"La verdadera maldición inició cuando te apartaron de mi lado"
Indra otsutsuki en busca de venganza y aliados para atacar nuevamente a su hermano y padre termina llegando a la luna donde conoseria a alguien que lo haría renunciar a sus principales...
Con su último aliento soltó un grito que rompió el cielo y rasgo su garganta un grito que cualquiera que lo escuchase sentiría el sufrimiento de la joven madre...
Aquella que dejó este mundo con lágrimas y dolor en su corazón...
°°°
"La oscuridad gobernada esa noche y la luna había dejado de brillar... "
Indra había llegado con sus tropas viendo como algunas casas estaban emvueltas en llamas... Y como su gente corría de un lado a otro desesperados y gritando.
Había logrado estabilizar un poco la situación...
Pero había una opresión en su corazón, sentía que algo iba mal...
Y pronto sintió como todo quedaba en silencio y escuchaba el eco de una vos que conosia a la perfección un grito de dolor sufrimiento y lamento...
Sintió como su corazón se detenía al igual que su respiración y a su mente vino la imagen de su esposa, y como esta se iba alejando de su visión desvaneciendose poco a poco perdiendose en la oscuridad y en su lugar vio sangre... un escalofrío de terror recorrio su columna
Y sentía como todo se movía en cámara lenta.
"Suiten... "susurro con la vos un tanto temblorosa y alarmada.
Sus ojos qué se encontraban activados giraron en un nuevo patrón mientras llamas negras consumían las casas sobrantes y a los intrusos.
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°°°
Su respiración era agitada y profunda y podía sentir el sudor bajar por su frente al igual que en sus manos...
Los guardias que había dejado afuera de su habitación y de donde se encontraba su esposa... No estaban...
Tenía miedo...
Apretó los puños acercándose a la puerta que se encontraba entre abierta...
Y la vio...
La vio recostada en la cama pero algo no iba bien...
"Su... Suiten" por fin fue consiente de su vos su vos parecía querer quebrarse en cualquier momento.
Se acercó lentamente y su mente comenzaba jugar con el y recuerdos comenzaron a aparecer en su mente recordando la primera ves que la vio, su sonrisa sus ojos su vos...
Y Cayó de rodillas...
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Sus brazos se extendieron hacia el cuerpo de su esposa tomándola con total delicadeza apoyando su cabeza en su brazo.
"Suiten... "susurro, esperando una respuesta...
Una la cual nunca llegaría...
Espero un rato espero dos minutos 3...4...5...
Y lo único que oía era silencio un silencio qué comenzaba a atormentarlo.
Su mano se dirigió a sus mejillas estas estaban frías... Y aun así las acarició con delicadeza con cuidado.
Y no vio nada...
No vio el rubor instalaste en sus mejillas estas seguían frías observó su rostro qué se encontraba pálido y sin expresión.
Su mandíbula se apretó con fuerza haciendo rechinar sus dientes.
Su mirada viajó a su vientre...
Su bebé ya no estaba allí...
Este se encontraba vacío...
Las sábanas y mitad del kimoto de la parte inferior estaban llenos de sangre...
Sangre...
...
Emvolvio su pequeño y frío cuerpo con sus brazos pegándola a su pecho con fuerza tratando de pasarle su calor...
Y así dejara de estar tan fría... Porque ella no era así, siempre había sido cálida.
Pero ahora el frío se negaba en abandonar su cuerpo.
Una lagrima resbaló por su mejilla perdiendose en el cabello de su esposa...
Queria despertar...
Pero... Porque no podía...?
Porque...
¿¡¡Porque no podía despertar!!?
Todo tenía que ser un mal sueño una pesadilla. Si... una horrible pesadilla de la cual no podía despertar...
Undio su rostro entre el cuello de su esposa respirando su aroma qué se iba desvaneciendo...
"Indra... Todo estará bien... "
Escucho un susurro que sonaba casi en sus oído y que se iba alejando hasta dejar todo en silencio.
El silencio nunca había sido tan difícil para él.
Su cuerpo comenzó a temblar y se aferro aun más fuerte al cuerpo inerte de su esposa...
Quería gritar...
Pero su garganta parecía estar atorada sentía que había un nudo que no lo dejaba gritar y que lo asfixiaba.
Su pecho dolía...
Hasta el punto de no dejarlo respirar
Sus ojos picaban y ardían...
Y un quejido mezclado con un solloso salió de sus labios...
No había podido cumplir con la promesa que se había hecho así mismo.
No había podido protegerla... Ni a ella ni asu bebé.
Alejo suavemente el cuerpo de su esposa y con cuidado volvió a acostarla en la cama acomodando su largo cabello blanco, se levantó sin dejar de mirarla.
Apretó sus puños con fuerza casi lastimandose así mismo por la fuerza que ejercía y cerró sus ojos.
Pagarían...
Todos pagarían con su vida...
Todos los que lo habian traicionado lo pagarían con sus vidas...
Abrió sus ojos y el rojo carmesí resplandecio.
Su sed de sangre habia vuelto a el con más fuerza...
