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Después de sus clases, Peta y sus amigas se reunieron. Peta cambió su peso de un pie al otro, con los brazos cruzados. "Chicas, vayan a prepararse. Nos vamos". Eztli levantó una ceja, con un dejo de renuencia en su respuesta. "¿Estás segura de esto? No eres el tipo de persona a la que le gusta divertirse".
Peta asintió con un destello de calidez en su actitud típicamente seria. "Sí, vamos, además. Les ofrezco que vengan y es una oportunidad de que lo haga". Eztli sonrió. "No sabía que mostrarías este lado bueno tan pronto. Estamos seguras de que será divertido".
De regreso a la casa de Eztli, empacó rápidamente sus pertenencias, intercambiando cálidas despedidas con su madre, quien le advirtió que tuviera cuidado. Eztli tranquilizó a su madre con una sonrisa, "Lo haré, mamá", antes de unirse a sus amigas que esperaban afuera.
Mientras conducían hacia la casa de los abuelos de Peta. Las calles parecían más tranquilas, el cielo del atardecer se tiñó de un profundo tono índigo, insinuando la inminente oscuridad.Al otro lado, una mujer mayor emergió del bosque, con sus ojos penetrantes e intensos. Su voz era un mero susurro, pero tenía un peso de aprensión cuando pronunció: "Algo malvado se acerca".
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte cuando el grupo llegó a El Rancho, una propiedad extensa rodeada de exuberante vegetación y los sonidos distantes de los caballos relinchando. La anticipación y la emoción eran palpables cuando los chicos se dirigieron de inmediato hacia los establos para ver de cerca a los magníficos caballos.
Mientras tanto, Eztli y Peta partieron para encontrar a los abuelos de Peta que vivían en el rancho. Mientras caminaban, Eztli miró por la ventana de la casa de adobe mientras se acercaban. "Hola, ¿hay alguien ahí?" No hubo respuesta. Eztli se volvió hacia Peta con decepción: "No creo que estén aquí, Peta". Peta frunció el ceño con preocupación. "Es extraño, no es propio de ellos salir de la casa tan tarde".
La mirada de Eztli se dirigió hacia la vasta extensión de tierra que rodeaba la casa. "Tal vez fueron a alimentar a los animales". Peta asintió. "Tal vez... miremos hacia atrás. Estoy segura de que están por algún lado". Decididas a encontrar a sus abuelos, decidieron aventurarse más adentro del rancho, dejando a los niños atrás cerca de los establos.
Mientras tanto, Rono, el aspirante a fotógrafo del grupo, estaba cautivado por la belleza de los caballos en el establo. Sus poderosos músculos brillaban en la luz que se desvanecía mientras encuadraba cuidadosamente cada toma, capturando la esencia de estas magníficas criaturas con cada clic de su cámara.
Eztli se volvió hacia los niños y dijo: "Hola chicos, Peta y yo vamos a buscar a sus abuelos. Quédense aquí en caso de que regresen". Peta agregó: "Y si ven a algunos trabajadores, háganles saber que estamos buscando a mis abuelos". Konane habló: "Está bien, tengan mucho cuidado". Con su misión clara, Eztli y Peta se adentraron más en el rancho, guiadas solo por el suave susurro del viento entre los árboles.A medida que pasaban por campos de hierba ondulante y grupos de flores silvestres, mientras el sol se ponía más bajo, el horizonte estaba completamente negro.
En un lugar remoto de la noche los puedes allar.
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La espeluznante persecución de Eztli
ParanormalLa joven Eztli está decidida a entrar en contacto con lo que sea que se esté escondiendo más allá de este mundo. Lo que no sabe es que este oscuro camino la llevará a sueños salvajes. Sus amigos están en camino hacia divertidas y espeluznantes avent...