . .

Starline ya se encontraba en la sala de espera de I.M.P., esperando al príncipe, quien no tardó mucho en llegar. Al ver ahí al ornitorrinco, la expresión del búho mostró ligero desánimo, pues sabía que ver a alguien en aquella sala significaba que la oficina estaba ocupada o vacía... Y sinceramente no era como si Blitzø tuviera mucha clientela.

—¿No está? —Mencionó siendo directo, pues era lo único que quería saber.

—No, no está

Después de un pequeño momento, Stolas sacó su celular, sólo se quedó mirando la pantalla. En la pantalla se podía ver el número de aquel diablillo junto a una foto suya rodeada de corazoncitos.

Un suspiro escapó del búho. Estaba por intentar llamarlo una vez más, pero la voz de Starline lo interrumpió. Stolas dio media vuelta para mirar al contrario mientras le hablaba.

—Quizás podría... No sé... —Encogió los hombros, desviando la mirada.— Esperarlo un rato por si regresa

¿Qué estaba haciendo?... No tenía ni idea de que eso podría no salir como quería... Creía que el búho sólo se sentaría a esperar, pero era el príncipe Stolas, y si algo destacaba de él era que, a pesar de ser de la realeza, no era muy callado.

El búho parpadeó un par de veces, pues la actitud tan "relajada" del científico le sacó un poco de su zona de confort, después de todo, al no rondar mucho por los demás círculos del infierno, sólo había conocido a algunos de los demonios más desagradables.

—Oh, cierto... Tienes razón

Guardando su celular nuevamente, Stolas fue a sentarse en aquel sillón, guardando un cojín de distancia entre ambos. Juntó ambas manos encima de sus piernas, entrelazando los dedos. Miró hacia enfrente por un momento.

—¿Eso significa que aún no has podido hablar con él?

Starline tragó saliva. No había pensado en cómo mentirle, después de todo, no quería devolverle aquel dinero, pues lo necesitaba, ya que aún no encontraba un empleo en aquel lugar.

—No exactamente... Ayer vine, pude hablar con Blitzø, pero dijo que tenía otro encargo antes

—Ya veo... —Esta vez giró ligeramente hacia el contrario.— ¿Pudiste preguntarle si necesitaba ayuda?

El ornitorrinco lo miró, callando pocos segundos, sólo los suficientes para pensar en su siguiente respuesta.

—Sí. Como le menciono, ha estado ocupado con trabajo... Así que, supongo que no debe de preocuparse por nada

Le pareció notar que el gesto del búho cambiaba a uno más relajado. El príncipe estaba por hablar una vez más, pero se vio interrumpido por el sonido de su celular. Una sonrisa se le dibujó mientras respondía de inmediato.

—¡Via, cariño! ¿Cómo ha ido tu día?

Como si el universo estuviera a favor del científico de nueva cuenta, la puerta principal se abrió, dejando ver a aquella empalagosa pareja de imps. Aprovechando que Stolas estaba entretenido en aquella llamada, Starline se puso de pie en cuanto vio que ambos se dirigían hacia la pequeña cocina.

Al entrar pudo ver que se encontraban preparando algo de café. Mientras que el imp le echaba café a la cafetera, su esposa le echaba el agua. El pecador cerró la puerta, mirándolos con seriedad.

—¿Lillie y Roxxie, cierto?

—Es Moxxie

El imp habló con un pequeño tono de confusión mientras se dirigía a poner la "jarrita" en su lugar para poder encenderla. Millie rió suavemente.

—Y Millie. ¿Eres Starline?

—¿Blitzø ya les dijo?

—Aguarda... —El imp levantó una ceja.— ¿Entonces ese que saltó por la ventana... era el jefe?

—Si su alteza está aquí, es obvio que era Blitzø

—¿No se supone que si Blitzø no está, ustedes tampoco deberían estar aquí? —Comprendía que ambos ya sabían del tema, así que no comprendía aquello.

—Blitzø no nos avisó hoy. Supongo que se le olvidó —Respondió la imp encogiendo los hombros.

—Es eso, o seguramente no tenía intención de avisarnos

—No digas eso, cariño, sabes que Blitzø...

La puerta de la cocina se abrió, interrumpiendo a Millie. Stolas se quedó ahí, en el marco de la puerta, mirando a todos de uno en uno con los brazos cruzados.

—¿No se supone que ustedes dos deberían de estar con Blitzy?

Más que molesto, su tono reflejaba seriedad... Sólo quería creer que aquello era una mala broma. Ambos imps se miraron, querían decir algo, pero no sabían qué excusa dar, pues los había tomado por sorpresa.

—Dijeron que Blitzø prefirió hacer este trabajo él solo —Las miradas se dirigieron hacia él. Se mantuvo serio.— ¿Cierto, Roxxie?

—Es Moxxie

—Moxxie

—¡Sí! —Interumpió la imp, sonriendo alegremente.— Parecía muy emocionado. Nos pidió que lo esperemos. Sólo fue a ver qué tipo de humano era

Millie sabía que Stolas se preocuparía si creía que Blitzø había ido solo a una misión, así que añadió eso último para que no fuera a lanzar más preguntas que no sabrían cómo responder.

—Bien... De todas maneras, saben que ayudaré si surge alguna emergencia ¿de acuerdo?

Sin esperar una respuesta, el búho salió de la cocina. Ambos imps soltaron un suspiro. El científico cruzó los brazos.

—¿Ustedes me darán ideas para distraerlo?

—A diferencia del jefe, no hemos interactuando mucho con él

—¿Blitzø no te dio ideas? —Preguntó Millie.

—No, sólo me dijo que debía distraerlo, pero no me dio los detalles

—Sólo intenta sacando temas de conversación comunes... Después de todo no es como la demás realeza

La imp se dirigió hacia la cafetera para servir el café en las dos tazas que su esposo había puesto sobre la mesa. El pecador se quedó pensando por un momento, y cuando reaccionó, un gesto de sorpresa apareció en su rostro. Apenas se había percatado de que ya era la segunda vez que mencionaban aquel significado.

—Aguarden un momento... ¿Cómo que "realeza"?

—¿El jefe tampoco te lo dijo?

—Él es el príncipe Stolas

Hellish ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora