5

160 31 39
                                    

Al llegar a la casa de Rin, Sesshomaru la volvió a acompañar hasta la puerta, aquel simple gesto se había hecho parte de sus rutinas así como que él pasara por ella cada mañana y ella lo esperara con una taza de café.

—¿Sabe señor Sesshomaru? Usted no come bien, come muy poco y a deshoras ¿Le gustaría cenar aquí hoy? Es otra cosa que también hacen los amigos—dice ella jugando con sus dedos.

—Sí, por esta noche—sonrió ligeramente sabiendo que ella no lo veía, le daba gracia intentar sonar desinteresado pero la verdad cada oportunidad de estar más tiempo con ella la tomaría sin pensarlo dos veces.

—Le prepararé algo delicioso, espero que le guste—sonrió ampliamente y lo invitó a pasar.

No hizo algo muy elaborado, se daba cuenta que algunas alimentos le provocaban acidez y comer mucho de noche pesadez, no quería amanecer indispuesta al día siguiente.

Cenaron frente al televisor, tantas horas sentados en la oficina la hacía desear estar en un sofá o en el piso pero no en una silla.

Terminaron y siguieron viendo la película,o lo intentaron, ella se movía mucho en el mueble procurando ponerse cómoda pero habían ocasiones como esa que nada la hacía sentir como deseaba, era de esas cosas que no le gustaban del embarazo.
Junto con las náuseas, entonces Sesshomaru la atrajo hasta él y la hizo apoyarse en su pecho, su corazón se sentía desbocado por esto, se preguntaba si él podría sentirlo,pero debía admitir que en aquella posición se sentía totalmente a gusto. Poco tiempo después ambos estaban dormidos.

☁️

Rin estaba en la fiesta, seguía tomando cada trago que le ofrecían, la música era alta, se sentía desinhibida y su corazón latiendo al ritmo de los bajos, estaba en la pista bailando, las luces impedían saber con quién, poco despues estaba contra la pared con alguien que la manoseaba con brusquedad, ella no quería y pedía que parara pero el hombre no se detenía hasta que alguien se lo quitaba de encima.

*☁️*

Se despertó de golpe causando que el peliplata igual.

—Solo fue un sueño—susurró.

—¿Estás bien?—pasó su mano por la frente de ella limpiando el sudor, también notó su respiración agitada y que temblaba.

—Sí—dijo débilmente pero nada convincente así que él la abrazó—tuve tanto miedo—las lagrimas empezaban a correr.

—Yo estoy aquí, descuida.

—¿Y si no fue un sueño?

—¿De qué hablas?

—Hace unos meses hubo una fiesta en casa de una excompañera de trabajo, fuí y bebí mucho, lo siguiente que recuerdo es despertar sola, allí fué donde al parecer conocí a su padre, nunca había hecho eso pero estaba pasando por un mal momento, lo de hoy en la oficina no es nada comparado a eso.

—¿Y que soñaste?

—Me ví en aquella fiesta, bebiendo, bailando y luego alguien intentaba abusar de mí, yo le decía que parara pareo él no obedecía—Sesshomaru la abrazó más a él.

—Él…

—No, no lo sé, alguien lo detenía, allí desperté antes de ver quién ¿Crees que pudiera ser un recuerdo?

—Lo que creo es que nada de fiestas sola para tí, en caso de una crisis vendrás a mí—ella lo mira y sonríe.

—Gracias—él la miraba a sus hermosos ojos tan atrayentes—¿Que hora son?—él mira su reloj.

—Las 2:12am.

—¡¿Que?!—toma su muñeca y mira ella misma el reloj—es muy tarde.

—Debería irme.

Sólo MíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora