Cap 2

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En el pueblo de Cerros Blanco, enclavado entre colinas onduladas y bosques frondosos, vivía Eztli, una joven con una curiosidad insaciable por todo lo sobrenatural

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En el pueblo de Cerros Blanco, enclavado entre colinas onduladas y bosques frondosos, vivía Eztli, una joven con una curiosidad insaciable por todo lo sobrenatural. La fascinación de Eztli por lo paranormal a menudo la llevaba a comprar objetos misteriosos y adentrarse en el mundo de los lugares embrujados, para gran disgusto de su madre.

Una tarde, cuando el sol se hundía en el horizonte, la madre de Eztli la reprendió severamente por su última compra de un objeto extraño. "¿Qué te dije sobre comprar cosas paranormales y sobrenaturales?", la regañó su madre, con la voz teñida de preocupación. "Si lo vuelves a hacer, te daré algo de lo que tener miedo".

Eztli bajó la cabeza, sabiendo que había cruzado la línea. Su madre continuó: "No eres demasiado mayor para creer en estas cosas. No me digas la próxima vez que estás comprando objetos malditos".

En ese momento, Ohtli, el fiel perro de Eztli, entró en la habitación y se acurrucó contra ella, ofreciéndole un silencioso consuelo. Eztli abrazó a Ohtli con fuerza, encontrando consuelo en su presencia.

El tono de su madre se suavizó un poco cuando le informó a Eztli que su padre regresaría al día siguiente.

Sin embargo, ¿puedo ver mi programa de maratón ese día? Su madre le dijo que si no haces lo que le dije, te prohibiré ver la televisión durante una semana entera.Sin embargo, Eztli no pudo evitar burlarse de su madre y dijo: "Estoy bromeando, de verdad. No me dan miedo los fantasmas, pero me da miedo no tener televisión". Su madre se rió entre dientes ante la naturaleza juguetona de Eztli.

Sugirió que tuvieran una charla juntas esa noche. Eztli asintió, entendiendo el intento de su madre de alejarla de sus actividades sobrenaturales. Pero sabe que el tiempo en familia es importante y, además, papá tiene buenas historias para ella.

A medida que avanzaba la noche, Eztli preguntó: "Mamá, ¿puedo ver mi programa 'Lugares embrujados' antes de acostarme? Realmente quiero". Su madre dudó, sopesando la solicitud, pero los ojos suplicantes de Eztli finalmente la convencieron de aceptar.

Eztli se sentó en el sofá y observó las inquietantes historias de lugares embrujados que se desarrollaban en la pantalla, con el corazón acelerado por una mezcla de emoción y miedo. Las sombras bailaban por la habitación mientras las historias le provocaban escalofríos en la columna vertebral.

Después de que terminó el programa, Eztli se fue a la cocina. La casa quedó en silencio, envuelta en oscuridad, salvo por el suave resplandor de la luz de la luna que se filtraba por las ventanas.

Sola en la sala de estar, su madre no podía quitarse de encima la persistente sensación de inquietud. Las historias que había visto parecían hacer eco en el silencio de la noche, llenando su mente con pensamientos de espíritus inquietos y pasillos embrujados.



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La espeluznante persecución de EztliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora