Diez

282 55 2
                                    

10. Quiero a mi hijo

-¿Todo bien Rosé?-Pregunto Lisa preocupada, la castaña asintio, pero aun no se sentia lo suficientemente fuerte para que la mas alta la soltara, Lisa lo noto, y la tomo en brazos.
-¿Y tu habitacion?-La rubia apunto hacia un pasillo, y la castaña camino en la oscuridad, con cuidado de no tropezarse, el tener a la rubia tan cercas, parecía dormida, esperaba que no se hubiera desmayado, o tendria que llamar a una ambulancia, respiro el aroma de su cabello, ¿Porque le resultaba tan familiar?
-¿Estas bien?-Lisa pregunto a la rubia mientras la acomodaba en la cama.

-Si, estare bien.-Respondió Rosé.

-¿Llamo a alguien? ¿Te llevo al hospital?-Pregunto la castaña.

-¡No! Estare bien.

-Bien, bien, te traere agua.-Lisa salio de la habitacion intentando no caer, encendiendo las luces a su paso, cuando volvio, le ofrecio el vaso de agua a la rubia que lo bebio.

-¿Llego tu chofer?-Pregunto Rosé sentándose.

-No, el no vendra, me quedaré contigo, y mañana llamare al servicio de la agencia.-La rubia abrio grande los ojos al escuchar eso, ¿Quedarse? ¿porque?

-Pero, pero, ¿Porque?-El tono de sorpresa de la rubia puso nerviosa a la castaña.

-No hare nada, y si te incomoda, me quedare en la camioneta, pero no te dejaré sola si estas asi.-Lisa sono mas confiada y la rubia se sintio necesitada de la castaña, el mareo habia pasado, Rosé se incorporo un poco y dibujo una timida sonrisa antes de ver a la castaña.

-¿Y si soy yo la que intento algo?-Pregunto Rose y la castaña sintio una gran emoción al pensar que la rubia queria algo con ella.

Lisa sonrio, no habia estado imaginando la tension sexual que habia entre ellas, era claro que se sentiría atraída por la rubia mas popular de la actualidad, el hecho de pensar que alguien mas la deseara tanto como ella, el pensar que alguien podria querer tenerla, se sintio posesiva, se acerco a la rubia y ambas parecian igual de nerviosas, Rosé sabia muy lo que era el sexo con Lisa, lo que no se imaginaba era que la castaña añoraba tanto estar con ella como la vez que se conocieron; Lisa aun dudosa se acerco a los labios de Rose, pero cuando sus labios se tocaron, fue como si su cuerpo tuvieran mente propia, sus cuerpos sabian como actuar, las manos de Lisa viajaban en el cuerpo de la rubia y se dio cuenta que estar con ella, se habia convertido en el mejor sexo que habia tenido, la menor no se preocupo porque Lisa no usara preservativo, embarazada ya estaba, y en ese momento lo entendio, ella amaba al bebe que se formaba dentro de ella, y no querria que nada la separara de ese pequeño, la castaña se habia enterrado por completo en el interior de la rubia cuando el aroma de la piel, los jadeos que se le escapaban anunciando que estaba mas cercas del climax, un golpe de culpa la azoto al recordar a su prometida, la que esperaba por ella en la gran manzana, la que le daria un hijo, habia hecho todo para poder casarse con ella y ahora estaba por correrse con una hermosa actriz, quizas era el parecido, su color de piel, cabello, de no ser por los ojos de Rosé, cálidos y rasgados y los de su prometida, eran mas occidentales, la culpa no amortiguo el fuerte orgasmo que la sacudió, el resto de sus sentidos disfrutaban estar con Roseanne, se tumbo a su lado, rodeo con su brazo a la rubia que de inmediato cayo dormida al cansancio de la actividad, paso su mano por el estomago de la menor, y una pequeña hinchazon era notoria, su mente imagino un loco sueño, el pensar que esa hinchazón delicada era un pequeño de ella, de ambas.

Mamá por acuerdo (Chaelisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora