☆ ❛❛ 𝗥𝗨𝗡𝗔𝗪𝗔𝗬 ❜❜ -- 𝓕arfadream ໑ ✦

⊹ ៹ ╭─ 𝓛ibertad ﾟ #

Podía escuchar su propia respiración, en aquella prisión hecha de obsidiana no podía respirar más que el calor creado por la lava, el suelo era caliente, una temperatura que le podría crear quemaduras a cualquiera; al ser de obsidiana, también te podías lastimar con ella si no eras cuidadoso, era un material asombroso y a la vez.. Tan tortuoso. La apariencia de dream no era ni cenizas de su antiguo ser; parecía como si lo hubieran matado y luego revivido como una nueva persona. Su cabello ahora era más largo que antes, poco cuidado y sin ser lavado, su ropa estaba desgastada, con los mismos colores opacos y que representaban tan poco. ¿Su máscara? Estaba rota, un fragmento de ella se había salido y dejaba ver su ojo color verde que brillaba en aquella oscuridad.

El dolor y la soledad eran dos conceptos que había aprendido dream en aquella prisión, los aprendió, los memorizo y lo experimentó. Constantemente se encontraba en una cuerda floja de la muerte y la vida, una decisión suicida, cuando el dolor se apoderaba de su cuerpo y las heridas se volvían imposibles de ignorar, la caída libre hacia la lava era.. Tentador, pero se sentía como darle una victoria a los que lo odiaban, prefería seguir viviendo, que vivan con ese presentimiento de que podría salir alguna vez y ser el dream que era antes.

Aveces, se recostaba sobre la pared, escondiéndose entre un espacio que tenían dos cofres que le habían puesto ahí. Nada más, reflexionando ahí, o solamente disfrutando de la soledad. Dream aprendió a que debía aprender a estar solo, porque no era nadie para alguien; ni para el mismo. Las visitas de sus ex-amigos se hacían cada vez menos, como si de a poco se fueran a olvidar de el, aunque estaba claro que eso no pasaría. Pero, una visita en especial le atormentaba la poca paz que tenía; quackity. Aquel hombre paso de ser solo uno más del resto que quería verlo muerto a ser uno de sus mayores acosadores y torturadores. Siempre tenía una sonrisa pintada cada vez que lo torturaba, cada vez que veía la reacción de defensa que tenía su cuerpo cuando se quería acercar a el con alguna arma como una hacha.

Había perdido cualquier habilidad de lucha, o bueno, mejor dicho; las había olvidado. No comía, ni dormía, las horas y los días parecían eternos, no sabía que pasaba a fuera de esas cuatro paredes y los montones de lavas, no sabía si era invierno, si era algún cumpleaños; o si era su cumpleaños mínimo. No podía decir que odiaba por completo el tiempo a solas, caminaba en vueltas, destruía la única fuente de información exterior que tenía que era su reloj, jugaba con su cama moviéndose de un lado a otro. Pero cuando haces algo tanto tiempo se vuelve una rutina.. Aburrida.

La libertad se sentía lejana, con el tiempo pensar en que podría salir de ahí se sentía como un sueño infantil; lo deseaba, pero en la situación que vivía era imposible.

La sirena de la prisión se escuchaba por todo el dsmp, aquel lugar era un desastre, los gritos, las peleas, el sonido de las espadas chocando entre sí; era una pesadilla, y a la vez un sueño. Corría como sus pies se lo permitían, las rodillas no soportaban su peso, se sentía cada vez más débil, quería tirarse y rendirse; pero sabía que no era una opción. La única persona que lo guiaba a la luz al final de la oscuridad era nadie más que technoblade, el que había empezado con su escape y quien hasta con su último aliento sacaría a su amigo de aquel infierno.