Mi nombre es _____ O'hara, mhm, la mismísima esposa del fundador de la asociación de spiders más grande del universo. Esta es nuestra nueva historia, ¿les da curiosidad? Déjenme actualizarlos rapidísimo.
Después de todo lo que hemos pasado, uno pens...
Holaa, escuché que hay personas que no pueden escuchar la música mientras leen, la canción se llama "I see red" muchos ya la conocen claro. Por favor, si pueden, háganlo al mismo tiempo, ya sea en YouTube, Spotify o su plataforma de preferencia porque es parte de la experiencia. Una vez más, espero les guste, comenten y gracias por leer ❤️
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Narras tú.
—¿Estás molesta porque estaba con ella, verdad?
Vaya, me salió adivino, diría mi abuela.
—Qué comes que adivinas —le suelto. Al menos está consciente de que no me enojo ni me pongo así a menudo, y cuando lo hago es porque de verdad hay algo mal.
—Sí —respondo secamente.
—Preciosa, ¿no ya habíamos hablado de esto? —susurra, mientras se acerca a mí con una lentitud impresionante, hasta arrodillarse frente a mí con una clase y rectitud increíble. Se acerca a mi boca y, aunque muero de ganas por sujetar su rostro y besarlo, me abstengo y cruzo los brazos en su lugar.
Su cercanía me embriaga, exuda hombría. Sus enormes y masculinas manos toman mi barbilla. Huele a Armani, a jabón caro y a ropa limpia. Sus pupilas se dilatan en cuanto me mira; nuestros alientos chocan entre sí y sus labios rozan los míos, haciéndome estremecer de inmediato. Una traicionera pero exquisita sensación se hace presente en la parte baja de mi abdomen. Me hacía mucha, mucha falta.
—¿Acaso no te he demostrado cuánto te amo?
Lame mis labios levemente, apenas separándolos, pero relajándome en menos de un segundo. La humedad que deja a su paso hace que apriete los muslos.
—Sí —besa la comisura de mis labios, del lado izquierdo—, sí me lo has demostrado.
—¿Acaso te he dado razones para desconfiar de mí? —besa el lado derecho.
—No.
—Si tú me lo pidieras —mira directo a mis ojos, sin una pizca de duda—, si eso te hiciera feliz —me besa nuevamente, esta vez directo en los labios, fuerte, intenso, con hambre—, moriría por ti.
—Nunca te pediría eso —le explico, y es verdad. Hemos pasado por tanto que ahora estoy pensando en cómo es posible que haya llegado a pensar eso de él. Pienso en todo lo que sucedió y cómo arruinó un canon por mí. Se entregó por mí. Estaba dispuesto a todo... solo por mí.
—Pero así de intenso, preciosa —me besa de nuevo—, así de intenso es lo que siento por ti.
Sus manos toman cada lado de mi rostro. Está devorándome, haciendo justicia a esos días que pasamos sin darnos un beso real. Mi piel arde, mis manos tiemblan, y mi lengua sigue a la suya.
—Lo siento, es que... pasaste —lo beso. En la habitación solo se escucha el sonido de nuestros labios chocando, una y otra vez— mucho tiempo con ella... y ella es muy guapa... es... Guinevere es...
