My Identity | My Hero Academia OC

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚 - 𝙬𝙖𝙧 𝙙𝙚𝙘𝙡𝙖𝙧𝙖𝙩𝙞𝙤𝙣.

— Cuánto tiempo, Keizou-kun.

Aquel al que Sally se refirió era un joven de cabellera negra como el carbón y ojos morados, el cual frunció un poco el ceño al escuchar aquella frase de parte de la castaña de puntas y ojos azules. Alzó una de sus manos para con sus dedos índice y pulgar darle un pequeño e inofensivo golpe en la punta de la nariz de la chica, haciendo que está soltara un pequeño quejido.

— No me vengas como sí no tardaste una semana y media para asistir a clases, Sally. —contestó el chico con un tono serio que expresaba algo de molestia al ver la actitud relajada de la mencionada. Ella, por su lado, con una mano se estaba sobando un poco la zona afectada de su pobre nariz; alzó después su mirada hacia el joven Akibara una vez dejó de sentir el impacto. Al parecer le había preocupado su larga ausencia, así que en cierta manera era comprensible de que esa haya sido su primera reacción ante la reunión de ambos.— ¿Y ya tan pronto te estás volviendo albina?

Alzó su mirada hacia la ubicación de las raíces albinas de su cabello de reojo, recordando que sus nuevas compañeras de clase le habían mencionado al respecto también antes de que continuaran las clases.— Eh… Es una larga historia. —respondió ella mostrándose de manera relajada, como si no lo tomara con suma importancia, a diferencia de su amigo.— Pero al final estoy bien, así que no tienes nada de qué preocuparte. —una sonrisa apareció en sus labios una vez más, haciendo que el pelinegro soltara un suspiro pesado en lo que se llevaba una mano a cubrir su rostro.

Había veces que no entendía a la castaña por el hecho de que se tomaba estas cosas con poca importancia.

— Sin duda no tienes remedio, Sally West.

— Pero así me quieres. —contestó la chica mencionada en un tono divertido haciendo que el más alto rodase los ojos. Lo peor es que ella tenía razón, era su amiga desde que eran niños. Sin embargo…

Él parecía quererla de otro modo.

Aunque ahora que lo pensaba, el azabache sospechó de que tuviera que ver con algo el cual ella no puede mencionar en voz alta al tratarse de algo clasificado. Después de todo, a la joven de doble nacionalidad la habían entrenado de una manera estricta haciendo que, a pesar de su actitud relajada y despreocupada, fuese cuidadosa con sus palabras y sus acciones. Así que probablemente podría preguntarle una vez se encuentren fuera de la U.A. sobre lo que le sucedió durante todo este tiempo.

— En fin, será mejor ir a almorzar antes de que se termine el receso. Tengo hambre. —nuevamente habló Sally en lo que estiraba sus brazos hacia arriba con tal de poder relajar un momento su cuerpo, para después enderezarse mirando al chico.— Nee-san me dio dinero para poder comprar en la cafetería, ¿gustas acompañarme?

Keizou asintió con la cabeza en lo que al mismo tiempo soltaba un sonido de afirmación, por lo que ambos estudiantes del curso de héroes se dirigieron a dónde se encontraba la cafetería, un lugar tan amplio que ninguno se hubiera imaginado. Se encontraban muchos alumnos de todos los grados y cursos, al ser su hora de descanso común. Se dirigieron para poder realizar fila junto a otros estudiantes para poder comprar algo de comida que preparaba el héroe Lunch Rush. Sally había notado de reojo que al frente estaban formados dos de sus compañeros, si recordaba bien eran Uraraka e Iida, quien este último era el delegado de la clase, lo cual le hizo encender una inocente duda.

—Por cierto, Keizou-kun. —habló la castaña de ojos azules hacia su amigo, quien por su estatura bajó un poco su mirada hacia ella al escuchar ser llamado.— ¿Acaso tú eres el delegado o subdelegado de tu clase?

El chico solo alzó una de sus manos para suavemente rascar un poco su mejilla con su dedo índice con poco interés acerca del tema.— Bueno, soy el subdelegado. Kendo es la delegada de la clase B. —contestó, recordando a su compañera de cabellera naranja. Muchos habían votado por ella pues prácticamente estaba comenzando a actuar de una manera que demostraba liderazgo, a diferencia suya.— ¿Por qué lo preguntas?